Checo Pérez con Forbes Argentina: "Es más difícil para un piloto latino llegar a la Fórmula 1"
En medio de los rumores de las últimas semanas en cuanto a su continuidad en la escudería Red Bull, Sergio "Checo" Perez dialogó con Forbes Argentina sobre los desafíos que implica competir en La Máxima. Su relación con Franco Colapinto, su presente y hasta qué piensa hacer cuando se retire.

Existen solo dos pilotos latinoamericanos compitiendo en Fórmula 1: un mexicano y un argentino. La historia de Franco Colapinto es conocida: llegó a Williams Racing para las últimas siete carreras en reemplazo de Logan Sargeant y aún es considerado un rookie. De hecho, todavía espera la confirmación de un asiento disponible para 2025. Pero el azteca Sergio "Checo" Pérez lleva más de 10 años en la máxima categoría del automovilismo. Como muchos pilotos, sus comienzos estuvieron llenos de retos que tuvo que enfrentar para poder llevar la bandera latinoamericana en una de las competiciones más exigentes del mundo. 

Nacido el 26 de enero de 1990, en Jalisco, México, hijo de un expiloto mexicano, Checo recuerda cuándo fue la primera vez que se sintió atraído por este deporte: "Todo comenzó como un juego. Cuando tenía 8 o 9 años, había un go-kart en la tienda donde iba con mi familia. Uno de esos a mí me daba mucho miedo porque tenía vibraciones, cuando vibraba mucho me bajaba. Pero había uno que no vibraba, y ese me lo prestó un amigo de mi papá para dar una vuelta. Al final, no se lo regresé de lo mucho que me gustó".

 

Para comenzar esta historia es necesario remontarse a 1997, cuando Checo -que entonces tenía 7 años- fue llevado por su papá, Antonio Pérez, campeón nacional de la Copa Marlboro en 1987, al autódromo de Toluquilla, en Guadalajara, Jalisco. Este lugar fue el punto de inicio de la carrera de Checo, al cruzarse por primera vez con Carlos Slim, una de las 20 personas más ricas del mundo según Forbes, quién cambiaría el destino de la joven promesa mexicana. Ese día, las habilidades de Sergio llamaron la atención de la familia de empresarios. Pero el gran desafío llegó cuando en el 2002 se creó la Escudería Telmex, impulsada por Slim, y Checo se hizo con un lugar. Desde aquel momento, el empresario se convirtió en el padrino y principal patrocinador del piloto mexicano.

Checo nunca quiso hacerse ilusiones de llegar a la F1, ya que sabía lo difícil que era. Sin embargo, el momento más esperado llegó en 2010: "Venía de un gran año en la F2, pero no gané el campeonato. Se me rompió el motor muchas veces. Sabía que tenía todos los méritos, pero no era garantía de nada. Se tenía que abrir el hueco y al final lo pude conseguir. Ahí empezó mi historia en la F1". La confirmación oficial de que iba a correr en un equipo en la máxima categoría del deporte motor se la dio nada más ni nada menos que Slim. "Viajé a México. Fui de una oficina a otra, estaba nervioso, no sabia que decir, no sabía qué hacer. Fue Carlos el que le informó a mi familia que se vinieran a la presentación, que era al día siguiente. Mi familia viajó toda la noche en carretera desde Guadalajara a Ciudad de México para llegar al evento, fue un momento muy especial", rememora.

En 2021 te sumaste a Red Bull, como segundo piloto y compañero de Max Verstappen. ¿Cómo ves tu futuro inmediato entre tantos rumores? 

Tengo contrato con Red Bull hasta 2026, así que dos años más en F1 es bastante tiempo. Pensar más allá de eso es complicado, siempre pensamos a corto plazo y ahora mi proyecto es Red Bull y la F1. 

¿Se cumplieron tus expectativas este año? 

Iniciamos muy fuerte, con cuatro podios seguidos, pero después hemos tomado el rumbo equivocado en el desarrollo del auto y es ahí donde todo se ha complicado. Pero también soy consciente de que en la F1 eres tan bueno como en tu última carrera. 

Tras 14 años consecutivos compitiendo, ¿qué significa la F1 en un frase? 

Es mi pasión. Aprendés a vivir dentro de ella, es una total locura. Te das cuenta cuando alguien entra a ese paddock, te transformás. Transforma vidas, mentalidades, es como una burbuja y transforma a todo el mundo que entra. Es eso, una pasión y un estilo de vida también.

¿Existen celos en la F1? 

Hay mucha competencia. En la F1 siempre querés hacer lo mejor posible y eso indica tener que estar delante de tu compañero. Es normal este tipo de situaciones. Al final en la F1 no hay amigos, no vas a la F1 a hacer amigos, siempre querés lo mejor para vos y para tu carrera. Entre los pilotos las diferencias son muy pocas, es más bien cómo te podés adaptar al auto, sacarle el máximo. Esta temporada, personalmente, tuve muchos problemas para adaptarme al auto. Hemos encontrado la razón, pero eso no quita que Max Verstappen haya hecho una gran temporada.

Después de 23 años, se sumó a la parrilla un piloto argentino, Franco Colapinto. ¿Cómo lo ves? 

