Como empresa estamos asumiendo la responsabilidad de fortalecer el desarrollo de las tecnologías más amigables con el ambiente, que acompañen la adaptación a los efectos adversos de la crisis climática, contribuyan a la regeneración de la riqueza de nuestros suelos y brinden herramientas para un mayor rendimiento de los cultivos.
Estamos enfocados en hacer una mejor agricultura, buscando dar un salto evolutivo en la cadena de producción agrícola y logrando involucrar a todas las partes en el proceso. Integramos un grupo de empresa que apuesta a la innovación a través del desarrollo científico y tecnológico, al servicio de procesos más eficientes y sustentables.
Sabemos que la agricultura, como parte de la cadena de producción de alimentos, es relevante en las emisiones de carbono. Pero también sabemos que, con la sinergia de las biotecnologías, las prácticas más sustentables y la agricultura de precisión, es posible gestionar mejor nuestra huella sobre el ambiente y pasar de ser emisores a secuestradores de carbono en nuestros suelos.
Para esto es clave comenzar a acercar nuevas soluciones. El uso de tecnologías biológicas, como herramientas derivadas de la naturaleza, para lograr un buen rendimiento de los cultivos se presenta como una de las soluciones más concretas para salir de la disyuntiva mayor producción o cuidado del ambiente.
Mantener los agroecosistemas saludables es clave para aspirar a un desarrollo productivo sostenible. Estos conceptos son esenciales para nuestra empresa, asociada a la cadena de valor del sector agropecuario, y calan hondo en el propósito de nuestro trabajo diario y en la oferta de productos que llegan al mercado.
Estamos enfocados en una nueva generación de productos que desencadenen un círculo virtuoso en el que el bienestar de la planta esté en armonía con el suelo y todo el entorno que habita. Conocer en profundidad los servicios de nutrición y protección que nos brindan los millones de microorganismos presentes en el suelo, como las bacterias, los hongos y extractos de plantas, es otro gran desafío que en Rizobacter hemos tomado desde hace 45 años como motor de crecimiento de la empresa y del campo.
Nuestra empresa se dedica a la investigación, desarrollo y comercialización de microbiologías agrícolas para promover la sanidad vegetal y mejorar el microbioma del suelo. Como pioneros, fuimos desarrollando un mercado de biofertilizantes que acompañó la expansión del cultivo de soja. Hoy, con una mayor conciencia sobre la responsabilidad que nos cabe en el cuidado de la salud del agroecosistema, como productores y consumidores, observamos un cambio de paradigma que se refleja también en el mercado de insumos de origen biológico.
La proyección de este mercado para los próximos años es sumamente positiva, con tasas de crecimiento del 15% anual a nivel global. Este escenario asegura la aparición de nuevos productos y nuevas tecnologías, un gran caudal de inversión en el negocio, nuevas alianzas comerciales, y mayor investigación y desarrollo. Según la Cámara Argentina de Bioinsumos, para 2025 se comercializarán globalmente productos por US$ 11 billones.
Si atendemos las discusiones que se están llevando adelante en la Comisión Europea, allí se propone reducir a la mitad el uso de productos de síntesis química para 2030. Esto abre una gran ventana de oportunidad para avanzar en prácticas y tecnologías más sustentables y capaces de resolver la crisis alimentaria que enfrenta el planeta.
La transición ha comenzado y, si bien aún se escuchan voces que cuestionan nuevas reglamentaciones, es necesario pararse de cara al futuro y planificar sistemas alimentarios más sostenibles, lo que implica el desarrollo de tecnologías alternativas más saludables para la biodiversidad del suelo.
Estamos muy entusiasmados con todo lo que se viene, posicionados como uno de los proveedores más importantes de biológicos a nivel global, lo cual nos posibilitará traer a los mercados latinoamericanos 18 nuevas tecnologías, desde proyectos más revolucionarios como los bioherbicidas hasta otros de igual importancia -pero ya más instalados- como biofungicidas, bioinsecticidas y bionematicidas. Además, nos apoyamos en nuestro estrecho vínculo con los productores agropecuarios, que fomenta y facilita el diálogo, y favorece la transición en conjunto hacia un sistema más sostenible, hacia una mejor agricultura