El mundo actual demanda volver a la esencia del ser humano. Esto significa que debemos humanizarnos, humanizar las organizaciones, el uso de la tecnología, pero sobre todo el contacto y los lazos.
Cuando le pregunto a alguien qué significa la filosofía de humanizarnos, la respuesta que recibo es la conexión humana, el poder conectar con otros y con el mundo actual. La única manera de hacerlo es estando presentes alineando nuestra cabeza, corazón y cuerpo para poder conectar con otras personas, ya sean reguladores, accionistas, clientes, proveedores o colaboradores.
Como seres humanos tenemos la capacidad de escuchar, de empatizar y generar un impacto que trascienda a nuestra comunidad, al medio ambiente, a nuestra empresa y a la familia. Si logramos hacerlo vamos a estar cumpliendo con los indicadores de responsabilidad social, ambiental y de gobierno corporativo.
La filosofía de humanizarnos es reconocernos iguales, somos seres no sólo de luz, porque los humanos tenemos luz, pero también sombras. Y si somos capaces de reconocer nuestras sombras, vamos a conseguir potenciar más nuestras luces.
Lo diverso incomoda e invertimos tiempo para entendernos y ponernos de acuerdo. Si conseguimos salir de la incomodidad entonces sí vamos a encontrar valor, pero eso nos demanda un camino y gran esfuerzo. Recordemos que no hay verdades sino interpretaciones. Si logramos volvernos curiosos y fans de los modelos de interpretación de los otros, vamos a ser capaces de incluir a través de la diferencia.
Desde la palabra todos somos diversos, equitativos e inclusivos. Cuando estamos frente a las grandes preguntas a las que nos enfrenta la pandemia, ¿escuchamos a todos realmente o escuchamos las mismas voces de nuestras organizaciones? Hoy tenemos que escuchar a todas las voces, y al hacerlo nos vamos a dar cuenta que muchas se mantenían invisibles o quizás lo eran para nosotros en nuestras organizaciones.
En el Mercer Journey, el evento anual que recientemente realizamos, presentamos a distintas voces invisibles de nuestras organizaciones que nos aportan diversidad en serio. La invitación es que seamos coherentes entre ser, hacer y decir. Es clave pasar a la acción y escuchar mucho más a esas voces invisibles porque todos somos iguales desde lo esencial, desde lo humano. Depende de nosotros ser inclusivos y equitativos.
La filosofía que proponemos es que nos reconozcamos iguales y entendamos que solo interpretamos la realidad con nuestra propia diversidad. Las organizaciones no existen, lo que existe son las personas que las formamos con nuestras luces y nuestras sombras.
*La autora, Cecilia Giordano, es CEO de Mercer Argentina, Uruguay y Paraguay