Ocurre cada cuatro años y según algunos analistas, genera en los inversores del mundo cripto la misma expectativa que un eclipse suscita entre los astrónomos. El “halving” de Bitcoin que tendrá lugar entre el 19 y 21 de abril próximos será el cuarto de la historia (los anteriores fueron en 2012, 2016 y 2020) pero es probable que sea el primero en recibir una atención tan intensa y desde tantos lugares. 

Las razones detrás de esta expectativa tienen que ver, indudablemente, con el ascendente valor que viene experimentando la criptomoneda creada por Satoshi Nakamoto en 2009. Sin embargo, su impacto podría traspasar el ecosistema cripto y rozar a todo el sistema financiero. En este sentido, el “halving” de Bitcoin de 2024 se avizora como el “eclipse” más interesante de todos porque pondrá a la relación entre oferta y demanda en una encrucijada inédita. 
 

Escasez y valor

Lo fundamental del “halving” es su conexión directa con los conceptos de escasez y valor. Como bien saben los expertos, la oferta de Bitcoin estuvo limitada desde siempre a 21 millones de unidades y lo que ocurre en cada halving es que disminuyen a la mitad las recompensas que se otorgan a los mineros para minar nuevos bloques.

El resultado de esta dinámica ha sido asegurar con éxito un precio sostenido por la gradual escasez de la moneda. Quienes vienen siguiendo “la película” desde sus comienzos pueden dar fe de ello: la volatilidad sigue siendo una cualidad de Bitcoin pero el largo plazo muestra que, luego de cada halving, el precio se ha incrementado notablemente.
 

Indicadores y nueva órbita

Aunque la pregunta del millón es qué pasará con el precio de Bitcoin antes y después del halving, la singularidad del evento en 2024 viene dada por un par de datos fundamentales. El primero es que, desde la aprobación de los ETFs de Bitcoin al contado, la criptomoneda entró en la órbita de las finanzas convencionales, algo inimaginable en 2020.

El segundo dato clave es que el trasfondo de este halving está atravesado por indicadores de adopción muy diferentes a los de cuatro años atrás. Al respecto, basta destacar que según Statista había 575 millones de usuarios de criptomonedas a fines de 2023 mientras que en 2020 la cifra apenas llegaba a 100.

En paralelo a estas cifras en ascenso, emerge una nueva “geografía cripto” en la que lugares tan diversos como Nueva York, Hong Kong, Dubai y Londres se ponen en carrera a medida que regulación e innovación se sintonizan mutuamente. 

Frente a este cambio de escenario, no son pocos los analistas que vislumbran una relación de menor oferta y mayor demanda pero nada está escrito de antemano. Mientras tanto, el nuevo contexto podría ser clave para que las llamadas “altcoins” incrementen su penetración en el mercado a medida que, en consonancia con las tendencias de los últimos cuatro años, más y más personas quieran ser parte de lo que perciben como el futuro del dinero. 

*La autora de la columna es Silvina Moschini, CEO de Unicorns Inc y fundadora de Unicoin