Pertenencia: el cuarto elemento en una estrategia de DEIB
Alejandro Blanco Smith Director de la práctica de Diversidad, Equidad e Inclusión de Olivia
Alejandro Blanco Smith Director de la práctica de Diversidad, Equidad e Inclusión de Olivia
¿De qué sirve ponderar una estrategia de diversidad si las personas a las que está dirigida no se sienten verdaderamente incluidas? ¿Podemos hablar de equidad si no todos los miembros de la organización tienen las condiciones para desbloquear el máximo de su potencial? ¿Cuál es el objetivo de apostar por la diversidad si no se reconocen y valoran las características únicas de cada individuo, en el marco de un entorno sin prejuicios?
Por todo esto, en cada vez más rincones del mundo, las estrategias DEI (siglas en inglés por diversidad, equidad e inclusión) están sumando un cuarto término y convirtiéndose en DEIB. La sigla final corresponde a belonging o pertenencia.
Pertenecer no es otra cosa que sentirse aceptado, valorado e incluido en un grupo. Considerarse un miembro valioso, que está conectado de manera fluida con sus compañeros y colegas, que colaboran de igual a igual en los proyectos y que forma parte de la comunidad de la organización
A modo de definición, podemos decir que cuando se logra que una persona desarrolle el sentido de pertenencia, se da sentido colectivo a las acciones de DEI y se refuerza la idea de que se está trabajando en un ambiente seguro, de respeto, escucha y justicia, es decir, con todos los componentes básicos que se requieren para construir confianza.
La pertenencia se vincula con métricas cruciales para el desempeño organizacional, incluyendo el compromiso y el clima laboral. Un colaborador que se “siente parte” experimenta más estímulos para hacer su aporte para el éxito de la organización -que será, de cierta manera, su propio éxito, ya que ambos están alineados- y se siente motivado a seguir conformando ese equipo.
El espíritu de colaboración se ve reforzado, gracias a que se siente en comunión con el resto de los integrantes de la organización. Estamos hablando, por lo tanto, de un predictor poderoso tanto del desempeño individual como colectivo, con impacto directo en el rendimiento del negocio.
La DEIB se presenta como un principio central de la cultura organizacional que amplifica el propósito de las empresas e impulsa la innovación, diseñando experiencias superiores y generando un impacto positivo tanto en el negocio como en la comunidad en general.
¿Es posible desplegar iniciativas concretas para fomentar el sentido de pertenencia dentro de la organización? Por lo pronto, existen elementos que no pueden faltar. Una comunicación abierta y honesta, una escucha activa por parte del liderazgo y, por supuesto, una estrategia DEI madura.
Cualquier obstáculo que impida a un colaborador sentirse verdaderamente incluido debe abordarse de manera activa y transparente. Cualquier sesgo que se detecte dentro de los procesos y la dinámica de los equipos de trabajo, debe trabajarse con sentido de grupo y comunidad.
Tal vez, la explicación más gráfica sobre la idea de “pertenencia” es la que nos brinda experta en diversidad Vernā Mayers (adaptada libremente para este artículo): “Diversidad es que te inviten a una fiesta, equidad es que pongan tu canción favorita, inclusión es que bailen contigo y pertenencia es que que puedas bailar toda la noche con el resto como si nadie te estuviera mirando”.
*La columna fue escrita por Alejandro Blanco Smith, Director de la práctica de Diversidad, Equidad e Inclusión de Olivia