Tendencias sostenibles: la transformación verde en las empresas
Florencia Landivar Vicepresidente de FEHGRA y co organizadora de Hotelga
Florencia Landivar Vicepresidente de FEHGRA y co organizadora de Hotelga
Cada industria busca incorporar y promover los principios de sostenibilidad con respecto a lo ambiental, económico y sociocultural, considerando en su haber a todos los eslabones de la cadena productiva. Para establecer un equilibrio adecuado entre esas tres dimensiones y garantizar su continuidad a largo plazo, es necesario armar esquemas donde las prácticas sostenibles sean transversales desde el origen de las materias primas hasta la infraestructura y los equipamientos con las que se utilizan. Para ello, se deben tener en cuenta las repercusiones actuales y futuras, económicas, sociales y medioambientales que el sector genera y que a su vez puedan satisfacer las necesidades de los visitantes, del entorno y de las comunidades cercanas de los establecimientos.
Dentro de los ejes de negocios transversales y sostenibles también se debe incluir de manera directa el impacto que se puede tener sobre las comunidades cercanas, resultando necesario considerar a la sostenibilidad como una forma de llevar adelante el negocio desde el inicio. Uno de los desafíos más importantes que tenemos los empresarios es impulsar aun más la integración con la comunidad: comprar la materia prima en el kilómetro cero, buscar productores que en su sistema productivo tengan como eje la sostenibilidad, no sólo es importante para los empresarios hoteleros, gastronómicos y del turismo, sino también para los clientes y consumidores. Mejorar no es sólo alinearse con las tendencias y nuevas prácticas del sector a escala nacional y global, también es que los nuevos consumidores nos elijan, nos compren, nos consuman y vuelvan a elegirnos. Este consumidor naciente tiene la sostenibilidad como eje a la hora de seleccionar sus productos: qué compran, dónde lo compran y qué tipo de certificaciones poseen.
En Argentina, hay entes certificadores como Sistema B Argentina, B Lab Argentina y Gestión B, a través de los cuales las empresas pueden legitimar los procesos amigables con el ambiente, buscando el impacto positivo en la sociedad y sus empleados. Además, demuestran a sus clientes cuáles son sus valores como compañía y de qué forma se vinculan con los suyos, demostrando un compromiso con la sostenibilidad y atrayendo a un público cada vez más consciente.
El desafío hoy es cambiar la mirada sobre cuál es nuestra misión y propósito, por qué hacemos lo que hacemos. Esto incluye desde un restaurant de lujo con estrella Michelín hasta el bodegón de barrio, una pulpería en el norte o un lugar de brasas en el sur del país. También se debe contemplar la capacitación para generar unidades de negocios que sean amigables no solo con el medio ambiente sino con la comunidad entera. Se debe aprovechar los espacios creados como Hotelga para que estas temáticas sean mencionadas en la comunidad de negocios y fortalecer los sectores.
Este tipo de empresas no buscan solo un redito económico, también tienen por objetivo generar un resultado positivo en las comunidades cercanas. Las Empresas B o de Triple Impacto (ambiental, económico y social) son entidades comerciales cuyo objetivo es alcanzar el equilibro entre lo financiero y el efecto que generan en la sociedad y en el medio ambiente, comprometidas no sólo con generar dividendos sino también con la responsabilidad, transparencia y la participación de los actores interesados.
El sector debe adaptarse a las tendencias para mantenerse actualizado ya que año a año debe responder a nuevos requerimientos tanto de la industria como de entidades internacionales. Los consumidores demandan espacios de hotelería, gastronomía y turismo que en sus directrices conciban ser amigables con el ambiente y realicen acciones concretas y demostrables que minimicen el impacto ambiental. El sector puede y debe mitigar los efectos negativos del cambio climático al reducir su huella de carbono, es decir, la cantidad de gases de efecto invernadero emitidos a la atmósfera como resultado de las actividades humanas. De esta manera, el compromiso con la sostenibilidad beneficia a los usuarios, empleados y el entorno, mientras que garantiza la viabilidad del negocio.
Alinearse a las prácticas de cuidado ambiental es también alinearse a los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 (ODS) planteados por la ONU. Hay diversas maneras en la cuales los establecimientos pueden incorporarlas, entre ellas adoptar tecnologías e infraestructuras de energía limpia (eólica, solar, biogás, etc.), reducir, separar, reutilizar y reciclar los residuos generados, compostar los desechos orgánicos tanto de los clientes como los generados en las cocinas. Las empresas pueden hacer un esfuerzo por mantener y proteger los ecosistemas y comprometerse a obtener la electricidad que necesitan de fuentes renovables. Los establecimientos deben asegurar que se reduzcan las emisiones, no solo porque es lo correcto para la sostenibilidad de las localidades, sino también porque es conveniente desde el punto de vista económico y empresarial.