El mundo financiero y tecnológico sigue creciendo y evolucionando, en especial en lo referido a la adopción de nuevos medios de pagos digitales. A esta altura ya es un hecho que esta tendencia llegó para quedarse, ya que si bien la vuelta a la normalidad retomó el uso del efectivo, gran parte de los usuarios y comerciantes prefieren continuar utilizando los sistemas de cobros digitales, que hoy se presentan como una opción práctica, fácil y ágil.

Éste era un proceso gradual que ya se venía dando en la Argentina, que, según un estudio del New Payments Index, hoy es uno de los países más avanzados de la región en cuanto al uso de herramientas digitales para efectuar pagos. De hecho, los pagos digitales se han convertido en una pata fundamental de la actividad económica y es justamente gracias a la cantidad de métodos que aparecen constantemente, a su convivencia y a su eficacia que los consumidores no solo se animaron a usarlos, sino también que los piden proactivamente en los comercios.

De la variedad de opciones que han surgido en el último tiempo, el QR es uno de los más elegidos y en 2022 su uso se disparó a punto tal que en algunos agrupadores se convirtió en el segundo método de pago más utilizado. De acuerdo con datos del Banco Central, en la actualidad uno de cada cuatro pagos realizados a través de transferencias digitales se inicia con este sistema.

Esta masificación generó mayores exigencias por parte de los clientes. Una de las principales demandas era la de poder tener la posibilidad de cobrar con cualquier sistema. Frente a esto, el Banco Central dispuso la implementación del QR interoperable. Sin embargo, la medida se limitaba a las transferencias inmediatas, por lo que los usuarios seguían enfrentando limitaciones para operar con la libertad que deseaban. A partir de septiembre entrará en vigencia la interoperabilidad también para las tarjetas de crédito y se permitirán realizar transacciones con todas las apps bancarias y billeteras digitales, sin importar a qué empresa pertenezca el QR del comercio.

Esta decisión es realmente positiva ya que no solo es una muestra del gran crecimiento que tuvo la industria en tan poco tiempo, sino que además obliga a los diversos actores a competir ofreciendo más beneficios, tanto para el comercio como para el consumidor final: cuotas sin interés, promociones, la acreditación rápida del dinero, entre otras.

De todas maneras, lo más importante de la interoperabilidad del QR es que garantiza la inclusión financiera, ya que la proliferación de diversas soluciones de pago facilita el acceso a servicios relacionados con el ahorro o el financiamiento, pero también con las necesidades particulares de los usuarios según sus pautas de consumo o las características de su negocio. Los datos hablan por sí solos: según COELSA, el 52% de las transferencias online de 2022 fueron realizadas por los sectores de menores ingresos.

Estos cambios son complejos porque hay muchos actores que irán evolucionando rápidamente gracias al trabajo en conjunto de todas las partes. Esto refiere a una gran madurez del ecosistema de medios de pago en la Argentina. En definitiva, se sigue democratizando el mercado de cobros y pagos, agregando  más opciones para cubrir las necesidades de los usuarios y esto es algo que hay que celebrar. Evolucionamos con la tecnología y la innovación por más desafiante que sea.

¿Y qué sigue? Queda pendiente para terminar de completar la interoperabilidad que el cliente que va a pagar en el QR con su app o billetera virtual pueda hacerlo en cualquier QR y elegir el medio de pago que quiere utilizar, no solo transferencia o tarjeta de crédito, sino también, por ejemplo, tarjeta de débito o tarjeta prepaga. De esta manera todo el ecosistema se beneficia en pos de incrementar los pagos y las ventas.

*Por Leo Salovich, CEO de Getnet Argentina