Transformación de la industria de la belleza: 5 claves para volver más sustentable y rentable el negocio
Germán Gignone Director de la División de Productos Profesionales en L'Oréal Groupe Argentina
Germán Gignone Director de la División de Productos Profesionales en L'Oréal Groupe Argentina
La sostenibilidad tiene cada vez mayor presencia y protagonismo en todos los sectores a nivel mundial, sobre todo en el ámbito empresarial. Al mismo tiempo, la percepción ciudadana sobre el papel que desempeñan las compañías y sus productos en el desarrollo sostenible es cada vez más notable.
Según datos revelados a partir de la segunda edición del estudio “La Sostenibilidad en la Agenda del Liderazgo Latinoamericano”, patrocinado por SAP y que consultó a 410 líderes regionales, Argentina muestra hoy que el 74% de las empresas cuenta con una estrategia de sostenibilidad ya implementada, 23 puntos porcentuales más respecto al estudio realizado en 2021, cuando sólo 51% contestó contar con políticas sostenibles implementadas.
En este escenario, la industria de la belleza no es una excepción. Y sus profesionales son un agente transformador de gran relevancia. Con aproximadamente una peluquería cada mil personas, existen hoy alrededor de 45 mil salones de belleza en los que trabajan más de 100 mil personas en todo el país. Por sus instalaciones pasan millones de clientes al año, convirtiendo al peluquero o estilista en una figura referente e influyente de los consumidores, al compartir con ellos momentos de escucha activa y receptiva.
Es a través de ellos que hoy tenemos la oportunidad de ser agentes de transformación sustentable de la industria: puertas adentro de sus peluquerías, generando un cambio en la forma en la que se utilizan los recursos de energía, agua y manejo de residuos, y hacia afuera, construyendo una propuesta de valor para los consumidores con una mirada en el futuro.
Como empresa líder en la industria argentina y enfocados en la transformación positiva, trabajamos -como muchos otros- para educar y capacitar profesionales con certificaciones, que les permiten desarrollar un negocio más rentable y sustentable basado en 5 pasos bien concretos.
-En primera instancia, para poder avanzar sobre iniciativas concretas que generen un cambio de impacto, debemos trabajar sobre un diagnóstico de la situación. La posibilidad de indagar, estudiar y relevar datos objetivos nos permite tener un mapa de las oportunidades y desafíos hacia adelante. Y se debe hacer en conjunto entre los diferentes actores de la cadena.
-El relevamiento nos permite diseñar estrategias y tácticas que persigan objetivos concretos que colaboren a la industria y tengan un impacto directo en el día a día de su negocio. Por ejemplo, en el caso de la aplicación de técnicas sustentables, podemos especificar cambios concretos para reducir el consumo de agua, de energía y acciones para trabajar la recolección y el reciclado de los residuos.
-Una vez definidos los objetivos a alcanzar debemos desarrollar herramientas de medición que permitan dar cuenta del impacto positivo y de la mejora en los indicadores establecidos como, por ejemplo, reducir en un determinado porcentaje el consumo de agua o energía. Sin esto no podremos confirmar que lo que estamos haciendo está teniendo los resultados esperados.
-De manera transversal a este proceso tenemos que tener en cuenta a los clientes o consumidores de nuestros productos y/o servicios. Escuchar sus deseos, necesidades y aspiraciones es de gran importancia para que puedan sumarse a la transformación y que la misma se expanda por todo nuestro ecosistema.
-Alineado a todos los puntos anteriores, profesionalizar a la industria y a quienes forman parte de ella es un eslabón clave dentro del desafío de la sustentabilidad. Las herramientas y técnicas que podamos brindar a través de capacitaciones, conocimiento e intercambio de experiencias nutre a cada peluquero para que pueda entender y abrazar el cambio para decidirse ir por este camino y empujar hacia una industria más amigable con el medio ambiente, que será, a su vez, más amigable con sus gastos.
Si bien existen numerosos ejemplos y medidas a implementar, podemos ver a través de pequeñas decisiones, el impacto en el negocio. Por ejemplo, reducir el consumo de agua o energía tiene un impacto directo y beneficioso en los costos operativos, además de que se vuelve atractivo para quienes están buscando comprar productos y/o adquirir servicios con conciencia ambiental, generando mayores ingresos.
A través de nuestra experiencia, tenemos la certeza que este es el camino correcto que debemos seguir quienes formamos parte del negocio de la belleza para inspirar a que cada vez más salones puedan comenzar una verdadera transformación. Una prueba de ello es nuestro programa Hairstylist For The Future, que comenzamos en el país hace 3 años con 9 salones de CABA embajadores del proyecto, cómo prueba piloto, para entender los indicadores de los salones locales y comprender juntos con qué herramientas contábamos en el país para mitigar el impacto en el medio ambiente. Nos enfocamos en tres pilares, reducción del consumo de agua, consumo eficiente de energía y manejo de residuos, y conjuntamente con esos salones pioneros comenzamos un aprendizaje continuo, que hoy nos lleva a alrededor de 1000 salones capacitados y más de 200 salones certificados por el programa, basados en prácticas locales, que son posibles de llevar adelante por cualquier salón e inclusive mostrando reducciones de costos operativos y continuamos evolucionando cada día.
Aunque los avances en la transformación son notorios, la meta aún está lejos. Debemos seguir trabajando conscientemente para que toda la cadena aporte a una industria más sostenible. Y esto únicamente es posible si lo hacemos de manera integrada. Tenemos la oportunidad de ser agentes de cambio y resolver los desafíos ambientales y sociales que enfrenta el mundo.
*La columna fue escrita por Germán Gignone, Director de la División de Productos Profesionales en L'Oréal Groupe Argentina.