Directorios ampliados: la forma de mayor impacto para agregar potencia a una empresa

Muchas empresas tienen una oportunidad de enriquecer sus cuadros directivos a través de la incorporación de Directores externos,como Directores legales o como asesores, siempre independientes, es decir que sean objetivos y no condicionados por temas históricos o familiares.

Hay dos principales razones por las que pocas aprovechan esta oportunidad:: a veces se ignora que hay una gran cantidad de profesionales valiosos que existen disponibles en el mercado, llenos de experiencia y de ganas de compartirla. Otras veces  se desconfía de incorporar a terceros al "corazón" de las empresas. Podemos asegurar a los que tienen dudas, que siempre se pueden encontrar profesionales de alto calibre, conocimientos adecuados e íntegros que están interesados en cumplir estos roles, que, al ser de tiempo parcial, sus honorarios representan un costo absolutamente redituable para las empresas.

Esto es análogo a lo que se veía en el mundo de los ejecutivos hasta hace unos 30 años. Se desconfiaba de los terceros. "Necesito alguien ¨de mi confianza" (como diría Mirtha), era lo que yo escuchaba en ese momento, y se prefería malo conocido que bueno por conocer. Esto siguió hasta que la dinámica del mercado hizo ver que la incorporación a los cuadros gerenciales de profesionales bien formados podrían ser un atajo considerable en el desarrollo de una organización.

En los Directorios estamos en ese punto de evolución en muchos países, por ejemplo Chile, USA, Inglaterra. Pero en Argentina, en cuanto a enriquecer los directorios, todavía estamos en pañales en muchas empresas.

Puede ser incómodo tener un observador recién llegado que puede ver o hacer notar las imperfecciones, pero a la vez se produce un gran salto cualitativo con directores capaces de  confrontar  problemas que están ocultos o para los cuales aún no se encontró la solución.

Justamente esta incomodidad es la que permitiría el desarrollo. Es incómodo un padre que corrige a un hijo, un jefe que nos enseña a trabajar, un cónyuge que nos marca errores. La sensación más cómoda es la de decidir lo que uno quiere sin dar explicaciones y hacer lo que uno quiere en el momento.

Conozco casos concretos de empresas con accionistas emprendedores, inteligentes, pero con un estilo de trabajo que no contribuía al crecimiento y a incorporar el mejor talento. Tuvieron la valentía de formar un Directorio con personalidades reconocidas en diversos ámbitos por su profesionalismo. Y eso contribuyó a formar un excelente equipo gerencial que llevó a la empresa a un nuevo nivel, imponiéndose por encima de todos sus posibles competidores.

Por el contrario, he observado que en muchas empresas el Directorio formado solo por un grupo cerrado, sea formal o no, es percibido por los gerentes que manejan la operación cotidiana como un peso o una traba para llevar a la práctica inversiones o cambios necesarios. Ven al directorio como algo que frena más que empuja y desafía. O que desafía, pero en la dirección incorrecta. O que no permite cambios que revitalizarán la empresa.

 ¿Qué se pierden estas empresas al no incorporar a directores independientes? Se pierden, por cada uno, décadas de experiencia en otros ambientes, la visión internacional, una perspectiva financiera, una visión de management moderno, o una visión tecnológica, por ejemplo.

Y como cada vez es más difícil para una persona, o un grupo de personas, mantenerse al día en todos los aspectos relevantes a una empresa, puede haber un gap importante en esa pérdida. Lo que permitió ser exitoso hasta hoy, no es necesariamente todo lo que permitirá continuar de la misma forma en el futuro. Cambia todos los días el contexto y eso requiere nuevas habilidades.

Para incorporar gente que agregue mucho valor, hay que pensar en qué tipo de conocimientos o experiencias puede ser importante incorporar y realizar una búsqueda tan profesional (o más) que la que se hace para encontrar el CEO que haga fit con una empresa. , Obviamente, hay que complementar la incorporación con un mecanismo, una forma de funcionamiento, por la cual se escuchen e incorporen las nuevas voces y se tomen decisiones con toda la información para poder cumplir con el objetivo de proteger el corto y el largo plazo de los accionistas, que es la misión última de los Directorios.

La conclusión es que a veces se invierte mucho pensamiento y esfuerzo en mejorar el management de una organización cuando frecuentemente el origen de ciertos problemas está en el Directorio  al cual reportan estos gerentes, tema que se puede corregir con bastante facilidad si se toma la decisión.

 

Por Ricardo Bäcker

Consultor de Dirección y Headhunter

Founding Partner de Bäcker & Partners