Interoperabilidad, la clave para un sistema financiero más seguro
Rafael Soto CEO de Modo
Los riesgos asociados al uso de tarjetas plásticas son -cada vez más- tema de debate, y el contexto actual demuestra que es necesario evolucionar la dinámica de cobropago hacia un sistema digital, abierto e interoperable, más seguro para usuarios y comercios.
Hace poco tiempo se presentó a nivel nacional un proyecto de ley que obliga a cobrar delante de los clientes que deciden abonar con tarjeta, evitando que éstos pierdan el control de sus datos y sean vulnerables a situaciones de fraude. La propuesta implica, también, que los comerciantes cuenten con el sistema necesario para este tipo de operación y que sean multados en el caso de no cumplir con ello. Si bien esta iniciativa legislativa busca responder a un problema real, solo ataca una parte del problema y es insuficiente: no protege a los locales de recibir pagos fraudulentos.
Entonces, ¿cuál es la solución real a los riesgos asociados al uso de tarjetas? La clave está en los pagos con el celular.
Cuando los usuarios pagan con una billetera virtual, validaron previamente su identidad con tecnología biométrica. Incluso, hay aplicaciones que también verifican la titularidad de las tarjetas cargadas, haciéndolas aún más seguras. Al mismo tiempo, los motores de riesgo que analizan las operaciones en tiempo real cuentan con más datos al momento de la transacción para identificar casos sospechosos y determinar en tiempo real si darles o no curso.
Pero a pesar de cada uno de estos beneficios, hoy el uso de billeteras virtuales en la Argentina está limitado por la falta de interoperabilidad. Si bien Transferencias 3.0 allanó elcamino para que todos los QR cumplan con ese estándar, hasta acá solo ha alcanzado las operaciones “cuenta a cuenta”, dejando de lado los pagos con tarjetas de crédito, débito o prepagas que muchas personas necesitan usar para acceder a crédito, acumular puntos, aprovechar promociones, asegurar compras u otras razones.
Muchos usuarios que preocupados por la seguridad de sus operaciones prefieren evitar pagar con plásticos, no pueden elegir de verdad cómo manejar su dinero día a día y con qué productos financieros hacerlo. En caso de querer pagar con tarjetas tienen que someterse -sin opción- a una situación vulnerable de robo de datos. Además, los comerciantes también quedan expuestos a recibir pagos fraudulentos y sin poder ofrecer opciones más seguras a sus clientes.
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Está claro que la forma de reducir auténticamente los riesgos de este escenario y de ofrecer productos de pago más eficientes, simples y seguros es trabajar en conjunto con todo el ecosistema de cobropago para que en Argentina exista un sistema realmente interoperable.
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*La columna fue escrita por Rafael Soto, CEO de Modo
