En un mundo cada vez más digital, los gemelos digitales constituyen una tendencia que avanza veloz e indefinidamente. Estos simbolizan una gran herramienta para simplificar procesos de investigación y desarrollo y, combinada con tecnologías como IoT e Inteligencia Artificial, ayudan a las empresas a reducir los costos operativos, aumentar la productividad, mejorar el rendimiento y realizar mantenimientos predictivos.
Para los fabricantes de productos, esta tecnología es crucial para lograr líneas de producción más eficientes, optimizar procesos y lograr un tiempo de comercialización más rápido. Es decir, que representan un gran salto exponencial para las organizaciones que buscan innovar sin correr grandes riesgos y mantener los costos bajo control.
Además de las aplicaciones industriales, el metaverso y el avance de tecnologías AR, VR y wearables facilita que las instituciones educativas también vean los beneficios de estas tecnologías. Un claro ejemplo es la Universidad de Stanford, quienes anunciaron que van a incorporar gemelos digitales en sus programas de educación, construcción e ingeniería.
Sin embargo, más allá de los usos en las industrias, cabe preguntarse ¿podría haber gemelos digitales humanos en un futuro? Al igual que otras tecnologías relacionadas con la biogenética y la salud representan una gran oportunidad y un dilema ético al mismo tiempo.
Si bien existe la tecnología para digitalizar partes de la anatomía humana, la capacidad de crear un gemelo digital exacto del cuerpo humano aún no es factible. A pesar de ello, los sensores son cada vez más pequeños, y podrían enviar información de nuestra salud a un gemelo digital para monitorear y predecir nuestro bienestar.
Sin embargo, desde una perspectiva macro, el beneficio es exponencial, desde reducir los ciclos de R&D de medicamentos hasta minimizar la experimentación con animales, un claro ejemplo de esto, es el desarrollo de las vacunas contra el COVID-19 en el año 2020.
Hoy es una realidad, que los gemelos digitales son una tecnología que no para de crecer, y que llegaron para quedarse debido a que la transformación digital global en curso está impulsando la innovación en todas las industrias.