Las plataformas colaborativas, los nuevos edificios virtuales de las empresas
Pablo Faga socio y director de BW Comunicación Interna
Pablo Faga socio y director de BW Comunicación Interna
Uno de los datos más relevantes que surgió en la sexta edición del informe Diagnóstico CI 2021 destaca que el 82% de las empresas modificó su ecosistema de canales por el impacto de la pandemia. Un 66% de las empresas ya cuentan con plataformas colaborativas y más de un 26% expresa la necesidad de incorporarlas.
En los últimos dos años se imponen como un único lugar en el que las personas pueden interactuar, conversar, trabajar y que además permite relevar métricas. Los equipos híbridos llegaron para quedarse, con colaboradores que trabajan desde casa, en la oficina y en la “primera línea” (sucursales, calle, planta?); arribaron con nuevas reglas de interacción y nos mostraron una realidad ineludible: ya no podremos encontrarnos todos, como antes, en un mismo entorno físico.
Así, las plataformas colaborativas se cristalizan como verdaderos edificios virtuales que pueden nuclear las distintas necesidades de comunicación que presenta una organización humana: interacciones en todos sus niveles (posts, chats, videollamadas), colaboración, transmisión de información clave (de uno a todos y de todos a todos), facilitación de archivos.
En ellas, ningún colaborador externo queda afuera. No es un dato menor teniendo en cuenta que el 80% de la fuerza de trabajo global es “deskless”: operarios de planta, trabajadores de la salud, educadores, vendedores, conductores de transportes, entre otros.
Las plataformas colaborativas aparecen como la mejor opción. Entre las herramientas digitales más utilizadas, Teams, de Microsoft, explotó con la pandemia (60%), Workplace sigue consolidado como una de las alternativas más difundidas (25%) y Yammer, también de Microsoft, ocupa un cómodo tercer puesto (21%). Pero, ¿a qué llamamos plataforma colaborativa? ¿cuáles de estas herramientas tienen la potencialidad de convertirse en “edificio virtual”?
Hay herramientas que son principalmente de interacción visual, y cuya función principal es reemplazar a la sala de reuniones, cerrada por pandemia.
El crecimiento de Teams, Zoom, Google Meet y demás, es fácil de entender: todas las veces que te acercabas a la oficina de tu jefe a preguntarle algo, todas las charlas junto a la máquina de café, todas las reuniones, grandes y chicas, formales o informales, de equipos o de empresas enteras, todo eso pasó a vehiculizarse a través de estas plataformas de interacción.
En esta nueva realidad se impone entonces el imperativo del edificio virtual. Un único lugar donde todos podamos interactuar, trabajar y comunicarnos. Un único lugar donde nadie quede afuera, donde todo lo importante se encuentre allí.
*El autor es socio y director de BW Comunicación Interna