Arthur Laffer es uno de los economistas más reconocidos a nivel internacional. Su teoría económica denominada "la curva de Laffer" es una referencia en todo el mundo a la hora de planificar reformas tributarias, al indicar el nivel óptimo para el cobro de impuestos.
Es un fervoroso creyente de la desregulación y el libre mercado. Participó como asesor del gobierno de Ronald Reagan, al que considera una de las mejores administraciones después de la de Donald Trump.
"Trump fue el mejor presidente de la historia de los Estados Unidos en materia económica. Todo lo que hizo fue espectacular: la ley de recortes de impuestos, la desregulación energética, la transparencia médica, el desarrollo de la vacuna contra el Covid en sólo 9 meses. Y en ese momento no tenía el poder que tiene ahora con mayorías en el Congreso y gobernaciones. Estoy seguro que se viene un boom en la economía de Estados Unidos, estoy muy entusiasmado", celebra en una entrevista con Forbes realizada por Santiago Bulat, antes de visitar al presidente Milei en Casa Rosada.
"Hay un aire fresco en la Argentina como en los años 90'. Lo que está haciendo Milei es espectacular. El potencial de Argentina es enorme. Con las políticas adecuadas de bajos impuestos, gasto controlado y libre mercado, el país podría convertirse en una de las economías más prósperas de la región", opinó.
Según su visión, Argentina necesita cinco pilares para iniciar un boom económico comparable al que vivió Estados Unidos con Reagan: impuestos bajos, gasto controlado, moneda sólida, desregulación y libre comercio. "Son la clave para impulsar el crecimiento económico y la prosperidad a largo plazo. Permiten que la gente tenga los incentivos adecuados para producir, invertir y generar riqueza", sostiene.
Todo su análisis se enfoca en el sistema de incentivos para generar riqueza. "Con la mejor estructura de incentivos en el mundo, las peores personas podrían volverse enormemente prósperos. Con una mala estructura de incentivos, las mejores personas del mundo pueden volverse más pobres y empobrecidas. No hay nada malo en ser rico, pero si hay algo terriblemente malo en ser pobre", sintetizó.