El sector financiero está experimentando un proceso de aceleración digital. Hoy la innovación pasó de ser una opción a convertirse en una necesidad para las organizaciones. Según el estudio New Payments Index 2022, realizado por Mastercard, en 2021 el 86% de los consumidores en América Latina utilizó, al menos, un método de pago emergente, como billeteras digitales, código QR y criptomonedas, número que asciende al 94% en el caso de la Argentina.
La banca digital comenzó a tomar protagonismo y transformó para siempre la manera en la que los clientes manejan sus finanzas y realizan sus pagos. La mayoría de estos consumidores busca una mayor agilidad para optimizar sus operaciones, priorizando el control, la flexibilidad, la conveniencia y las tecnologías de pago integradas. Asimismo, están abiertos a nuevas opciones y a la vinculación de su cartera a sitios comerciales para futuras compras. De hecho, el 81% de los consumidores que realiza transacciones de cuenta a cuenta ha mantenido o aumentado su uso en el último año.
En consecuencia, una buena parte de la estrategia de digitalización del sector financiero se centra en promover el uso de la banca móvil, aplicaciones financieras y sitios web, así como en mejorar la experiencia de los usuarios, su seguridad y promover la inclusión financiera.
En este contexto, la influencia del segmento fintech en el mercado financiero global ha crecido significativamente. De acuerdo con la Encuesta Global de Fintech de PwC, la mitad de las empresas argentinas encuestadas está actualmente asociada con empresas fintech. Asimismo, el 83% de las instituciones financieras espera ampliar sus asociaciones con este tipo de empresas, y el 78% incrementará sus esfuerzos internos para innovar.
Vemos como, cada vez más, se desdibujan las fronteras entre la banca tradicional y el sector fintech y, a medida que crece la banca digital, aparecen nuevas necesidades tecnológicas. Una de ellas está vinculada con la digitalización y optimización de los procesos de compliance, que son transversales a todo el sector financiero e impactan directamente en la experiencia del usuario final.
Las buenas prácticas de compliance y su optimización permiten a las organizaciones financieras consolidar su reputación al mejorar la experiencia de los clientes, incluidos la debida diligencia de conoce a tu cliente (conocida como KYC, por su acrónimo en inglés), el monitoreo de transacciones, el cumplimiento de informes regulatorios y las políticas de transparencia, para garantizar un entorno seguro de punta a punta.
Ante este proceso de aceleración digital del sector financiero y sus nuevas necesidades tecnológicas, emerge una gran vertical de negocio: las regtech. Se trata de herramientas tecnológicas y soluciones de SaaS que permiten agilizar los procesos de compliance y prevención de lavado, incluido el onboarding de los clientes financieros, y, de este modo, ganar tiempo y reducir el riesgo de incumplimiento normativo a cero, garantizando la seguridad informática.
Al implementar este tipo de soluciones, las fintech o las instituciones financieras que estén en el proceso de transición digital, pueden contar con los siguientes beneficios:
Reducción de costos operativos internos gracias al ahorro de tiempo. De acuerdo con datos de celeri, mediante la optimización del compliance se reduce en un 80 % el tiempo de gestión en comparación con aquellos procesos no digitalizados. Esto permite, por ejemplo, que el área de sistemas y tecnología pueda utilizar el tiempo que empleaba en su sistema de prevención en otras tareas relativas al core del negocio.
- Mejor experiencia del cliente y aumento de conversión de prospectos al momento de interactuar con la entidad financiera, por contar esta con procesos automáticos, menos burocráticos y menos propensos a errores humanos.
- Reducción del riesgo de negocio por incumplimiento de una regulación. Esto produce tranquilidad en el usuario final, ya que los mecanismos internos de control exigidos por el ente regulador están actualizados de forma periódica y automática.
- Además de agilizar y efectivizar todos estos procesos, una gestión del compliance eficaz impide otros delitos que se masificaron junto con la creciente adopción de la banca digital como, por ejemplo, la suplantación de identidad y el potencial riesgo de lavado de dinero o de financiamiento del terrorismo.
Asimismo, tener las obligaciones regulatorias nacionales o internacionales al día, además de garantizar a las empresas un entorno seguro, cimienta la confianza de los clientes y de los inversores.
Según el estudio State of Fintech Report (2022), realizado por CB Insights, el financiamiento global a este sector alcanzó los 75.2 mil millones de dólares en el último año —un 46% menos que en 2021—. También cayó un 71% el financiamiento a las fintechs de Latinoamérica y el Caribe: desde 13.9 billones de pesos en 2021 a 4 mil millones en 2022. En este sentido, muchos inversores han señalado la importancia que tiene el compliance para las empresas financieras, junto con la adopción de herramientas y la infraestructura tecnológica adecuada para satisfacer las necesidades de los clientes finales.
En definitiva, las soluciones tecnológicas aplicadas al compliance son transversales a toda la industria financiera y su adopción es clave en el proceso de transición del sector hacia lo digital y fundamental para captar la atención de los inversores, ya que les permite a las empresas operar en un entorno seguro al reducir el riesgo por incumplimiento normativo y evitar otros delitos informáticos, ahorrar tiempo y dinero y mejorar la experiencia de los clientes, que están en el centro de cualquier transformación.
*Por Lucas Ranallo, cofundador y CEO de celeri