Desde la comunicación, tuve el privilegio de observar de cerca la evolución de las estrategias para que suceda esa magia única donde se produce la intersección entre las marcas y los mensajes. Este año, plegado de anuncios sobre Inteligencia Artificial, destaca sin embargo una tendencia clara: la necesidad imperiosa de ser auténticos, responsables y transparentes.
En un entorno donde los consumidores están más informados y conectados que nunca, las empresas deben adaptarse y responder a sus expectativas con una comunicación que vaya más allá de palabras vacías. Y es trabajo de los comunicadores, entender el camino a trazar. Historias de vida, ejemplos de la cotidianeidad, realidad y un mensaje claro que empatice y entienda aquello que nos pasa a todos. Estrategias en espejo: me muestro y soy igual que vos, nos pasan las mismas cosas, sentimos y vibramos en igual sintonía.
En este sentido, la responsabilidad social y la coherencia se convirtieron en el corazón de cualquier planificación efectiva. No es suficiente con proclamar un compromiso con la sostenibilidad, la diversidad o la inclusión; las acciones deben respaldar estas declaraciones. Los consumidores de hoy buscan marcas que no solo hablen de sus valores, sino que los vivan y los demuestren en cada aspecto de su operación. La autenticidad es la moneda de cambio por excelencia y es lo que fideliza la relación entre las marcas y sus audiencias.
Por otra parte, la tecnología y su avance acelerado abren nuevas puertas para conectar con el público de maneras más significativas y personalizadas. Sin embargo, no debe ser vista como un fin en sí mismo, sino como una herramienta que potencia la capacidad de contar historias. Y, junto a esto, los datos son jugadores que pueden convertirse en grandes protagonistas siempre que se cuenten con las herramientas y la capacidad operativa de recolectarlos en tiempo real y analizarlos para tomar las decisiones más acertadas. Hoy no existe plan posible sin un previo análisis de datos.
Por último, y como top of mind, la creatividad, siempre. En este viaje hacia una comunicación más responsable, la creatividad sigue siendo el norte. Las ideas frescas y originales son las que capturan la atención y generan impacto. La creatividad resulta esencial y marca la diferencia. Y, dentro de este punto, la multiplicidad de canales desde donde llegar a las audiencias. Esto crece y debemos estar atentos a las nuevas plataformas donde se encuentran nuestros líderes de opinión, los catalizadores de mensajes.
Para terminar, destaco algunos tópicos infaltables en la comunicación que son capaces de marcar la diferencia y romper barreras: empatía; comprensión profunda de las necesidades y aspiraciones de las audiencias; construcción de confianza; humanización de las marcas. Todos aspectos encadenados unos con otros que solitarios tienen su identidad, pero juntos, se potencian y tienen la capacidad de alcanzar esas alturas donde vemos en el otro esa parte de nosotros. Ahí es donde el verdadero viaje comienza.
*Por Liliana Wartenberger, directora de Prensa y Relaciones Públicas en A TRAIN LAB