En un tiempo tan cambiante como el que vivimos tienen muchas mejores oportunidades las personas de mente curiosa, inquieta y creativa. No se trata de la Inteligencia Artificial o de las competencias duras laborales, sino de la actitud de crear permanentemente, sin esfuerzo, en un flujo natural que mezcla la inspiración, la visualización y la bajada a la práctica.
Todos sabemos que la creatividad es un aspecto esencial de la experiencia humana. Es la fuerza motriz de la innovación en cualquier campo y el tejido mismo de la sociedad. La capacidad de crear es una poderosa herramienta que todos poseemos, aunque la mayoría de las personas la asocian con expresiones como el arte, la publicidad o los inventos. En esos casos, aprovechar el potencial creativo puede ser todo un reto.
La buena noticia es que con la mentalidad y las herramientas adecuadas, cualquiera puede dar rienda suelta a su creatividad interior. Esto es algo que compruebo diariamente como coach ejecutivo certificado por ICF, la máxima entidad en la materia, en los cientos de proyectos en los que intervengo cada año.
Hace poco me preguntaron en una entrevista: ¿Todos somos creativos? Sí, todos lo somos, aunque es un rasgo que puede aparecer con mayor predominancia en algunas personas que en otras. Porque no se trata sólo de crear algo nuevo, sino de resolver problemas, expresarnos y pensar con originalidad.
La base del proceso creativo, en palabras sencillas, está en ver las cosas desde una perspectiva diferente y encontrar soluciones únicas a problemas complejos. Y si le agregamos la simpleza en la resolución, ¡cartón lleno!
5 claves para convertirte en una persona creativa
Aquí tienes cinco puntos que te van a orientar para despertar, desarrollar y potenciar tu creatividad innata:
Clave N° 1: Adoptar la creatividad a través de la mentalidad
Las mentalidades son las actitudes y creencias que dan forma a nuestros pensamientos y acciones. Cada persona tiene su propio modelo mental en el que basa su accionar y su forma de ver el mundo. Por ejemplo, personas con mentalidad fija y estancada, y con demasiados preconceptos, quizás tengan más desafíos para impulsar el acto creativo.
A modo de síntesis, en lo que respecta a la creatividad hay dos mentalidades especialmente importantes: la mentalidad de crecimiento y la mentalidad de abundancia.
La mentalidad de crecimiento es la idea de que nuestras capacidades e inteligencia pueden desarrollarse mediante el trabajo intenso y la dedicación. Si quieres desarrollarla, te invito a trabajar en tus creencias internas de que puedes aprender y crecer, incluso en áreas en las que no tenemos talento natural. La mentalidad de crecimiento nos permite ver los fracasos y los contratiempos como oportunidades de crecimiento y aprendizaje, en lugar de como obstáculos. Es como estar pensando todo el tiempo: Aquí hay un aprendizaje; la próxima vez ya lo sabré, y lo voy a hacer mejor.
En tanto que la mentalidad de abundancia no se refiere sólo al dinero, sino a sostener una creencia positiva de que hay suficiente para todos. Es la idea de que no hay escasez de oportunidades, recursos o ideas.
Si lo que deseas es ser rico en toda la dimensión del término, al adoptar tu mentalidad de abundancia te abres a nuevas posibilidades, a asumir riesgos y probar cosas nuevas, sabiendo que el límite sólo lo pones tú. Y los límites son, fundamentalmente, mentales.
Clave N° 2: Superar los bloqueos creativos
La segunda clave para liberar tu potencial creativo es pasar a través de los bloqueos creativos. ¿De qué se trata? Pues de todos los pensamientos e ideas que se interponen en nuestra capacidad de crear. Pueden adoptar muchas formas, como la duda en uno mismo, el miedo al fracaso, el famoso Síndrome del impostor, o, simplemente, no saber por dónde empezar.
La actriz de Hollywood Michelle Pfeiffer, quien ha sido una de las mujeres que ganó más millones de dólares con su trabajo, confesó que cuando iba a rodar Scarface junto con Al Pacino, se decía a sí misma mientras conducía su auto: Hoy es el día en que se van a dar cuenta de que soy un fraude; y volveré a ser la cajera de supermercado que debo ser. Síndrome del impostor a full.
Si te pasa algo así, puedes pensar que el aceptar tus dones, talentos y habilidades, aunque no los tengas tan manifiestos diariamente, es lo que te llevará a probar y experimentar. Finalmente, la contundencia de tus actos hablará por sí sola y te dará la certeza de que sí, sirves para 'eso"' que te generaba tantas dudas.
