La habilidad de emprender se vuelve imprescindible en un mundo volátil y cada vez más incierto. No está reservada a empresarios, emprendedores o intraemprendedores, es una mentalidad, una visión del mundo y un conjunto de metodologías y poderosas herramientas con las que todos deberíamos contar.
Más allá de crear empresas, emprender tiene que ver con la habilidad de hacer posible. Es partir de una visión, de un propósito, y lograr transformar la realidad, resolviendo problemas y diseñando nuevas formas de generar y capturar valor. Al emprender, proponemos a otras personas nuevas formas de entender el mundo, de interactuar y de relacionarnos.
La capacidad de innovar, también fundamental, tiene el componente de la ideación o la creatividad, pero implica necesariamente la ejecución y puesta en práctica. Consiste en resolver nuevos problemas o encontrar mejores soluciones para los existentes. En efecto, dicha habilidad es una fuente inagotable de aprendizaje y crecimiento y habilita nuestro desarrollo personal y profesional.
Desde Scalabl y en el marco de nuestra alianza con la Universidad del CEMA, trabajamos en pos de enseñar estas habilidades, mentalidad y herramientas a emprendedores e intraemprendedores.
Las nuevas metodologías, generadas desde el principio de los 2000 por autores como Steve Blank, Eric Ries, Geoffrey Moore, Jeff Sutherland, Alexander Osterwalder y John Mullins, entre otros, han profesionalizado el arte de emprender.
Hoy ya no se necesita contar con inversión o incurrir en grandes riesgos para comenzar un negocio, y existen poderosas herramientas para escalar e innovar que complementan y en muchos casos desplazan a la teoría de negocios tradicional. Las grandes empresas deben reinventarse en un contexto incierto y enfrentan un riesgo latente de disrupción, con mercados dinámicos, crecimiento acelerado de nuevos competidores, nuevos modelos de negocio y un potente componente de transformación digital. La generación de una cultura de innovación y el aprendizaje continuo de sus empleados es hoy fundamental.
Cada año las Promesas Forbes muestran con su ejemplo que es posible generar impacto en distintas industrias, creando negocios rentables y escalables, con foco en las personas y en la resolución de problemas.
Las promesas de esta edición se desempeñan en industrias tan diversas como finanzas personales, agro y tecnología, ganadería, atracción de talento, industria del sueño, logística de última milla y ortodoncia. En cada caso, encontraron la manera de generar modelos de negocios innovadores y diferenciarse, independientemente de haber elegido apalancarse o no con una base tecnológica.
La convocatoria y el reconocimiento de las Promesas Forbes también dio lugar a un espacio de debate entre distintos referentes del ecosistema de startup: aceleradoras, instituciones educativas, gobierno, fondos de inversión, unicornios y empresas multinacionales. Destacamos el crecimiento de Latinoamérica como hub emprendedor, la oportunidad de mirar el mercado de forma regional y la importancia de implementar buenas prácticas de innovación a nivel corporativo y gubernamental.
Otro tema central fue la importancia de los equipos. La atracción y capacitación del talento humano es un desafío para todos los actores del ecosistema, incluyendo unicornios presentes y empresas multinacionales. Es prioritaria la necesidad de contar con personas que tengan una mentalidad de trabajo asociada al aprendizaje continuo, la experimentación y las nuevas metodologías de negocio, y que cuenten con habilidades emocionales y relacionales, entre ellas, resiliencia y capacidad de adaptación.
No hay logros individuales independientes de la interacción con otras personas. Aprender las habilidades y herramientas emprendedoras y de innovación nos ayuda a hacer, a tornarnos protagonistas, a influir en nuestro entorno, a poder trabajar por lo que deseamos. Cuento con el privilegio de haber acompañado a más de 2.000 emprendedores y empresarios a crear y reformular empresas en más de 50 países, y aún sostengo que el emprendedor que no lee está en tremenda desventaja. El futuro nos exige aprender, desaprender y reaprender de forma permanente, y abrazar ese desafío abre un camino de gran crecimiento.
*La columna fue escrita por Francisco Santolo, CEO y fundador de Scalabl