En septiembre de 1970, en el VI Congreso Mundial de Cardiología celebrado en Londres, René Favaloro presentó por primera vez a la comunidad científica y a la sociedad su innovador trabajo sobre el bypass coronario, un avance fundamental en la medicina cardiovascular. Este evento generó intensos debates entre colegas, promovió el intercambio de conocimientos a nivel global y, lo más importante, dejó un legado invaluable para la humanidad, al contribuir a salvar millones de vidas.
Las reuniones son parte esencial de la naturaleza humana, porque responden a la necesidad de comunicación e intercambio. Sin embargo, durante la pandemia, estas se vieron interrumpidas, generando incertidumbre sobre su futuro. Con el diario del lunes, al hacer un balance de los cambios que vivió el sector MICE (reuniones, exposiciones y congresos) y de cómo los eventos feriales se adaptaron, podemos concluir que este período incierto fue, en realidad, un "game changer". Mientras muchas industrias se vieron afectadas, otras, como el turismo de reuniones, salieron fortalecidas y están viviendo un resurgir inesperado.
En los últimos tres años, la digitalización se aceleró, mejoraron los sistemas logísticos, surgieron nuevas dinámicas de comercialización, y las empresas redirigieron sus inversiones hacia un mix de marketing que antes parecía impensable. Las industrias se vieron obligadas a innovar para seguir adelante y los profesionales demandaron más plataformas de capacitación y actualización.
Así se gestó el actual sector de turismo de reuniones en Argentina, con eventos más dinámicos e interactivos, donde las actividades académicas y las conferencias de especialistas tomaron protagonismo. Las exposiciones ya no son un simple marketplace, sino que se convirtieron en una "Comunidad de Negocios": un lugar de encuentro donde, además de conocer las últimas tendencias, los asistentes pueden conectar con los principales decisores económicos y políticos y estrechar lazos comerciales en un ambiente de negocios cálido y distendido. Todo esto, con el plus de recibir un feedback directo e inmediato de los clientes, lo que permite adaptar productos, servicios y estrategias de venta de manera más rápida y personalizada.   
Este cambio de enfoque ha modificado la manera de medir el éxito de un evento. Hoy ya no se consideran solo elementos tangibles como el volumen de visitantes o los metros cuadrados vendidos, sino también la cantidad de reuniones de negocios realizadas, la calidad de las interacciones, la generación de contactos directos y las nuevas oportunidades comerciales creadas. 
Las Rondas de Negocios, aunque no son un concepto nuevo dentro de las exposiciones, adquirieron una relevancia especial tras la pandemia, cuando las empresas buscaron retomar su posición en el mercado local y expandir sus horizontes a nivel internacional. El verdadero retorno de inversión que ahora miden las compañías se basa en el protagonismo obtenido en la exposición: el cliente potencial que se acerca atraído por una solución precisa en un espacio competitivo y lleno de opciones; el comprador que llama después del evento para concretar una negociación. 
El sector MICE sigue evolucionando y adaptándose constantemente. Quienes formamos parte de él sabemos que su impacto va más allá de lo económico: también hay creación y difusión de conocimientos que dejan un legado duradero en la innovación y el aprendizaje.

En este sentido, necesitamos seguir trabajando con el sector público para que Buenos Aires mantenga su liderazgo regional como destino favorito del turismo de reuniones. Más y mejor infraestructura y el desarrollo de capabilities son fundamentales para lograrlo.  

Con estos desafíos por delante, nuestra industria también tiene la gran oportunidad de volverse más sostenible. Por ello, debemos comprometernos activamente para reducir y compensar nuestras emisiones, fomentar prácticas sostenibles a lo largo de toda la cadena de valor —desde clientes hasta proveedores— y seguir incorporando los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en nuestra agenda.