La Argentina se posiciona como uno de los países sede de congresos, convenciones, ferias, eventos deportivos y viajes de incentivos más destacados del mundo. Luego de un 2019 que terminó con 7.743 reuniones en el país, en su gran mayoría ferias y exposiciones, según datos aportados en aquel entonces por el Observatorio Económico de Turismo de Reuniones de la República Argentina, la industria tuvo que bajar la persiana por la llegada del Covid-19.
Pero los eventos creados para promover las ventas y el consumo volvieron con fuerza después de la pandemia. De hecho, recientemente Buenos Aires se ubicó en la primera posición de América en el ranking elaborado por la Asociación Internacional de Congresos y Convenciones (ICCA) en 2022, año en el que se desarrollaron 66 eventos homologados, y fue la única ciudad del continente en el top 20 a nivel global.
Este tipo de exposiciones, que suelen estar dedicadas a una temática específica o tener un propósito común, son de gran importancia no sólo porque fomentan el turismo, sino por el volumen de negocios que se genera y los miles de puestos de trabajo que se crean alrededor de ellos. Constituyen un punto de encuentro clave entre la oferta y la demanda.
Podemos citar como ejemplo lo que ocurre en Expoagro, la muestra agroindustrial a cielo abierto más grande de la región, organizada por Exponenciar. Durante cuatro días se concentran compradores, vendedores, entidades financieras y rondas de negocios internacionales en un clima único, motivo por el cual se ha sido bautizada La Capital Nacional de los Agronegocios. En su última edición en 2023 participaron más de 600 expositores, fue concurrida por 100.000 personas, y superó las expectativas comerciales alcanzando US$ 1.200 millones en volumen de negocios.
En tanto, una feria de gastronomía y turismo como es Caminos y Sabores, donde se reúnen emprendedores de alimentos, bebidas y artesanías de todo el país, en 2022 convocó a 100.000 visitantes que disfrutaron de lo que ofrecieron 450 productores. Además, se concretaron 400 reuniones entre productores y supermercadistas, y se generaron más de $ 700 millones en volumen de negocios.
Esto es solo una muestra de la importancia de este tipo de encuentros que sin duda proporciona muchas ventajas a los expositores. Entre ellas, se reúne un público objetivo interesado y motivado, se potencian las ventas, se logra una comunicación personal con clientes y potenciales consumidores, hasta se puede tomar el pulso del mercado y conocer tendencias. Además es el ámbito propicio para la presentación y la demostración de productos, servicios, maquinaria y tecnologías, facilitando el acceso a otros mercados.
Por todo esto, las ferias, congresos y exposiciones suelen ser uno de los momentos más esperados, incluso hay expositores que se preparan todo el año. La visibilidad es muy alta potenciada por la gran cantidad de medios e influencers que concurren. Diversas encuestas internas aportaron que un 80% de los participantes lo conciben como un espacio para posicionar la marca y descubrir nuevas ideas de negocio. Para muchos de ellos, significa también la posibilidad de abrirse puertas al mundo.
*La columna fue escrita por Diego Abdo Gerente de Comunicaciones de Exponenciar