Compartir datos en el sector de salud no puede esperar a otra pandemia
El intercambio de informaciones administrativas y de cuidados puede mejorar la gestión del tratamiento médico.

Los nuevos casos de COVID-19 parecen estar estancados en nuestra región, pero en este momento observamos un aumento de estos en otras geografías como China. En el caso de que esto nuevamente ocurra localmente, pueden surgir restricciones en la oferta de insumos, de los tests RT-PCR y de antígenos. Esta no es la primera vez que el sector de salud, gobierno y población precisan lidiar con este tipo de problema. Al comienzo de la pandemia en 2020, faltaron respiradores, equipos de protección individual (EPI) y medicamentos como calmantes esenciales para el cuidado de los pacientes con respiración mecánica. Además, en los comienzos del 2021 hasta hubo falta de oxígeno.

La necesidad de lograr reportes sobre la cantidad de insumos para informar a las autoridades genera más trabajo y presión a los equipos administrativos y operativos. Este escenario demuestra la importancia de que las instituciones de salud pública y privada cuenten con un sistema capaz de brindar e integrar datos de los registros médicos y del planeamiento de recursos empresariales con el objetivo de evitar la sobrecarga de trabajo así como también los errores causados por la entrada duplicada de datos.

Los sistemas capaces de interoperar datos pueden determinar automáticamente el agotamiento de suministros con base en la documentación clínica. Además de eso, la utilización de los mismos puede preverse al considerar procedimientos agendados e internaciones hospitalarias, lo que permite un planeamiento y pedidos proactivos. Estas acciones son esenciales, no solo durante la pandemia, sino también post pandemia para evitar desperdicios y la escasez de elementos.

 

Transparencia en los valores

La interoperabilidad de datos financieros con informaciones de recursos humanos y sistemas clínicos ayuda a determinar el costo exacto de la prestación de los servicios para pacientes o de otras líneas de servicio específicas. El costo está basado según la actividad. Actualmente, muchos hospitales cuentan con dificultad para determinar sus costos reales porque estos generalmente están evaluados por los diferentes centros de costo y no por el servicio prestado.

Ya existe un sistema de costos basado en el performance que tiene como foco todo el recorrido de salud del paciente, la calidad de la atención prestada y el desempeño clínico. Esto aumenta la importancia de la transparencia de precios y los gestores precisan entender cuáles son sus costos comparados con el estándar del sector, lo que también ayuda a identificar desperdicios, puntos de mejoría y optimizar la cadena de suministro. Estos beneficios son aún mayores durante una pandemia, cuando muchos procedimientos precisan adelantarse.

Mejorar la interoperabilidad de los datos también ayuda a las organizaciones del sector de salud a modernizar las interacciones con los pacientes y la adopción de una estrategia digital. Esta es una de las funcionalidades más importantes de la estrategia “Digital Front Door”, la agenda online. La misma requiere de un sistema para los procedimientos del agendamiento de las consultas, que también posibilita la grabación, transcripción de las interacciones, registro de estudios y exámenes, así como de cuidados suplementarios como fisioterapia o vacunación. Además, permite la integración de documentación clínica y financiera sin aumentar la carga laboral de los gestores ni del equipo administrativo y de tecnología.

 

Por ahora la interoperabilidad de datos en el sector de salud es un proceso en pleno desarrollo en la región. En los últimos años, el HL7 FHIR (Fast Healthcare Interoperability Resource), que es el patrón de interoperabilidad internacional más adecuado para el intercambio de datos basado en la web que utiliza APIs y análisis de datos, ganó espacio entre los desarrolladores de sistemas para el área de salud. Este patrón permite el desarrollo de muchas innovaciones con altos niveles de protección y seguridad de datos, como por ejemplo, aplicativos que permiten la agenda de consultas sin que el paciente precise hacer una llamada.

Actualmente, la mayoría de las transacciones en la región ocurren en distintos sistemas que necesitan de una herramienta capaz de actuar como puente entre el viejo patrón y el nuevo, ejecutando una “traducción” en tiempo real. Estas herramientas ya están disponibles y permiten estar preparados antes de que llegue una nueva ola de COVID 19 o de alguna otra enfermedad que afecte la atención de las personas y sobrecargue a los profesionales y administrativos del sector de salud.

 

*La columna fue escrita por Bruno Toldo, Chief Medical Information Officer, Infor Latam