Sin un plan, las políticas de empleo pierden efectividad
Santiago Fraga Director de la iniciativa Futuro del Trabajo
Santiago Fraga Director de la iniciativa Futuro del Trabajo
El impacto de la pandemia aceleró transformaciones en todos los ámbitos, profundizando las desigualdades existentes entre las regiones y países. No obstante, los desafíos actuales no solo tienen que ver con evitar el colapso de la economía y el empleo producto de la emergencia sanitaria global, sino además con adaptarse a la automatización y digitalización. Por esa razón, es fundamental reducir las brechas de habilidades a través de la capacitación laboral, y de oportunidades a partir de los servicios de empleo.
Según el Banco Interamericano de Desarrollo, en la Argentina 6 de cada 10 trabajadores se encuentran en ocupaciones con riesgo de automatización. Sumado a esto, 4,3 millones de personas presionan el mercado laboral para encontrar más y mejores empleos, de acuerdo con las últimas estadísticas oficiales del Indec. Mientras que los problemas sociales demandan soluciones inmediatas, los problemas estructurales del empleo en nuestro país (agravados por la pandemia) continúan profundizando las desigualdades.
Hoy se observa que el empleo, cuando es formal, se recupera; que el país recupera gradualmente su PBI y que el mercado laboral comienza a expandirse. No obstante, la población argentina es más pobre que antes de la pandemia.
Hoy hay 500.000 ocupados más comparando entre el primer trimestre de 2021 y el cuarto trimestre de 2020. Pero este proceso de recuperación es desigual: si nos enfocamos en las categorías de cuentapropistas y asalariados no registrados, no hay mejoras.
Pero el problema no termina aquí. En la Argentina, hay más pobres que antes de la pandemia: la pobreza trepó del 35,5% en el 2019 a 42% en 2020. Sumado a esto, el Observatorio de la Deuda Social de la Argentina informó que el número de personas que aún estando empleadas son pobres, sigue creciendo (de 15,5% en 2017 a 27,4% en 2020).
El precio de los alimentos es otro factor clave en este contexto. Según la FAO, en junio de 2021 se evidenció la primera caída del índice de precios de los alimentos tras 12 aumentos mensuales consecutivos en el mundo. No obstante, en nuestro país no paran de subir. Según datos del Indec, la Canasta Básica Alimentaria aumentó un 57,6% en términos interanuales, considerando junio 2020 y junio 2021. Este factor impacta sobre todo en los hogares que menos tienen.
En 2020, el 55,5% de la población argentina se encontraba alcanzada por alguna cobertura de programas sociales de transferencia de ingresos y asistencia alimentaria. Esto puede ayudar a paliar coyunturalmente esta situación, pero, para salir de la pobreza, la mejor estrategia sigue siendo crear empleo.
La clave sigue siendo fortalecer las estrategias destinadas a generar empleo e inserción laboral sostenible y de calidad. Sobre todo, para mejorar las condiciones de vida de los grupos poblacionales más vulnerables: personas con bajas calificaciones, que se encuentran desempleadas o en la informalidad laboral, y jóvenes.
La evidencia internacional muestra que la capacitación y la intermediación laboral son las políticas más efectivas para crear empleo en la región. Sin embargo, si se toma como base el presupuesto destinado a las políticas de empleo, en la Argentina apenas el 15% de la inversión va en esta dirección. La mayor parte, un 76%, se destina a programas de empleo público cuya efectividad es poco significativa en el mediano y largo plazo.
Lo cierto es que, en materia de empleo, no importa únicamente lo que se haga en materia de empleo: es necesario garantizar cierto crecimiento y estabilidad para generar certidumbre y confianza; y también redefinir prioridades en relación con el gasto público. No importa sólo cuánto se gasta, sino también en qué y cómo.
En este sentido, la Argentina tiene tres grandes desafíos:
Hoy se necesita de un proyecto serio y claro respecto de cuál será el perfil productivo del país en el mediano y largo plazo, para orientar en el mismo sentido las políticas de empleo y que no pierdan efectividad.
*El autor es director de la iniciativa Futuro del Trabajo.