La diversidad cultural se convirtió en uno de los pilares más importantes en la cultura de las pymes. Las diferencias culturales en las distintas regiones del país y el movimiento migratorio en Latinoamérica nos nutre de esta pluralidad presente en nuestro entramado social, que determina nuevos intercambios e interacciones interculturales.
La variedad en el lenguaje, manifestaciones artísticas, rituales, comidas, modos de vincularse, problemáticas y formas de resolver se trasladan a la pyme, y es una gran oportunidad para tomarla como parte del patrimonio pyme.
La presencia de diversidad cultural en nuestras empresas hace necesario adquirir herramientas, medirnos y capacitarnos en temas de diversidad. Habilitar espacios seguros para que la diversidad pueda manifestarse y comunicarse entre los colaboradores.
La formación, sensibilización y capacitación que reciben las pymes en esta temática permite mejorar los sesgos, ejercitar la tolerancia y así, revincularnos con un otro con quien compartimos equipo.
Los seis beneficios de ser una pyme diversa:
- 1- Mejora la estrategia, el análisis y la medición del riesgo.
- 2- Forma equipos innovadores, creativos y talentosos.
- 3- Mejora sus productos y servicios atrayendo a clientes diversos.
- 4- Mejora la toma de decisiones.
- 5- Construye un ambiente inclusivo que mejora el clima organizacional.
- 6- Mejora la productividad, sus resultados y rentabilidad.
El primer paso es tomar la decisión de incorporar la diversidad como estrategia del negocio, tenemos más diversidad cultural en nuestra pyme de la que pensamos, medirse, conocerla, ponerla en valor y gestionarla.
El camino de gestión de la diversidad es pensarlo como un ciclo de cosecha, que finalmente siembra pymes productivas y rentables que trabajen por una sociedad respetuosa y comprometida con todos sus integrantes.
*La columna fue escrita por Anahí Tagliani, directora de una pyme y asesora de pequeñas y medianas empresas en promoción de la diversidad, inclusión laboral y bienestar.