Ojalá fuera el Día de la Marmota y a menos de un mes para las PASO nos encontráramos en el mismo y triste lugar que hace cuatro años. Pero no, estamos peor. En aquel agosto, el macrismo completaba su gestión sin haber logrado sostener el exitoso 2017 en el que los salarios vencieron a la inflación, que cayó al 24,8 anual, 16% menos que en 2016 (cuando se salió del cepo y aumentaron tarifas) e incluso 5% menos de los 30% heredados de Cristina Fernández en 2015.

Sin embargo, la necesidad de financiamiento para afrontar el déficit fiscal y la descoordinación de la política económica generaron que 2018 tuviera la mayor inflación desde 1991, llegando a 47,6%. En un contexto recesivo y de profunda decepción, de nada sirvió que, al llegar a las PASO de hace cuatro años, la inflación mensual apenas superara el 2% y pudiera proyectarse nuevamente al 25%.

La sociedad decidió que el ciclo de Mauricio Macri se había terminado. Y el inminente regreso del kirchnerismo disparó una nueva corrida que, lejos de retroceder la inflación, la haría terminar en 53,8%. Hoy, cuatro años más tarde, la inflación proyectada varía entre 120% y 130% anual y el ministro de Economía es uno de los candidatos a presidente. El relato de campaña del oficialismo apunta a la oposición y su plan de ajuste omitiendo el ajuste real que tiene el poder adquisitivo devorado por la inflación y doblemente afectados los asalariados no registrados.

El contrafáctico funciona como dogma de fe: sin Sergio Massa hubiera sido peor; si ganara la oposición, el ajuste sería aún más salvaje. Con un país casi fundido, implorando por yuanes a China o dólares al FMI para llegar a diciembre, es de esperar que, más allá de los discursos de campaña, se logre un consenso para controlar el gasto, reducir el déficit y ordenar la economía en los próximos cuatro años. No habrá magia. Pero sí una batalla cultural para evitar la demagogia de políticos y medios o analistas más preocupados en complacer a las audiencias con espejitos de colores.

En un mes sabremos si Horacio Rodríguez Larreta o Patricia Bullrich enfrentarán a Sergio Massa y Javier Milei. Mientras tanto, un bálsamo de sabiduría. Por un lado, entrevistamos a decenas de número uno en el Forbes Summit CEO y compartimos sus experiencias, desafíos y visión para el 2023. Por el otro, ocho de los inversores más grandes de todos los tiempos, con Warren Buffett a la cabeza, revelan sus reglas de oro para detectar oportunidades, construir un patrimonio y sostenerlo a lo largo del tiempo. Y, más allá del dinero, ofrecen un consejo de vida para su yo de 20 años sobre dónde poner el foco para tener éxito y disfrutar una vida plena.