La Inteligencia Artificial (IA) ha dejado de ser un concepto abstracto para convertirse en una tecnología accesible que permea diversos aspectos de nuestra vida diaria. Está presente en nuestra vida cotidiana desde hace tiempo y aparece casi de manera imperceptible: por ejemplo, en nuestras consultas a los motores de búsqueda, en las recomendaciones que recibimos de las redes sociales y hasta en el autocompletado del correo electrónico. 

Es algo que se va incorporando paulatinamente en todos los aspectos de nuestras vidas, incluyendo el ámbito empresarial y el desarrollo de talento. En el ámbito profesional, la IA desempeña un papel crucial en el crecimiento: proporciona una experiencia enriquecedora a través de los datos que recopila y las soluciones que ofrece. Desde una perspectiva cultural, actúa como una herramienta que simplifica la complejidad, fusionando el pensamiento crítico humano, la curación de datos, la interpretación de resultados, la toma de decisiones complejas, la creatividad con los conocimientos y recomendaciones basadas en datos que brinda esta tecnología. No obstante, es clave comprender su implicancia y cómo transformará la preparación de equipos y talentos para su efectiva integración en el ámbito profesional. 

Es indudable que el impacto de la IA se ha extendido a todas las profesiones, ya sea médica, legal o psicológica, y es inevitable que sus herramientas se conviertan en una parte integral de nuestra vida profesional. Y si bien esta tecnología se está desarrollando velozmente, nuestro rol es aclarar que la IA no reemplazará a las personas, sino que mejorará nuestras capacidades y nos ayudará en múltiples tareas complementando las capacidades humanas de manera efectiva. La IA y la tecnología, obviamente, están cambiando el mundo y nuestras vidas de muchas maneras. Pero, aunque parezca contradictorio, están realzando la importancia de cultivar nuestras características verdaderamente humanas.

La tecnología nos abre infinidad de oportunidades y somos nosotros quienes decidimos cómo usarla. La IA es especialmente buena para realizar tareas repetitivas, dejando a las personas las tareas que requieren empatía, habilidades sociales o pensamiento crítico. Para 2025 se estima que habrá alrededor de 9 millones de puestos relacionados con la IA en el mercado laboral, y para 2030 habrá un aumento del 10% en nuevos puestos debido a esta tecnología. El miedo a quedar obsoleto no es infundado, pero hay formas de superar estos desafíos como adquirir continuamente nuevas habilidades de aprender y desaprender para mantenerse actualizado. 

La capacidad de ser curioso y adaptarse constantemente a los cambios que conlleva esta tecnología es crucial. Es importante considerar cómo las empresas pueden incorporar la IA en diversas áreas, no solo en el desarrollo de proyectos, sino también en marketing, reclutamiento de talentos y más. Globant es una empresa cuyo éxito depende de su talento y la capacidad de formar equipos. Para esto, hemos desarrollado la plataforma GENO, que utiliza tecnologías de IA para un análisis integral de datos a escala global. 

Con más del 90% de precisión, GENO ayuda a seleccionar al mejor equipo para un proyecto, en base a la información de habilidades disponible en varias plataformas que alojan las herramientas y recursos internos de Globant, y así identificar la combinación ideal entre un proyecto y el Glober más adecuado. Además, facilita la gestión de puestos, la recuperación de CV, la programación de reuniones individuales e incluso la creación de planes de incorporación de candidatos que se adecuen bien al puesto, todo dentro de una única experiencia de conversación. 

La IA es una realidad y, aunque el ritmo del cambio pueda resultar abrumador, es esencial familiarizarse con esta tecnología como parte de la adaptación. No es necesario poseer un conocimiento exhaustivo; en esta instancia, todas las ideas son bienvenidas en el proceso de aplicarla. Con la IA, las oportunidades son infinitas y estamos frente a un vasto océano de posibilidades.