El año pasado sirvió para acelerar la hoja de ruta de la transformación digital para la mayoría de las organizaciones. Los líderes empresariales reconocen la necesidad actual de una infraestructura de TI más ágil y escalable.
Dado que la transformación digital es un viaje continuo y en evolución, las organizaciones se enfrentan a desafíos nuevos y dinámicos que se pueden clasificar principalmente en cuatro áreas clave:
1. La naturaleza omnipresente de los datos y la informática: Con datos que fluyen desde sistemas múltiples y en silos, para lograr conocimientos oportunos y ofrecer valor real, la capacidad de procesamiento de datos debe extenderse a los puntos de necesidad (edge computing).
2. Cambios rápidos en la tecnología: Las nuevas tecnologías como IA, ML y análisis predictivo están aumentando significativamente la demanda de capacidades informáticas. Las empresas deben poder incorporar sin problemas las últimas tecnologías para ofrecer experiencias de cliente conectadas.
3. Procesos y tecnologías dispares: La transformación digital requiere una red troncal digital moderna que ofrezca una infraestructura flexible para satisfacer las demandas de diversas cargas de trabajo y permita la automatización para optimizar los procesos que logrer la máxima eficiencia.
4. Posibilidad de amenazas: A medida que su infraestructura se amplía, también lo hacen las amenazas, tanto de agentes internos como externos. Las organizaciones necesitan un nivel de resiliencia que proteja la información y los sistemas críticos sin interrumpir su negocio.
Todos estos desafíos plantean demandas adicionales en la infraestructura y los recursos de TI: ya sea que las empresas necesiten más potencia de cómputo sin procesar, capacidades de aceleración mejoradas, seguridad mejorada, menor latencia o una combinación de todo esto, muchas organizaciones están lidiando con la mejor manera de hacerlo.
Modernizar los centros de datos para respaldar una transformación digital sólida
Los CIOs ahora son más conscientes de que administrar e interpretar datos para proporcionar información procesable jugará un papel crucial en impulsar la innovación y diferenciarlos de sus competidores. Sin embargo, muchas organizaciones se ven frenadas por la infraestructura de TI heredada que no puede escalar lo suficiente para satisfacer las demandas de sus ambiciones operativas.
Las organizaciones que modernicen sus centros de datos disfrutarán de las muchas ventajas de las operaciones de TI optimizadas, incluidas aplicaciones escalables masivamente, agilidad para soportar múltiples cargas de trabajo, riesgo reducido de tiempo de inactividad, experiencias mejoradas del cliente y costo total de propiedad (TCO) reducido.
A medida que los CIO piensan en modernizar sus centros de datos, deben tener en cuenta tres consideraciones clave.
1. ¿Es escalable?
Determinar la escala y la arquitectura de un centro de datos es el punto de partida fundamental. La instalación en sí no solo debe cumplir con los requisitos actuales, sino que también debe proporcionar la flexibilidad para escalar y abordar los requisitos futuros de energía, refrigeración o densidad.
En el entorno digital actual, las empresas también deben poder ejecutar diversas cargas de trabajo incorporando las últimas innovaciones tecnológicas sin revisar todo el centro de datos.
Por lo tanto, es importante que el hardware y las soluciones que lo acompañan seleccionados para el centro de datos permitan una computación adaptable y una arquitectura empresarial escalable. Tener acceso a una cartera de servidores optimizados para los últimos avances tecnológicos y que se integran fácilmente en los clústeres de servidores ayudaría a permitir un escalado sin problemas y, al mismo tiempo, funcionar de manera eficiente.
2. ¿Está optimizado para la automatización?
Con frecuencia escucho de clientes y socios que su infraestructura de TI está siendo empujada al límite de su capacidad y su habilidad para administrar el medio ambiente. La creciente complejidad de las nuevas tecnologías, el aumento de los volúmenes de datos y la constante amenaza de intrusión cibernética están obligando al personal de TI a pasar más tiempo atascado solucionando problemas y menos tiempo entregando nuevas capacidades o innovación a la empresa.
La computación autónoma permite a los clientes realizar una infraestructura autoimplementada, autoaprovisionada y autogestionada y representa el medio para aumentar drásticamente la productividad mientras se reducen los costos para los equipos de TI. Las empresas deben buscar la capacidad de automatizar todo el ciclo de vida del servidor desde la implementación hasta el retiro a través de la inteligencia integrada.
3. ¿Es seguro y resistente?
La transformación digital requiere una transformación de la seguridad. Las principales preocupaciones de los clientes en el camino hacia la transformación digital son la privacidad de los datos y la ciberseguridad. Garantizar la seguridad de los datos almacenados por las empresas se ha convertido en una preocupación mayuscula. Si bien no existe una solución mágica que aborde los problemas de seguridad en todos los frentes, existe un enfoque que puede ayudar a detectar y proteger las plataformas contra las amenazas y permitir una recuperación rápida en caso de una infracción: construir una arquitectura ciberresiliente desde cero.
Para ofrecer esto, el hardware y el firmware deben tener seguridad integrada que esté incorporada, no atornillada, para una protección de extremo a extremo. La seguridad debe comenzar antes de la implementación y luego continuar a través de cada fase del ciclo de vida del producto con sistemas y software diseñados para interacciones seguras y la capacidad de predecir amenazas potenciales.
En última instancia, a medida que las organizaciones reevalúen su enfoque de TI, las que tendrán más éxito serán las que tengan una visión clara para aprovechar su infraestructura de TI como fuente de su ventaja competitiva y las que logren adoptar los últimos avances tecnológicos para desbloquear su capacidad de innovación de manera completa.
*La columna fue escrita por Raymundo Peixoto, vicepresidente ejecutivo de Soluciones de Datacenter de Dell Technologies en Latinoamérica.