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Hard skills vs. soft skills, dos caras de una misma moneda

Jesica Descalzo People Manager de Bonda

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17 Abril de 2024 08.02

En un mundo en constante evolución, donde las demandas y desafíos son moneda corriente, es esencial recordar que el verdadero motor de cualquier organización son las personas que la componen. Es por esto que en los procesos de selección debemos tener en cuenta diferentes aspectos para potenciar el éxito del negocio. Las soft skills juegan un papel tan, o incluso más, importante que las hard skills, tal es así, que un 88% de los argentinos las considera imprescindibles para el ámbito laboral, según un estudio de Randstad.  

Por otro lado, el compromiso con el bienestar de los empleados es fundamental en un mundo donde la inteligencia artificial y la automatización están transformando la naturaleza misma del trabajo, debemos estar preparados para abrazar estos cambios y comprender que, cuestiones como el compromiso y la agilidad, no se pueden forjar únicamente a través de los procesos de upskilling tradicionales.

Es crucial reconocer que existen aspectos que pueden ser moldeados y otros que no. La responsabilidad así como  otras habilidades intrínsecas son inherentes a  la persona. Por lo tanto, es fundamental identificar claramente las habilidades que nuestra organización necesita, tener claro cuál es nuestro propósito, y fomentar un ambiente que lo cultive y concuerde con este.

En este sentido, es importante mencionar que el desarrollo de características blandas de las personas es más difícil de trabajar, ya que se trata en su mayor parte de cuestiones innatas que se van desarrollando a lo largo del tiempo, y que a fin de cuentas, reflejan aspectos intrínsecos de la personalidad. 

Una de las más importantes en los tiempos que vivimos es la flexibilidad, que radica en la capacidad de las empresas, líderes y colaboradores de adaptarse a los cambios que ocurren en el mundo. De hecho, según un análisis de Linkedin entre sus 1.000 millones de usuarios globales, la habilidad más “demandada” para tener ahora mismo es la adaptabilidad.

Además, la agilidad para poder realizar cambios en el tiempo es igualmente esencial. Estas dos habilidades blandas  se complementan mutuamente, ya que la agilidad es necesaria para llevar a cabo cambios efectivos y, a su vez, es fundamental para lograr esa flexibilidad deseada en el entorno laboral. 

Por otro lado, el compromiso que tiene una persona con su trabajo va más allá de lo meramente económico; transmitir el propósito y los valores de la empresa es esencial para que las personas  se comprometan genuinamente desde este punto y así puedan vivirlo en el día a día.
 

En definitiva existen 3 soft skills cruciales que debemos tener presente en los procesos de selección actuales: 

Flexibilidad

Agilidad

Compromiso 

Por su parte, las habilidades duras necesarias para una posición, son adquiridas a través de formación técnica, lo que hace que puedan ser desarrolladas con programas de formación interna.

Es por eso, que es sumamente importante, trabajar desde HR el gap que tengamos entre la formación que necesitamos para una posición y el desarrollo de esa habilidad que tenga la persona, para llegar a cubrirlo a tiempo y dar respuesta al negocio. No nos olvidemos que siempre nuestro rol debe estar alineado a que las personas estén listas para lo que el negocio necesite.

Por último, el mercado laboral está en constante movimiento, y la diferenciación con otras empresas hoy va más allá del simple salario. La propuesta de valor integral, que incluye beneficios enfocados en el tiempo libre y programas de desarrollo profesional, se vuelve cada vez más relevante en la atracción y fidelización del talento.

En conclusión, el mundo y el mercado laboral presentan desafíos constantes para los negocios. Frente a este contexto es importante que las empresas transmitan claramente su propósito y sus valores ya que esto les permitirá identificar desde un principio aquellos perfiles que mejor se adapten a la cultura organizacional, logrando una elección mutua entre candidatos y empresa que forjará mejores relaciones a largo plazo.

En este sentido, debemos comprender que hay habilidades que pueden aprenderse con la práctica, como el conocimiento técnico, pero otras que son propias de la persona; que sin dudas pueden desarrollarse, pero que a veces llevan mucho más tiempo, o hasta incluso, no terminan aflorando. La presencia de ambas hacen a la persona en sí misma; en definitiva son las  2 caras de una misma moneda. 

 

*La columna fue escrita por Jesica Descalzo, People Manager de Bonda 

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