En el mundo actual, la sustentabilidad y la integridad corporativa resultan conceptos ineludibles a la hora de hacer negocios de manera responsable. Por eso, es necesario para todas las empresas integrar criterios ambientales, sociales y de gobernanza en las cadenas de suministro para lograr un impacto positivo y duradero en el tiempo.
Argentina, como actor estratégico tiene la oportunidad de posicionarse en el tablero internacional y muchas organizaciones comenzaron a adoptar estos estándares. Pero las nuevas legislaciones europeas y directrices internacionales, imponen mayores exigencias a la hora de pensar en generar acuerdos con empresas de ese continente e incluso con los distintos estados.
El 6 de agosto, desde la Cámara de Industria y Comercio Argentino - Alemana realizamos un Foro en el que dialogamos sobre los desafíos futuros para alcanzar negocios sostenibles y competitivos.
La nueva legislación de la Unión Europea, las directrices de la OCDE y la Ley de Debida Diligencia en las Cadenas de Suministro son algunas de las regulaciones sobre las que se habló. En particular, esta ley exige que las empresas identifiquen, evalúen, prevengan y remedien los riesgos e impactos ambientales y de derechos humanos en sus propias operaciones y en sus cadenas de suministro.
Hay algunos puntos particulares que la Ley tiene muy en cuenta. El trabajo forzoso; el trabajo infantil; la discriminación que puede sufrir un empleado dentro de una empresa, son algunos de los temas que aborda.. También se tienen en cuenta las violaciones a la libertad sindical, las condiciones de trabajo inseguras y la degradación del medio ambiente.
Se les exige a las compañías que hagan negocios con Europa publicar, además, un informe anual que describa los pasos que han tomado para identificar y encarar todos estos riesgos.
Sin dudas, el contexto global requiere pensar una transición hacia un mundo que garantice la sostenibilidad de los negocios, promoviendo el trabajo decente, los estándares laborales y medioambientales y la integridad.
Las nuevas tendencias globales en términos de estándares de Sostenibilidad e Integridad nos indican que el foco ya no solo está puesto en el marco regulatorio, sino en cómo deben responder las empresas en torno a temas de medioambiente y Derechos Humanos. Es decir, su impacto en las personas y el planeta, como propone la Agenda 2030 de Naciones Unidas a través de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible.
En la AHK tenemos registrado que unas 170 empresas alemanas están radicadas en Argentina, que generan más de 22.000 puestos de trabajo directos y muchos en forma indirecta. Alemania es considerado hoy el principal socio comercial de nuestro país en la Unión Europea, y el intercambio bilateral superó en 2022 los US$ 3.600 millones, con un crecimiento del 8% respecto de 2021, de los cuales Argentina exportó por un total de US$ 883 con un alza de 9% interanual.
Estos datos nos hacen pensar más que nunca en los requisitos que hay que tener en cuenta para internacionalizar una organización a la hora de formar parte de cadenas de suministro.
*La columna fue escrita por Mariana Regueira, Directora del Centro de Integridad Corporativa de AHK Argentina