Parece que fue ayer, pero ya pasaron casi dos meses desde que Messi fue presentado como nuevo jugador del Inter Miami. Tras muchas especulaciones, Leo pasó a ser jugador del equipo de Beckham en una transferencia que revolucionó el fútbol de los Estados Unidos y que ha comenzado a dar frutos casi de manera inmediata.
Desde un punto de vista estrictamente deportivo, el impacto de Messi superó todas las expectativas, que, de por sí, ya eran altas. Sus once goles, que lo ubican como tercer máximo goleador histórico del club, y sus cinco asistencias en tan solo once partidos oficiales, llevaron al Inter Miami a su primer título en la Leagues Cup, lo clasificaron por primera vez en la historia para la final de la Copa (la US Open Cup) y lo mantienen con vida en la Major League Soccer, donde ha sumado siete de nueve puntos posibles.
Para poner las cosas en perspectiva, especialmente para quienes no siguen este deporte, antes de la llegada de Leo, el Inter Miami llevaba diez partidos sin ganar. Desde su arribo, ganó diez de los últimos once. Como si eso fuera poco, Messi ha despertado el interés por el fútbol en un país donde ni el propio Pelé pudo hacerlo.
Las entradas para verlo jugar suben de precio partido a partido (a modo de ejemplo, las más baratas se vendieron a US$425 frente a Nueva York y en US$500 en el partido del último fin de semana en Los Ángeles), y cada vez son más las figuras de la farándula local que se dan cita para verlo jugar en vivo. Su último partido, de visitante contra Los Ángeles Fútbol Club, contó con la presencia de personalidades de la talla del ex príncipe Harry de Inglaterra, de las estrellas de la NBA LeBron James y James Harden, de los actores Leonardo Di Caprio, Selena Gómez, Will Ferrell, Owen Wilson y Gerard Butler, y del cantante Liam Gallagher.
En definitiva, Messi ha convertido todo lo que tocó desde su llegada a Miami en oro y eso nos lleva directamente al tema impuestos y a algunos otros relacionados con aquel. Al llegar a un nuevo país, en este caso Estados Unidos, toda persona tiene que pensar estratégicamente qué hacer con su patrimonio y eso, obviamente, no deja de ser cierto para el mejor jugador de fútbol de la historia, ¿no creen? De hecho, si bien la planificación patrimonial es algo que todos deberíamos conocer y aplicar, no es menos cierto que a medida que los patrimonios van creciendo, los ahorros que se pueden generar a través de una correcta planificación son mayores.
El sistema tributario de Estados Unidos está basado en dos impuestos fundamentales: - El impuesto a la renta (income tax): se trata de un impuesto que las personas que posean la nacionalidad estadounidense y/o sean residentes en los Estados Unidos pagan por sus ganancias, independientemente del lugar del mundo donde las mismas se generen. En otras palabras, no importa si estas ganancias se originan en Estados Unidos o en cualquier otro rincón del mundo, el income tax aplica igual.
En los Estados Unidos existen tres niveles de impuesto a la renta: Federal, Estatal y Municipal. Generalmente, la única planificación que puede hacer una persona física es mudarse a un Estados que no tenga impuesto a las ganancias, con lo cual pagaría solo el Federal. Florida es un buen ejemplo de un Estado que no cobra un impuesto adicional a las ganancias a sus residentes. Otros ejemplos son Alaska, Nevada, New Hampshire, Dakota del Sur, Tennessee, Texas, Washington y Wyoming - Impuesto sobre las ganancias de capital (capital gains): este tributo se paga sobre la apreciación de un activo durante el tiempo que fue tuyo.
La cantidad del impuesto depende de tus ingresos, el estatus de tus declaraciones de impuestos y del período de tiempo que fuiste propietario del activo. ¿Hay estrategias para diferir qué es capital gains? Sí, pero la realidad es que Leo no va a lograr reducir demasiado el monto final a pagar.
La mayor optimización fiscal que podría hacer Messi ante su llegada a Miami tiene que ver con el impuesto a la herencia, lo cual no es poco si consideramos que en Estados Unidos el impuesto a la herencia es extremadamente alto (40% por sobre el mínimo no imponible, que cambia según si el fallecido es, o no, residente norteamericano).
Entonces, lo que debería hacer Messi antes de instalarse de manera definitiva en Estados Unidos es estructurar su patrimonio de forma tal que la mayor parte de sus bienes queden fuera del país, a los efectos sucesorios. Por supuesto, hay muchas formas de lograrlo con un asesoramiento adecuado, pero generalmente esto se concreta a través de un trust irrevocable.
Un simple dato a tener en cuenta es que, si Messi hubiera hecho este trust hace cinco años, ahora no pagaría ni capital gains ni income tax tampoco sobre los bienes aportados al mismo, porque así lo establece la legislación norteamericana.
En cambio, si el trust se realiza al calificar como residente fiscal norteamericano, el campeón del mundo tendrá que pagar ambos impuestos. Este es, a grandes rasgos, el escenario en materia de estructuración patrimonial al que se enfrenta el número uno desde un punto de vista tributario.
Obviamente, la planificación patrimonial incluye muchos otros aspectos a los que sería importante prestar atención. Entre ellos, los documentos que se refieren a cuestiones sucesorias y de incapacidad, la contratación de seguros de distinta índole y la restructuración de sus inversiones pasivas (financieras, o no) o inclusive de algunos de sus activos a su nueva realidad. Por supuesto, y como digo siempre, lo ideal es que cada paso sea acompañado de un asesoramiento profesional. Mientras tanto, la buena noticia para el resto de quienes vivimos en Miami es que podremos disfrutar de ver al número uno jugar al fútbol cerca de casa.