No pasó mucho tiempo desde que el streaming llegó para revolucionar la manera en la que consumimos medios. Sin embargo, con este crecimiento aparecieron nuevos desafíos que afrontar, entre ellos un contexto cada vez más dinámico, donde la competencia crece ferozmente y las expectativas del público están en constante evolución.
En este sentido la respuesta es clara: la flexibilidad necesita convertirse en el eje central de este nuevo escenario, donde los protagonistas deben enfrentarse al desafío de ser relevantes y cautivadores en un mundo digital en permanente transformación.
Las nuevas señales de streaming entendieron la importancia de adaptarse a la diversidad de públicos, ofreciendo recursos e ideas en nuevos formatos que logran atraer a todas esas audiencias en un mismo canal. Para esto, la amplificación de ofertas de programas semanales y la extensión horaria en la programación fueron las estrategias clave de este primer semestre de 2024.
No cabe dudas de que el formato de tv-radio por streaming, nacido en pandemia, ganó centralidad de la mano de proyectos como Luzu, Olga, Gelatina o Blender. Sin embargo, al contrario de significar un quiebre para los medios que conocemos desde siempre, esto parece ser el inicio de un nuevo capítulo que busca combinar lo mejor de todos los mundos. En este sentido, los nuevos contenidos se destacan por ser frescos, divertidos y espontáneos sin dejar de lado la seriedad y responsabilidad para tratar temáticas de la actualidad.
Los resultados son notorios y cada vez más exponenciales. Así lo demuestra el primer reporte de actividad publicitaria en Argentina de señales en TV streaming elaborado por Seeka, que incluyó en análisis de los 8 canales más importantes. Este informe resaltó el despegue definitivo de la demanda publicitaria, señalando la presencia de cada vez más marcas que apuestan al streaming como canal, abarcando 43 industrias diferentes. Además, los resultados indicaron que las marcas tienden a priorizar los canales con las cifras más altas en términos de suscriptores y visualizaciones y, en promedio, utilizan dos canales para maximizar su alcance a partir de formatos combinados.
En esta era de revolución, los medios se vislumbran en un terreno de flexibilidad, adaptación y novedosas apuestas. Desde la ampliación de horarios hasta la diversificación de figuras y contenidos, buscan responder a la demanda de audiencias cada vez más variadas y exigentes. La innovación en los formatos y la experiencia de los medios tradicionales se fusionan para ofrecer un abanico de posibilidades que hace cada vez más evidente que el consumo audiovisual y la diversidad de pantallas está en aumento y se complementan.
Ante un panorama saturado de opciones y alternativas, los espectadores de hoy demandan más que simplemente contenido: exigen entretenimiento, últimas tecnologías y calidad audiovisual de primer nivel. En este sentido, las plataformas de streaming se actualizaron y realizaron grandes inversiones para ofrecer una experiencia que satisfaga las exigencias de sus audiencias, pero sin la presión del rating.
Como comunicadoras, debemos analizar y comprender este nuevo medio, los formatos y sus contenidos para adaptar, de la mejor manera posible, los mensajes que las marcas quieren transmitir.
Esta nueva era de la comunicación augura un futuro donde la diversidad de contenido y la personalización se convierten en los pilares fundamentales de la industria del entretenimiento permitiéndole a los espectadores encontrar exactamente lo que desean en cualquier momento del día. Ya no se trata de competencias, ni de números: en esta revolución, conceptos como el de comunidad e identidad son esenciales si se quiere pertenecer a la nueva era de los medios.
*La columna fue escrita por Lucrecia Viano y Laia Farré, Directoras de SUR Comunicación