El cambio climático sin dudas debería ser uno de los temas prioritarios en la agenda de empresas. Estamos atravesando una crisis ambiental que compromete el futuro de nuestro planeta y de la vida de todos los que lo habitamos. 

En el marco de este escenario, Aon elaboró su habitual Reporte de Catástrofes Globales, donde se estima que las pérdidas económicas globales por desastres naturales en la primera mitad de 2023 fueron de alrededor de 194 mil millones de dólares, muy por encima del promedio en lo que va del siglo XXI (US$ 128 mil millones).  

Se observa un comportamiento sin precedentes este año, con temperaturas superficiales en el mar muy por arriba de las últimas cifras registradas, récord de baja extensión de hielo marino antártico y extremas olas de calor en todo el mundo (que golpearon con fuerza a la Argentina en febrero y marzo). La región y nuestro país en particular (con foco en la zona del Río de la Plata) viene de atravesar una grave sequía, con una pérdida económica de casi US$10 mil millones.

Estos números no solo deberían alertarnos: son una razón para poner manos a la obra y empezar a tomar acciones concretas en cada uno de los roles que ocupamos. 

En Aon estamos convencidos de que todo empieza y termina en la cultura, así entendemos que todas las cuestiones ESG, que abarcan temas ambientales, sociales y de gobernanza, deben ser parte central del negocio, con un pensamiento a largo plazo y el involucramiento de todos los actores, desde las y los colaboradores, proveedores, socios y clientes. Eso es crear y consolidar una cultura, algo colectivo que nos atraviesa y que permanecerá más allá de cada uno de nosotros como individuos. 

Con este espíritu organizamos recientes roundtables con foco en ESG, donde contamos con la participación de grandes clientes y referentes de varias industrias y nos llevamos muchos aprendizajes de ese encuentro, principalmente el intercambio de enseñanzas, ante el interés y la necesidad que está cobrando en la región de Cono Sur estas temáticas. 

Es fundamental que tomemos conciencia sobre estos datos que alarman y el abordaje necesariamente debe ser en forma conjunta y colaborativa, compartiendo conocimientos y esfuerzos en todos los niveles de las organizaciones, formando parte del corazón de los negocios y de la cultura de las empresas. 

Las corporaciones prosperan cuando las comunidades a las que sirven y las personas que emplean también crecen y se desarrollan. Por eso, desde nuestro lugar como líder en el asesoramiento de compañías, consideramos que es fundamental ayudar a nuestros clientes a tomar mejores decisiones para fomentar su resiliencia empresarial y proporcionarles la base para las estrategias ESG que afianzan la competitividad, impulsan el crecimiento del negocio, y les permiten cumplir con las expectativas de los stakeholders, crear y entregar valor o retorno de las inversiones. 

*La columna fue escrita por Maximiliano Bona, head of Argentina en Aon