Franco me recuerda mucho mis inicios y todo lo que tenemos que dejar atrás para estar en la F1. Sin dudas es mucho más difícil para un piloto latino que para uno europeo. En automático comparto muchas más cosas con él que con cualquier otro piloto, porque los dos hemos pasado por cosas similares. Como piloto lo ha hecho muy bien, ha sorprendido a todo el mundo muy rápido, pero también hay que ser conscientes que esto es solo el inicio y la vida en la F1 cambia en un segundo. Espero que pueda conseguir un asiento para la próxima temporada porque se lo merece. Recuerdo que cuando llegué nunca tuve apoyo, ahora que llegó Franco, me gusta ser ese apoyo para él, le llevo muchos años de recorrido en la F1 y puede tener una buena carrera.

En tu historia hay piezas femeninas claves en tu familia, tu mamá, tu hermana y tu esposa... 

Son súper importantes, mi hermana siempre estuvo al frente de mi logística para organizar todo, y hoy es quien maneja toda la parte comercial. Llegamos juntos y seguimos juntos, algo increíble, y es una de las cosas de las que me siento muy orgulloso, que hemos estado en este viaje juntos. Mi mamá fue una parte fundamental, por todo. Imagínate que tu hijo se vaya a los 14 años a vivir fuera, sin saber dónde, con quién, cómo...y mi esposa lo mismo, con todo el apoyo emocional a mis hijos y a mí en lo personal. 

 

A pasos lentos pero firmes, la máxima categoría del automovilismo del mundo está cambiando y la F1 Academy está inspirando a las mujeres a competir. ¿Qué pensás de la participación femenina en este deporte?

Es importante ver a mujeres en roles muy importantes dentro de la F1 y espero pronto poder ver una piloto en la F1. 

¿Cuál fue el momento más difícil de tu carrera?

Mi carrera ha sido increíble y no me gustaría borrar nada. Los buenos momentos han enseñado mucho, pero también los malos y al final la carrera que tuve es increíble de pensarla. 

¿Y un sueño por cumplir? 

Ganar el GP de México. Me gustaría mucho ganar en mi casa. 

¿Cómo te ves en tu futuro?

En 10 años me veo apoyando a mis hijos para que ellos puedan cumplir sus sueños. Devolverle todo el tiempo que no le pude dar a mi familia. 

El balance entre familia y trabajo es uno de los mayores desafíos para un piloto... 

Lo intento separar, es importante para mi familia separarlo. Vivimos en un mundo de mucha presión, pero no se lo transmito a mi familia. Cuando estoy en el trabajo estoy 100% con ello; y en casa, me enfoco en mi familia. Es importante separarlo bien. Todo el tiempo hablo con mis hijos, a veces cuando los viajes son muy largos empiezo a extrañar; dos semanas a veces es mucho, intento que no sea más de ese tiempo lo que me voy de casa. 

En el 2026, la Fórmula 1 experimentará cambios para las futuras generaciones de pilotos, autos más chicos, sustentables, mayor participación de mujeres y nuevos reglamentos. ¿Cuál es tu mensaje para los nuevos corredores?

Me gustaría dar más consejos a las nuevas generaciones, me gusta hablar de todo. Un punto importante es: nunca te olvides del porqué empezaste, del niño de 14 años que era difícil llegar a fin de mes con tus gastos, tus problemas, todo lo que te impresionaba, porque cuando tienes una carrera exitosa es fácil olvidarse, y es importante recordar a ese niño. Lo difícil que fue ganarse las cosas.

Ahora vamos con un ping-pong de preguntas y respuestas breves, lo primero que se te venga a la cabeza. Checo Perez es...

Una persona común y corriente.

¿Cómo titularías esta nota? 

Un niño de México que logró llegar a la F1.

¿Paz?

Estar en casa, con mi familia...vivir las cosas normales. 

¿Dónde vas a vivir cuando te retires? 

Guadalajara, mi familia es de ahí. 

¿Qué hiciste con tu primer sueldo?

Me fui a comprar un reloj, colecciono relojes. Fui con mi hermano y sacamos el dinero del cajero para comprarlo. Un Bulgari. Aún lo tengo. Todavía lo uso, le tengo mucho cariño. Significa un momento importante de mi vida.

¿Causa solidaria? 

Tengo mi fundación Checo Pérez. La empecé en 2012, ayudamos niños especialmente y nos enfocamos en sus hogares. Cuando sucedió lo del terremoto, recaudamos muchos fondos para apoyar.

¿Tu primer auto? 

Un Chevy, que heredé de mi hermana.

¿Tu auto favorito?

El Ford Mustang, pero también me gustan las camionetas y la F150, me encanta.

¿Algo que quieras que te regalen? 

Unas vacaciones en África. Pero no tener que organizar nada...solo ir y dedicarme a disfrutar.

¿El mejor regalo que te hicieron cuando eras chico? 

Un go kart que me trajo Santa cuando tenía 7 años. Al día siguiente de estrenarlo lo chocamos.

¿Qué otro deporte te gusta?

El fútbol me encanta, especialmente de joven quería jugar pero nunca se me dio. Era delantero, metía goles. Soy hincha del América. Me gusta seguir distintos deportes, pero mi camino siempre fue muy claro... ir por los coches. 

¿Tu frase favorita? 

Never give up.