Para las próximas elecciones, Trump está proponiendo un alivio fiscal similar al que estableció en 2017, donde las principales implicaciones fueron una reducción en la tasa del impuesto corporativo del 35% al 21%, así como pequeños alivios en impuestos individuales; entre otras políticas. Ahora desea reducir aún más el impuesto corporativo del 21% al 15% para las corporaciones que manufacturen productos dentro de los Estados Unidos, con el objetivo de solidificar y expandir las industrias locales.
Ha dicho que financiaría dicha reducción de impuestos mediante un aumento en los aranceles, mencionando específicamente un arancel del 60% sobre las importaciones chinas y un 10% sobre las importaciones europeas. Afirma que el aumento en la producción nacional superará el efecto inflacionario que el aumento de aranceles podría tener, y aparentemente ya tiene un destino para los fondos excedentes, que se utilizarían para cubrir el crédito fiscal por hijos (hasta $2,000 por niño por año).
Otro anuncio importante que ha hecho es que las propinas ya no se considerarían ingresos ordinarios y, por lo tanto, no estarían sujetas a impuestos. Aunque al principio esto podría no parecer una política con mucho impacto, esta exención afectaría a más de 23 empleos en las industrias de alimentos, hospitalidad, transporte, delivery, cuidado personal y entretenimiento, donde en algunos casos los salarios están compuestos hasta en un 70% por propinas. El IRS estima que los ingresos por propinas de estos trabajos ascienden a decenas de miles de millones de dólares por año. Donald ha dicho que estas nuevas políticas crearán un "Renacimiento Económico" y que la clase media y trabajadora será más fuerte que nunca.
En el lado opuesto, aunque Harris ha mencionado algunos puntos específicos relacionados con impuestos, aún no ha propuesto planes económicos concretos. Sin embargo, podemos hacer conjeturas a partir de sus posturas pasadas en distintos temas para llegar a lo que probablemente sería su posición frente a algunas de estas políticas.
Por ejemplo, podemos plantear un debate razonable entre ambos partidos para la reducción de la tasa corporativa - utilizando posturas conocidas de ambos: El partido de Kamala ha mencionado que las reducciones de impuestos corporativos fomentan la desigualdad porque solo benefician a la clase alta, dado que son principalmente estas familias las que tienen ingresos de capital en su cartera de ingresos, y si a las corporaciones les va mejor, sus ingresos son los que aumentarán. El partido de Donald luego desafiaría esto afirmando que son estas familias (refiriéndose al sector privado) las que proporcionan los empleos para los demás; por lo que sería preferible para todos aumentar las ganancias corporativas. Kamala podría responder que una gran parte de los empleos son empleos gubernamentales, por lo que el sector privado no influye en tanta medida a la tasa de desempleo. A lo que el lado de Donald respondería que el sector privado es el que financia al gobierno a través de impuestos; por lo que en cuanto mejor les vaya, más impuestos pagarán en términos absolutos, y así sucesivamente. El debate continuaría y no sería probable que se alcance un punto medio.
Ahora, volviendo a términos concretos, para combatir esta "preferencia" por la clase alta, Harris, junto con Biden, han hablado de un "Impuesto Mínimo a los Multimillonarios". Un impuesto que se impondría sobre las ganancias de capital no realizadas y que afectaría al 0.006% de la población. Afectaría a aquellos contribuyentes que ganan más de cien millones de dólares. Su idea es redistribuir la riqueza de una manera más equitativa.
Otra política fiscal que Kamala propuso fue durante las primarias de 2020. Promovió un crédito fiscal reembolsable de $6,000 para familias de la clase media y trabajadora. Es importante señalar que los créditos se reclaman anualmente en los formularios de impuestos individuales (Formulario 1040) y compensan cualquier impuesto adeudado. Cuando hay un exceso de crédito, es cuando realmente se reembolsan fondos. Harris había hablado de la posibilidad de hacer que este crédito estuviera disponible de manera mensual en incrementos de $500 en lugar de anualmente a través de las declaraciones de impuestos. Aunque no ha mencionado esta política recientemente, no sería una sorpresa si sigue este camino dado que sea elegida. ¿Cómo financiaría estos créditos? Precisamente apelando la reducción de impuestos de 2017 establecida por Trump y añadiendo una tarifa adicional para las grandes instituciones financieras.
Políticas ambientales
Otra discrepancia directa entre los candidatos está relacionada con el calentamiento global. Mientras Donald afirma que todo es un engaño, Kamala quiere dirigir medidas de alivio fiscal a las empresas de energía limpia para proteger el medio ambiente. Ambos candidatos parecen tener perspectivas económicas genuinamente diferentes; sin embargo, está claro que hay una lucha política en curso y algunas decisiones se están tomando con el único propósito de oponerse, en lugar de buscar el bien colectivo. El sistema fiscal parece haberse visto atrapado en el medio y se está utilizando como un vehículo para generar ventaja o para hacer valer un punto de vista. Si bien los puntos de vista macroeconómicos naturalmente difieren por las ideologías - dado el amplio abanico de leyes fiscales en las que se puede enfocar, debatir tan intensamente las políticas que ha propuesto el otro candidato solamente puede atribuirse a una batalla política. Todo lo que podemos hacer es esperar que el sistema fiscal no sufra un golpe y que su eficiencia no se vea afectada por daños colaterales.