Uruguay, tierra prometida para el desarrollo tecnológico: qué beneficios ofrece a los emprendedores
Es por ello que muchos desarrolladores, emprendedores y empresarios del software y servicios relacionados siguen apostando en Uruguay como base de sus operaciones.

Emprender es una decisión que, en sí misma, implica una buena cantidad y desafíos a sortear: lograr rentabilidad (generar más de lo que gastamos e reinvertimos en insumos), determinar los costos, diseñar planes de entrega, detectar el valor agregado propio por sobre la competencia, seleccionar colaboradores y calcular tiempos de producción, gestión y administración son solo algunos de ellos. Pero, sin dudas, lograr un rendimiento sostenido y una perpetuidad del negocio encabezan la lista de lo más considerado y si bien es así en cada rubro de la economía, en el mundo tech lo es más, debido al fuerte dinamismo propio del sector. Si a lo anterior le sumamos un contexto (legislativo, impositivo, económico y social) de alta volatilidad e incertidumbre como el que ofrece Argentina, la ecuación se hace doblemente desafiante.

Es por ello que muchos desarrolladores, emprendedores y empresarios del software y servicios relacionados  siguen apostando en Uruguay como base de sus operaciones. Los beneficios son muchos. A continuación, algunos de ellos:  

En relación a los beneficios impositivos, Uruguay no computa el IVA (del 22%) en la exportación de servicios relacionados al software, siempre que sean realizados en suelo uruguayo y aprovechados en el exterior. Estos servicios incluyen el procesamiento de datos, los relativos al diseño, desarrollo e implementación de contenidos digitales, investigación social y de mercado, servicios de tránsito de datos y conectividad de redes de telecomunicaciones y sus tareas de operación, soporte técnico a partir del sistema de fibra óptica (situada físicamente, total o parcialmente, en territorio uruguayo) y los servicios de provisión de plataformas de hardware, software y similares relacionados. Así, se devuelve el IVA en compras por estas operaciones con certificado de crédito, con el objetivo de no exportar impuestos. 

Montevideo, Uruguay (Pixabay)

En el caso de la creación de un software, debe estar debidamente registrado y cumplir requisitos de gastos del activo creado. Por otra parte, los servicios relacionados al software, para que estén exonerados de Impuesto a la renta, requieren: que 51% de los gastos esté alocado en Uruguay y que se contrate trabajadores a tiempo completo, lo cual, sin dudas, constituye una gran ventaja para el posicionamiento del sector en nuestro país. Las sociedades que pueden gozar de estas exoneraciones son las del sector del software locales como S.A., SRL, SAS, etc. 

Asimismo, de no cumplir con los requisitos comentados anteriormente, existe un régimen promocional (COMAP), en donde el gobierno uruguayo en función a la inversión y promesas de indicadores como ser empleo, exportaciones, descentralización, tecnologías limpias, investigación, desarrollo e innovación, puede otorgar una exoneración en la ejecución de ese proyecto.

Aquellas empresas que paguen IRAE (Impuesto a la Renta de la Actividades Económicas) y hayan presentado este proyecto, y en función de la evaluación del mismo en base a los anteriores indicadores, pueden solicitar al Poder Ejecutivo uruguayo que les otorgue la promoción de “Interés Nacional” y así lograr la exoneración impositiva del IRAE en porcentajes sobre la inversión que puede rondar desde el 20 al 70 % de la inversión ejecutada en la mayoría de los casos.  

Además, se puede obtener la exoneración de otros impuestos como el IVA, mencionado anteriormente, y el Impuesto al Patrimonio. Obvio resulta mencionar que se realiza el pertinente seguimiento de la evolución de los indicadores mencionados para constatar el cumplimiento de los mismos.  

(Pixabay)

Zonas Francas. Constituyen uno de los mayores atractivos para quienes se desempeñan en el mercado tecnológico. Son áreas geográficas específicas de interés nacional que tienen como objeto promover las inversiones, diversificar la matriz productiva, generar empleo, incrementar capacidades de la mano de obra nacional, aumentar el valor agregado nacional, impulsar actividades de alto contenido tecnológico e innovación y promover la descentralización de las actividades económicas. En ellas, la exoneración de impuestos es amplia e incluye el IVA, Impuesto al Patrimonio (IP), Impuesto a la Renta de las Actividades Económicas (IRAE) e Impuestos a la distribución de dividendos (IRPF o IRNR), entre otros. Los requisitos para tal exoneración son de fácil cumplimiento y pueden ser presentados por un asesor contable. Para desarrollar un negocio en Zona Franca, los requisitos son: presentar un plan de negocios con detalle del proyecto, descripción de las tareas a realizar y el compromiso de generación de empleo, inversión e ingresos (se controla cada dos años). En cuanto al empleo, es requisito que al menos el 75 % del personal contratado sea uruguayo (ciudadanía).  

El régimen laboral en Uruguay es otro de los aspectos que inclinan la balanza a su favor ya que posee un régimen de libre contratación de personal así como de despido (sin requerimiento de justificación, incluso luego del período de prueba), indemnización tarifada limitada, y un poder Judicial tuitivo, que resguarda los derechos del empleado como del empleador por igual. 

Con estabilidad jurídica y cambiaria, sistema impositivo único, previsibilidad -buscada por todo empresario-, amplia exoneración de impuestos de la que aquí dimos detalle y, no menos importante, afinidad con la idiosincrasia argentina, sumado todo a la cercanía geográfica, hacen de Uruguay una excelente opción para ver crecer el negocio tech. 



*La columna fue escrita por Ricardo Domínguez, CEO de Rica Consultores (Uruguay)