La diversidad organizacional es una filosofía que cada día suena con más fuerza dentro del ecosistema empresarial. Formar equipos diversos de trabajo que promuevan la equidad de género y la integración de minorías, genera un valor agregado para una empresa. De esto se habla mucho hace años, pero aunque parezca mentira todavía hay mucho por hacer, muchos tabúes y silencios que superar.
Desde antes de sumarme a Rappi mi objetivo personal era, y continúa siendo, formar parte de un espacio de trabajo que priorice la diversidad y la inclusión. Promover una cultura abierta no es una moda o una métrica que se debe cumplir un determinado mes: es una necesidad y un aspecto que debe estar presente en toda la empresa. No sólo es lo adecuado a nivel personal, también crea entornos de trabajo más saludables, retiene y suma talento, crea diversidad en las ideas y toma de decisiones; y gracias a ello se obtienen mejores resultados de negocio.
Partiendo desde el respeto y una mente abierta, la diversidad e inclusión propone el intercambio y la convivencia de personas de diferentes nacionalidades, edades, niveles socioeconómicos, géneros, etnias, con habilidades diversas, idiomas, religiones, apariencias físicas u orientación sexual dentro de una misma estructura que las incluya e integre de igual forma. Así se impulsa la innovación, porque, cuanto más diverso sea un equipo, mayores son las probabilidades de que se inspire en lugares diferentes y aparentemente no relacionados, creando nuevas intersecciones.
Preguntémonos y reflexionemos al respecto: si los productos que creamos y/ofrecen las empresas son utilizados por públicos heterogéneos, ¿por qué aún se siguen conformando equipos homogéneos para desarrollarlos?
La diversidad permite que se tomen mejores decisiones: ante los diferentes puntos de vista sobre un tema genera que el equipo incorpore nuevas perspectivas y nuevas formas de decir y hacer. Algo similar sucede a la hora de llevar a cabo una idea innovadora, ya que un equipo diverso posibilita la apertura a nuevos encuentros y métodos sobre cómo ejecutar una acción, lo que habilita un proceso de mejora continua y la llegada a audiencias diferentes.
En la actualidad podemos ver cómo las organizaciones pusieron en práctica el dinamismo y la plasticidad para atravesar los desafíos de los últimos años y hasta reinventar su negocio. El siguiente paso debe ser asumir el compromiso de conformar equipos más diversos e inclusivos.
Para ser parte de esta transformación es necesario que las decisiones corporativas favorezcan la conformación de equipos heterogéneos y permitirse romper nuestros propios sesgos inconscientes, porque éstos favorecen la tendencia de rodearnos de personas similares a nosotros, buscando seguridad.
Hay muchas cosas que cambiar dentro de las empresas, no nos engañemos: escalas salariales injustas, antiguas prácticas abusivas del personal jerárquico, insólitos prejuicios que aún perviven. Por esta razón, desde hace un tiempo que en Rappi estamos trabajando en incorporar políticas y protocolos que acompañen la formación de equipos diversos y permanentemente nos auto-evaluamos, entendiendo que este es un proceso continuo y que siempre se puede mejorar. Algunas de las implementaciones que hemos hecho para avanzar en este camino son:
- Capacitaciones a empleados y empleadas sobre los sesgos inconscientes para minimizar el impacto de estos a la hora de contratar y trabajar en equipos diversos.
- Licencia para cuidador o cuidadora primaria y secundaria extendida, de 150 y 20 días respectivamente.
- Protocolos para situaciones de acoso o violencia de género, con una línea anónima para que la denuncia pueda ser realizada con la mayor seguridad.
- Protocolos internos para la transición de género.
Creemos que, si bien es muy importante tener e incentivar esta conversación para revisar esta situación, más relevante es tomar acciones concretas. Es hora de hacer, ya casi se ha dicho todo. Favorecer la diversidad dentro de las empresas significa generar políticas de impacto reales, entendiendo que no se trata de una única acción, sino que es un tema que debe abordarse de forma integral. Manos a la obra.