Entre todos los cambios que nos trajo la pandemia, no queda duda de que impulsó el avance de la revolución tecnológica y, por ende, de una nueva vida digital. Sin embargo, en nuestro país, el 50% del tiempo de la fuerza laboral de fábricas y empresas del rubro logístico, todavía opera haciendo tareas rutinarias y repetitivas fuera de sistemas integrados. Es un buen momento, entonces, para preguntarnos cuáles serán las innovaciones a aplicar en Supply Chain (cadena de abastecimiento) durante este año?
El centro de las soluciones está en nuestros equipos, en las personas; por eso, los líderes debemos cambiar la mente organizacional y entender que ya no hay valor en que el humano use 50% de su tiempo en recolectar, preparar, procesar, discutir y analizar información. Todo ello representa una pérdida de energía, de poca flexibilidad y escasa velocidad de reacción. Debemos comprender que el humano no optimiza mejor que un software; ya no más. Inclusive la fórmula más simple de Excel, nos dará mejores y más rápidos números para tomar decisiones. Por lo tanto, no debemos poner energía en controlar los errores de los softwares (post proceso), sino que debemos re-enfocarnos y asegurar que la información ingresante sea la mejor y la necesaria para la toma de decisión y acción.
Los sistemas integrados nos ayudarán a manejar 2 tipos datos:
1) Algunas informaciones que hoy no las tenemos por no tener cómo recolectarlas (y por ende no las utilizamos para decidir pero nos servirán)
y 2) son las que tenemos, pero no sabemos manejarlas de manera eficiente y no ayudan en la toma de decisión.
Algunos ejemplos que podemos citar y que se comenzaron a incluir en las decisiones de planning son los casos del uso de datos de diseño de equipos, feedback de consumidores, variables definidas en la manufactura, controles de variable externas al proceso, informaciones en real time de materiales, fabricación, delivery, ventas. El humano no está en condiciones de procesar todo eso en tiempo real, pero los sistemas si logran las mejores optimizaciones. Son inimaginables los niveles de interconexión que podríamos alcanzar.
Otro aspecto a tener en cuenta es que el 50% de los costos operativos de las empresas están influenciados por los humanos, por lo que se nos plantea un desafío relacionado con cambiar el balance, pensar en qué parte de la cadena vamos a agregar valor y qué dejaremos en manos de la tecnología.
No hay una sola área de manufactura que no esté evolucionando en este sentido. Todos los procesos de supply chain se están volviendo “inteligentes”. En el caso particular de manufactura, tenemos ejemplos de “fábricas inteligentes” que ya son un hecho, de la mano de distintas tecnologías que vamos a desarrollar a continuación.
La robótica, en sus distintas versiones, puede ayudarnos a realizar productos en máquinas de alta velocidad, que puedan absorber sin problemas cambios en las especificaciones de manera veloz, o a resolver tareas repetitivas de la mano de los cobots (robots colaborativos, que tienen un costo muchísimo más accesible que en el pasado) ellos aprenden las operaciones, sin necesidad de programar. LA RPA (en español, Automatización robótica de procesos) es otra herramienta que nos ayuda a robotizar procesos, como los robots autónomos que “caminan” por la planta, al lado de los humanos moviendo los materiales. Todo lo imaginable ya existe; hoy también contamos con robots que gestionan la seguridad de las obras.
Hay más casos de aplicación que generan una mayor eficiencia, como los sistemas de controles de calidad perfectos, que vienen de la mano de la realidad aumentada, de las cámaras de alta velocidad y de las inteligencias artificiales que ajustan parámetros de calidad en tiempo real.
La impresión 3D es otro caso que llegó para revolucionar el manejo de piezas especiales, la impresión de repuestos para realizar mantenimientos al instante, la realización de equipos completos desarmables. ¡La existencia de granjas de producción 3D que reemplazan a las fábricas!
Internet Of Things (internet de las cosas o IoT, por sus siglas en inglés) nos permite hiperrelacionar cualquier equipamiento, cualquier máquina, cualquier sensor y tomar decisiones y acciones con todo el paquete de big data recibidos. Por último, cabe destacar el rol de la nube, que es la herramienta que nos dejará operar desde cualquier lado. Esto ya existe y nos hace replantearnos si ¿debemos “ver” lo que estamos procesando?
Específicamente, ¿cuáles son los 5 retos de la logística 4.0 que la tecnología nos ayudará a resolver? Reducir los tiempos de respuesta con producciones más cortas, apostar por la logística inteligente, favorecer una omnicanalidad real, anticiparse a las necesidades del cliente y controlar la trazabilidad de todo el proceso.
El 2022 será un año donde la supply chain debe ser su sendero de transformación para adaptarse a tantas incertidumbres y cambios de la mano de esta estantería tecnológica, que parece infinita. Sin duda los líderes deben cambiar el chip mental de las organizaciones para poner al humano en el centro de las decisiones y a los sistemas realizar las operaciones básicas.