¿Por qué es clave generar una excelente cultura digital al interior de las organizaciones y cómo lograrlo?

La experiencia digital en una empresa es cada vez más clave, con fuerte crecimiento como tema estratégico. El impacto de una mala experiencia digital por parte de un colaborador puede parecer un problema menor al principio, pero si los trabajadores experimentan un “DEX negativo” probablemente sean menos productivos, menos útiles y estén menos satisfechos; esto se traduce en una disminución de la reputación de la empresa, en mayores índices de rotación y en la pérdida de ventas e ingresos.

En el marco del auge del trabajo 100% remoto, en un mundo cada vez más globalizado y con equipos interdisciplinarios de diversos países, la experiencia digital del empleado (DEX) es la interacción digital que cada colaborador experimenta de manera integral. Por eso, la DEX es un factor clave de éxito en los resultados del negocio y hay que entender que como subconjunto de la Employee Experiencie (EX), la DEX comienza a ser cada vez más abarcativa, desde el primer contacto en el proceso de selección, en el onboarding y en la interacción de las herramientas diarias que los trabajadores utilizan, hasta en las rutinas de gestión como parte del framework del trabajo. Esto impacta en la eficacia de la productividad, en el sentido de pertenencia y, por ende, en los resultados, por lo que es muy importante priorizarla entre los temas estratégicos del área de Recursos Humanos.

La DEX tiene que estar alineada a la visión, misión y objetivos estratégicos de la compañía. La clave es, a partir de un enfoque sistémico e integral, vincularla con la cultura y las fortalezas de la empresa. Partiendo de los cimientos fundacionales generales de nuestra compañía para llegar hasta los particulares, tenemos que preguntarnos: ¿Qué cultura tenemos? ¿Qué cultura deseamos? ¿Cómo es nuestra Employee Experience? ¿Hacia dónde queremos ir con ella? ¿Cómo juega la DEX en este marco? ¿Qué resultados esperamos de nuestra DEX? ¿Cómo nuestra DEX contribuye a la misión de nuestra empresa? 

(Pixabay)

Contar con una plataforma integral de gestión del capital humano, para lograr una exitosa DEX, es clave porque facilita el onboarding digital, aporta herramientas de seguimiento de objetivos y de performance y mejora las comunicaciones, entre otros temas que contribuyen de manera directa en la mejora de la DEX.  Además, permite automatizar distintos procesos con lo cual se logra mayor productividad en distintos workflows complejos, tanto, por ejemplo, para la representación e interacción de equipos ágiles de proyecto como para la gestión de vacaciones.

Los empleados que experimentan una mejor experiencia digital desarrollan un mayor sentido de pertenencia impactando esto de manera directa en la disminución de la rotación. Además, genera mayor compromiso dando mejores resultados y ayudando al crecimiento del negocio. También es uno de los elementos clave que ayuda a consolidar a una marca como buena empleadora. De cara a la reputación con los clientes, estos se sienten más satisfechos al interactuar con colaboradores productivos y comprometidos y esta es la ecuación que estratégicamente debemos tener en claro desde la gestión de recursos humanos y tecnología. 

Alfredo Terlizzi, CEO de Workia

En la Argentina y toda Latinoamérica, la DEX es un tema que ocupa cada vez más la agenda en los equipos de talento humano y IT, pero el camino por recorrer aún es muy largo. El crecimiento del teletrabajo y de generaciones de profesionales de RRHH nativas digitales como así también la volatilidad creciente de diversos equipos de trabajo, hacen que la DEX tome cada vez mayor relevancia, aunque, en algunas ocasiones, acceder a herramientas de calidad para favorecer la DEX, puede resultar una traba. Sin embargo, el primer obstáculo es el mindset porque tenemos modelos mentales que aún no llegan a entender la fuerza e importancia de este tema, con lo cual, el punto de inicio es la decisión y visión de los líderes corporativos para hacer que las cosas sucedan.

 

*La columna fue escrita por Alfredo Terlizzi, CEO de Workia.