Historia clínica electrónica: un aspecto clave de la transformación digital en salud
Leonardo Escudero Delivery Manager en Softtek
Leonardo Escudero Delivery Manager en Softtek
El sector de la salud hace varios años que está llevando a cabo una aceleración en los procesos de transformación digital. Sin embargo, todavía quedan materias pendientes en Latinoamérica. Un claro ejemplo de esto es la historia clínica electrónica (HCE), elemento clave para optimizar la calidad de atención de los pacientes y colocarlos realmente en el centro de los procesos de atención, aspecto que todavía requiere de avances importantes.
El concepto de HCE no está orientado sólo a lograr organizaciones de salud libres de papeles (paperless), lo cual de por sí sería un buen avance. Su meta va más allá: busca organizar y mejorar la información, protegerla y establecer un proceso ágil y dinámico de accesibilidad tanto para el personal médico como para todos los demás actores del sistema de salud. El foco pasa por facilitar las interconsultas médicas y los procesos de decisión en todos los niveles: atención, planificación y gestión.
La HCE también es un elemento clave para mejorar la calidad de atención en el formato remoto (telemedicina). En tal sentido, según un estudio de la consultora Forrester, para el año 2029 el 29% de las visitas de evaluación y gestión se realizarán en un entorno de atención virtual. Con lo cual cada vez será más importante contar con un buen desarrollo alrededor de la historia clínica digital.
Según un informe del BID realizado en 2022, de un total de 26 países de América Latina y el Caribe analizados, sólo 10 cuentan con marcos normativos que aborden más del 75% de las cinco áreas de interés específicas para la implementación de la HCE; luego, 7 países abordan entre el 50 y 75%, y el resto menos del 50%. Argentina se encuentra en el primer grupo, al igual que Chile, Colombia, Uruguay, México y Perú.
En cuanto a los “puntos de dolor” a nivel regional, se relacionan con dos dimensiones claves: gubernamental y tecnológica. Estos inconvenientes y desafíos podrían sintetizarse y encaminarse de la siguiente forma: primero, avanzar con legislación y políticas de salud que permitan mejorar las condiciones de vida, planteen y ratifiquen la hoja de ruta y compromiso con los planteos tanto de la OPS como de la OMS; luego, relajar las trabas burocráticas para su implementación. En tercer lugar, mejorar las redes de comunicación de gobierno, infraestructura y acceso a las mismas. Por último, garantizar la seguridad de la información y optimizar las tecnologías y redes inalámbricas.
En realidad la HCE es sólo una instancia en el proceso de digitalización de la atención en salud y forma parte de lo que se conoce como sistemas de información hospitalaria (HIS, por sus siglas en inglés). Estos sistemas buscan digitalizar el proceso de un extremo a otro, y en tal sentido manejan e interconectan todos los circuitos: desde el ingreso por guardia y/o consultorios externos a nivel administración, hasta todos los demás procesos asistenciales como radiología, laboratorio, internación y cirugía, entre otros.
Los sistemas HIS completan entonces la HCE con todos estos datos y también canalizan la información para la integración con los distintos sistemas satélites que pueda tener la institución y/o los prestadores de salud (obras sociales o prepagas). De esta forma, se logra un enfoque al paciente (Patient Centric) realmente eficaz, ágil y con experiencias positivas en cada etapa del proceso.
Hoy la salud está inmersa en proceso de transformación digital para mejorar todos los circuitos, tanto a nivel de la atención al paciente como administrativos y/o para la toma de decisiones. Las instituciones están avanzando con la implementación de sistemas HIS y esto las lleva a incorporar la HCE. Por otro lado, también se viene trabajando muy fuerte en la analítica de datos, en entornos inmersivos y en la implementación de inteligencia artificial (especialmente en el campo de las imágenes).
Cuando los déficits a nivel legislación, infraestructura y seguridad sean superados, las instituciones latinoamericanas tendrán que entender que la implementación de los sistemas HIS constituye una inversión en aceleración digital que les permitirá contar con procesos más eficaces y con datos e información valiosa para la toma de decisiones (tanto a nivel de indicadores sistémicos, como de atención).
*La columna fue escrita por Leonardo Escudero, Delivery Manager en Softtek