Cuánto amar y cuánto temer a la IA

Al cierre de esta edición sucedió algo curioso. Varios medios reprodujeron un ranking sobre la fortuna de músicos que se había publicado por primera y única vez hace 12 años, en otra etapa de Forbes Argentina

Lo hicieron como si se tratara de una noticia nueva y entonces no incluía a fenómenos internacionales actuales como Bizarrap, Duki o tantos talentos potenciales a integrar esa lista si estuviera actualizada. 

Desde programas de televisión abierta y radio hasta portales masivos repitieron una y otra vez esa fake news, porque, sin duda, esas estimaciones realizadas hace 12 años hubieran perdido vigencia hasta en Suiza, y ni hablar en la Argentina del 200% de inflación anual, como pronosticó el actual ministro de Economía en su proyección de presupuesto enviada al Congreso.

 

Cada vez es más frecuente en las redacciones la práctica de copiar y pegar o refritar textos a través de programas de inteligencia artificial con el único objetivo de satisfacer la voracidad que despiertan los algoritmos. Granjas de pasantes y refrito de textos en pos del clickbait es una de las estrategias de crecimiento digital que son tendencia en todo el mundo, aunque muchos portales ya hayan colapsado por su inconsistencia.

El modelo de negocios de los medios sostenibles y legítimos (cuyo core es el periodismo y no una herramienta de lobby) se enfoca en la diversificación de distintas unidades de negocio. Ya no es publicidad y audiencias, sino una variedad tan amplia como cada mercado lo permite. En Forbes Estados Unidos se extiende a licencias globales en Educación, Viajes y hasta Real Estate.

Los desafíos por delante

Más allá de la anécdota anterior, el desarrollo acelerado de la IA plantea enormes desafíos, entre los que la propagación de fake news en el futuro es apenas uno de ellos. La posibilidad de replicar nuestras voces casi a la perfección y/o incluirlas en imágenes producidas de cero abre un panorama en el cual la distópica serie Black Mirror se queda corta. 

El debate ético sobre el futuro de la IA está en plena ebullición entre los propios players más poderosos de Silicon Valley, y en esta edición compartimos las últimas novedades. 

Vinod Khosla, un millonario indio/estadounidense, teme que la IA sin control sea incluso más peligrosa que el Proyecto Manhattan que impulsó la construcción de la bomba atómica. 

A Reid Hoffman, cofundador de LinkedIn, no es una bomba lo que le preocupa. Pero sí que se pudiera entrenar a un modelo de IA gratuito para que genere un arma biológica que esté disponible para todos y que pudiera eliminar a 100 millones de personas. “Una vez que el código abierto está disponible, no se puede dar marcha atrás”, dice.

Y no son los más apocalípticos: al contrario, son efusivos promotores de la IA pero con los cuidados necesarios. Ante otros dilemas también se enfrentan los CEO y empresarios de la Argentina que participaron del cuarto Forbes CEO Summit. 

Entre la ilusión por aprovechar todas las potencialidades que observan en sus sectores y los cimbronazos de la recesión, comparten sus experiencias de liderazgo para, una vez más, atravesar la tormenta. 

En esta edición, una síntesis de sus miradas y sus lecciones más valiosas. Y, como siempre, pueden encontrar a diario mucho más en forbesargentina.com y en todas nuestras redes. Con soporte de la IA, pero hechas por sapiens, para sapiens.