Si no se te ocurre nada, una de las mejores formas de superar los bloqueos creativos es cambiar de entorno. Moverte de donde estás hacia otro lado -por ejemplo, dando un paseo- puede darte la inspiración que necesitas para empezar.
Otra forma de superar los bloqueos creativos es practicar la atención plena. El mindfulness es estar presente en el momento y ser consciente de tus pensamientos y sentimientos. Practicando la atención plena, puedes identificar los pensamientos y emociones que te frenan y aprender a dejarlos ir y hasta cambiarlos por otros contributivos con tu deseo creativo.
Clave N° 3: Comprender tu proceso creativo personal
Cada persona tiene una forma única de abordar la creatividad, y entender tu proceso personal puede ayudarte a trabajar de forma más eficiente y eficaz. Hay métodos, sí; aunque el mejor de todos es el que formateas a tu estilo y personalidad.
Por ejemplo, quién cocina en su casa o profesionalmente en un restaurante, tiene su propio estilo. Quién crea códigos para tecnología, alguien que diseña moda, los estudiantes que escriben la tesis para recibirse en su carrera, o los coaches, que tenemos varias sesiones al día con personas totalmente distintas, desarrollamos ese proceso creativo personal, y lo ponemos al servicio del rol o tarea.
Si quieres entender por dónde se despierta tu creatividad a nivel de activación cerebral y luego en tu mente, puedes trabajar en observar cómo lo haces. Un apoyo podría ser llevar un diario donde anotes ideas sueltas, inspiraciones y progresos. Recomiendo que anotes todo: no pierdas ninguna idea, porque, en algún momento, la vas a utilizar. Así identificarás patrones en tu forma de pensar y de asociar ideas.
Clave N° 4: Desarrolla una rutina creativa
Una rutina es un conjunto de hábitos y prácticas que se siguen con regularidad. El famoso comediante Seinfeld fue interrogado un día por un escritor fanático, que quería saber cómo hacía el actor para escribir todos los días una rutina distinta. Seinfeld respondió: Escribiendo todos los días por al menos una hora; aunque no tengas ganas. Hazlo 66 días seguidos, porque así no sólo habrás incorporado el hábito, sino que lo habrás transformado en un estilo de vida.
Es por esto que seguir cierta rutina para tu trabajo creativo, sobre todo si eres de las personas que piensan que no tienes creatividad, te va a dar una sensación de estructura, contención mental y coherencia para mantenerte centrado y productivo.
Empieza marcando tu agenda para el trabajo creativo: por ejemplo, un proyecto nuevo, hacer una investigación o incursionar en cosas impensadas para nutrirte de ese alimento que necesita tu mente para despertar tu impulso de creatividad.
Una forma de desarrollar una rutina creativa es reservar tiempo para el trabajo creativo. Esto puede significar trabajar en un proyecto durante un determinado número de horas al día o dedicar un día a la semana a tus actividades creativas.
Clave N° 5: Haz algunos rituales para enfocarte
Como estás viendo aquí, con ejercitación de tu parte la creatividad se despierta. En mi caso, me gusta generar entornos adecuados cuando necesito crear. Porque, aunque lo tengo tan aceitado que surge espontáneamente en el momento menos indicado, a veces me cuesta arrancar.
Aquí aparece una buena clave: no lo fuerces. Si no te sale, suéltalo y vas a ver cómo más tarde aparecerá ese click y ese wow en tu mente que te traerá claridad creativa.
En lo personal me encanta poner música suave de fondo: me enfoca y me calibra para rendir al máximo creativamente. Por ejemplo, cuando estoy escribiendo un artículo como este, cuando doy una conferencia y la preparo especialmente, y en las sesiones de coaching ejecutivo.
Hay una frase de Einstein que me encanta, y dice: La mente es como un paracaídas: sólo funciona si se abre. El reto de hoy es invitarte a abrir tu mente, a dejar fluir las ideas, a que la intuición te guíe. Así verás que, con la práctica continuada, te convertirás en una persona más creativa todo el tiempo.
Daniel Colombo
Facilitador y Máster Coach Ejecutivo especializado en alta gerencia, profesionales y equipos; mentor y comunicador profesional; conferencista internacional; autor de 32 libros. LinkedIn Top Voice América Latina. Coach profesional certificado por ICF en su máximo nivel, Coach certificado, Miembro y Mentor en Maxwell Leadership, el equipo de John Maxwell.
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