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Columnistas

Más de 600 empresas argentinas empezaron a medir su triple impacto en 2024

Marina Arias Directora Ejecutiva de Sistema B Argentina

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Este año, 46 compañías locales obtuvieron la Certificación de Empresa B, alcanzando un total de 244 en nuestro país, entre ellas las primeras empresas B de Salta y Entre Ríos.

26 Diciembre de 2024 08.00

En el contexto de crisis social y ambiental en el que vivimos, cada vez son más las personas que se cuestionan el sistema económico que nos trajo hasta aquí. Pero hay un camino diferente, en el que la rentabilidad no se busca a cualquier costo y la fuerza del mercado es aprovechada para contribuir al bienestar de las personas y el planeta. Eso es lo que promovemos desde el Movimiento Global B.

Las más de 9.400 empresas B que hay en el mundo demuestran día a día que hacer negocios de una forma distinta es posible. Y Argentina no escapa de esta tendencia en crecimiento: este año, 46 compañías locales obtuvieron la Certificación de Empresa B, alcanzando un total de 244 en nuestro país, entre ellas las primeras empresas B de Salta y Entre Ríos. 

Pero más allá de la certificación, queremos destacar que este año más de 600 empresas argentinas empezaron a medir su impacto económico, social y ambiental con la Evaluación de Impacto B, una herramienta completamente gratuita y confidencial que permite a cualquier compañía, sin importar su sector y tamaño, conocer y mejorar su impacto en las personas y en el planeta.

A diciembre de 2024, son 8.000 las empresas de nuestro país que usan esta herramienta de gestión para tomar decisiones. Este número nos emociona, porque se traduce en miles de empresarios y empresarias que no quieren buscar la rentabilidad a cualquier costo, que ven a su organización como un agente de cambio que puede aprovechar la fuerza del mercado para contribuir al bienestar, cambiar las reglas del juego y construir un nuevo sistema económico.

Este año realizamos el Día B en Mar del Plata, un evento que reunió a los principales actores que están impulsando las nuevas economías en nuestro país. Recibimos a líderes de empresas, de la Academia, del Estado y de Organizaciones de la Sociedad Civil. En total, convocamos a más de 1.100 personas entre los asistentes presenciales y por streaming, y fuimos testigos de cómo la conversación alrededor del Triple Impacto empresarial está en pleno crecimiento. En el sondeo que hicimos entre los asistentes, casi el 80% respondió que esto se debe a la profundización de las crisis económicas, sociales y ambientales.

Llegamos a Argentina hace 12 años y, a pesar de este contexto desafiante, muchas empresas nos fueron demostrando que una economía centrada en las personas y el planeta es posible. El crecimiento del Movimiento B fue -y sigue siendo- exponencial: en 8 años alcanzamos el número de 100 Empresas B y, dos años y medio después, lo duplicamos para llegar a 200. Además, año a año se federaliza alcanzando nuevos territorios. 

Las empresas B son compañías verificadas por B Lab al cumplir con altos estándares de desempeño social, ambiental y transparencia: definen un propósito, la huella que quieren dejar en la sociedad y el mundo; modifican sus estatutos para protegerlo y comprometerse legalmente a beneficiar no solo a los accionistas, sino a todas las partes interesadas (los trabajadores, los clientes, las comunidades y el medio ambiente); y miden y gestionan su impacto socioambiental en un proceso de mejora continua

Las miles de empresas que están recorriendo este camino, tengan o no la Certificación B, son de múltiples tamaños e industrias. Son organizaciones que, desde el sector privado, buscan dar respuesta a las problemáticas sociales y ambientales que nos atraviesan. Son negocios rentables, que generan valor económico y empleo genuino, y lo hacen poniendo en el centro de sus decisiones lo más importante: la vida de las comunidades y la naturaleza en las que trabajan.

No lo hacen por solidaridad, sino porque hacer las cosas bien es también una decisión estratégica. Apostando al desarrollo sustentable de sus negocios, pueden ofrecer más valor a sus consumidores, adelantarse a marcos regulatorios, ser más atractivas para inversores, atraer y retener talento y destacarse en sus industrias.

En Sistema B cerramos el año con esperanza, porque esta comunidad es cada vez más grande, y con mucha emoción, porque esperamos un 2025 en el que este Movimiento siga alcanzando a líderes de empresas que quieren hacer las cosas bien porque tienen la convicción de que es el único camino posible. Aquí estamos para brindarles las herramientas necesarias para transitar este camino junto a tantas otras que comparten las mismas inquietudes. A todos los que deseen un futuro más inclusivo, equitativo y regenerativo para las futuras generaciones, los esperamos. 

 

*La columna fue escrita por Marina Arias, Directora Ejecutiva de Sistema B Argentina

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