Mercado Inmobiliario: qué dejó 2024 y cuál es la proyección para 2025

El año 2024 marcó un punto de inflexión en el mercado inmobiliario argentino, con un cambio significativo en la tendencia de los precios y el comportamiento de los inversores. Después de varios años de caída, el mercado comenzó a mostrar signos de recuperación, impulsado por una serie de factores macroeconómicos y políticas específicas que han tenido un impacto directo en el sector.

Análisis macro del 2024

El 2024 fue un año de grandes cambios en el mercado inmobiliario. Uno de los factores más relevantes fue la estabilización del dólar, que se mantuvo prácticamente plano, mientras que la inflación en pesos alcanzó el 100%. Este desajuste provocó un aumento significativo en los costos de construcción, lo que a su vez generó un ajuste de precios en el mercado. Sin embargo, estos aumentos no fueron del todo suficientes para compensar la inflación, lo que resultó en una reducción de los márgenes de ganancia para los desarrolladores.

Además, la demanda en el mercado inmobiliario se vio impulsada por el blanqueo de capitales y el anuncio de nuevas líneas de créditos hipotecarios. Esta combinación de factores generó un aumento en la actividad del mercado, aunque no en los volúmenes esperados. Muchos inversores optaron por unidades más pequeñas, lo que llevó a un gran número de operaciones pero sin un incremento significativo en el volumen total.

Por eso, el principal desafío para el sector inmobiliario en 2024 fue la discrepancia entre el aumento de los costos y la capacidad de ajustar los precios. Esto resultó en una reducción de márgenes que afectó a muchos desarrolladores, algunos de los cuales se vieron obligados a detener sus proyectos. Sin embargo, el Estudio Kohon logró atravesar esto sin grandes cambios en su estrategia. Uno de sus proyectos más exitosos fue el de Besares en Núñez, que se destacó por su ubicación y la oferta de unidades de uno y dos ambientes, muy demandadas en el mercado.

Proyecciones del sector para 2025

La proyección para 2025 es optimista. Se espera que el impacto pleno del blanqueo de capitales y el aumento en los créditos hipotecarios se vea reflejado en el mercado. Con más volumen de créditos disponibles, la demanda por propiedades aumentará, aunque la oferta aún no ha alcanzado los niveles necesarios para satisfacer esta demanda.

Se prevé que los precios continúen en alza debido a la alta demanda y la limitada oferta. Además, se espera que los costos de construcción se estabilicen, lo que permitiría a los desarrolladores ajustar sus márgenes y continuar con sus proyectos. El mercado de propiedades usadas será uno de los más beneficiados, ya que los créditos hipotecarios se moverán inicialmente hacia este segmento, elevando sus precios hasta equipararse con las propiedades nuevas.

¿Por qué sigue siendo un buen momento para invertir? 

Para los inversores, 2024 fue un buen año para comprar, y 2025 promete ser aún mejor. La consolidación de los créditos hipotecarios y las nuevas líneas de financiamiento para propiedades en construcción ofrecen oportunidades únicas. A pesar de los desafíos, la inversión inmobiliaria sigue siendo una de las más seguras a largo plazo, especialmente en zonas de alta demanda como el Corredor Norte de la Ciudad de Buenos Aires, donde el poder adquisitivo de la clase media-alta sigue siendo fuerte y los barrios de Nuñez y Saavedra son los grandes protagonistas. 

En resumen, el mercado inmobiliario argentino está en una fase de recuperación y crecimiento. Los inversores que se anticipen y aprovechen las oportunidades actuales podrán obtener grandes beneficios en el futuro. La combinación de políticas favorables, créditos hipotecarios accesibles y una demanda en aumento hacen del 2025 un año prometedor para el sector.

 

*La columna fue escrita por Iván Briones, Gerente Comercial de Estudio Kohon, una desarrolladora inmobiliaria fundada en 1977 que abarca todas las etapas de los proyectos: búsqueda, análisis y adquisición del terreno; diseño y desarrollo de proyectos; aprobación municipal; construcción; comercialización de las unidades y entrega de las unidades a los clientes en el menor tiempo posible, otorgando un alto grado de satisfacción.