En Argentina, en el último año y medio, el comercio online ha crecido exponencialmente en términos de venta, potenciado por los locales cerrados en el marco de la pandemia.
El incremento está asociado a muchos aspectos. Por ejemplo, debido a que las generaciones son más digitales, se cuenta con mejores telecomunicaciones, la velocidad de los dispositivos es más rápida, entre otras tendencias que hicieron y permitieron que las ventas crezcan de forma significativa; un fenómeno que viene dándose desde los últimos diez años que, sin duda, tuvo un incremento últimamente.
Una de las trabas para que las personas no se animen a comprar de forma online es la desconfianza. Es decir, cierta reticencia a proceder con algunos de los pasos de la compra. En muchos casos tener que introducir una tarjeta, ya sea, de débito o crédito, para efectuar el pago provoca escepticismo. Son algunas de las inseguridades del consumidor para con el mundo digital.
Sin embargo, más allá de algunos casos puntuales, el alza del e-commerce es una realidad. Solo queda afirmar que en el contexto de esta nueva normalidad, cambió el comportamiento del consumidor: descubrió que ya puede comprar de manera digital, por ende, busca, define y decide en un formato online. Luego, utiliza, en algunos casos, el punto de venta físico para interactuar de otra manera. Por ejemplo, retirar el producto o realizar un cambio. Y de esta forma, nace el concepto de omnicanalidad: el usuario tiene su experiencia por diversos canales.
Los cambios que aceleró la pandemia, tarde o temprano iban a llegar. Pero la evidencia mostró que se adelantaron cinco o seis años en términos de facturación de tecnologías implementadas y sobre todo en términos de mentalidad, no solo del usuario, sino también de las empresas. Estas entendieron y pusieron en agenda el concepto de comercio electrónico.
Considero que existen ciertos tips que una empresa debe considerar para poner en funcionamiento el e-commerce: plantearse cuál es el objetivo que se quiere lograr, investigar el entorno para lograr la meta planteada y medir el mundo online, para luego, poder tomar decisiones. Respecto al equipo ideal o aconsejable para manejar el negocio, no depende de la cantidad de personas con las que se cuenta, sino de los roles y funciones, entre ellas: marketing, operaciones, logística, facturación y tecnología.
Las principales categorías de compra que aumentaron en pandemia fueron higiene, hogar, juegos, comida. Y ha crecido la venta online de los supermercados. Se tuvieron que adaptar en términos de logística, packaging, entre otros.
Estas industrias pudieron y supieron aprovechar el e-commerce que, más que convertirse en una tendencia, se ha vuelto una necesidad y una oportunidad para todas las personas.