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Cómo transformar la producción artesanal en eficiencia industrial

Emanuel Fellay socio fundador de Entrenuts

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4 Enero de 2024 11.45

El 20 de marzo de 2020, justo el día que se decretó a nivel nacional el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio, comenzamos la primera producción oficial de pasta de maní de la empresa. Con una pequeña manga pastelera producíamos entre 20 y 30 frascos por día, que luego vendíamos por redes sociales y distribuíamos casa por casa. Hoy, tres años más tarde, producimos 3500 frascos por hora con procesos y maquinaria automatizada y pasamos de ser un pequeño emprendimiento a ser una empresa con 46 empleados que exporta a Estados Unidos, Reino Unido, Brasil, Uruguay y Chile. 

¿Cómo se explica este rápido crecimiento? Desde el inicio tuvimos muy claro que nos teníamos que enfocar en tres pilares clave: la automatización de procesos, la profesionalización del equipo y la adopción de prácticas avanzadas de gestión empresarial, no sólo para ampliar la capacidad de producción, sino principalmente para sentar las bases para un futuro sólido y sostenible en la industria. 

En aquellos primeros días, dependíamos en gran medida de la destreza manual y la fuerza física de cuatro personas (mis dos socios y un empleado que nos acompañaba) para cumplir con las demandas de producción. Sin embargo, rápidamente reconocimos la necesidad de modernizar y eficientizar las operaciones.  Modernizamos la maquinaria y pasamos de utilizar un molino con una capacidad de 130 kg por hora a otra maquinaria de última generación que puede producir hasta 1000 kg por hora. Este cambio fue crucial para satisfacer la creciente demanda del mercado y mantener altos estándares de calidad. También pasamos del envasado manual en los primeros días a sistemas semiautomáticos y, finalmente, dos líneas completamente automáticas de llenado, tapado y etiquetado. 

Así, en el transcurso de estos años avanzamos y pasamos a operar tres turnos, con cinco empleados dedicados por turno. Este crecimiento no solo se refleja en términos de la capacidad de producción, sino también en la diversificación y profesionalización del equipo. Este ha sido otro aspecto clave para el crecimiento de la empresa. Los primeros indicios de cambio fueron evidentes con la inclusión de profesionales clave, como Ingenieros de Calidad, un Ingeniero en Electromecánica y un Licenciado en Seguridad e Higiene. Esta ampliación del equipo no solo fortaleció la base técnica de la empresa, sino que también estableció estándares más elevados en términos de calidad y seguridad en la producción. De hecho, con la introducción de este equipo comenzamos con la implementación de normas ISO 9001 y BRC, con el objetivo de asegurar que cada frasco de pasta de maní o aceite de coco que sale de nuestras instalaciones cumple con los estándares más altos. 

En estos años, el equipo de trabajo fue creciendo hasta alcanzar hoy 46 personas, con un promedio de edad de 25 años. Desde aquel inicio con tareas manuales intensivas implementamos un circuito cerrado de producción que ha reducido significativamente el esfuerzo físico del operario. También incluimos prácticas de mejora continua y brindamos asistencia psicológica para encargados de producción y mandos medios, contribuyendo no solo a la eficiencia operativa sino también a cuidar el bienestar de los empleados.

Hay otros aspectos clave en los que trabajamos y que apalancaron nuestro rápido crecimiento. Uno de ellos es la implementación de un sistema ERP que nos permite tener acceso en tiempo real a los datos de producción al vincularlos directamente a las líneas de producción. Este cambio elimina la necesidad de procesos manuales y facilita una gestión más eficiente y precisa. Por otro lado, estamos en el proceso de implementar prácticas como las 5S (seiri, seiton, seiso, seiketsu y shitsuke), el Mantenimiento Productivo Total (TPM) y la mejora continua en colaboración con el Instituto Nacional de Tecnología Industrial. 

Apuntamos a crear cimientos sólidos en las áreas que a nuestro criterio componen la base del funcionamiento de la empresa y de ahí todo lo demás que nos hace superarnos y ser mejores día a día.

Vamos superando desafíos todos los días, algunos mayores y otros menores, pero estamos en un proceso de aprendizaje constante, buscando adaptarnos de la mejor manera a los cambios y dinamismo de la economía argentina.
 

 

*La columna fue escrita por Emanuel Fellay, socio fundador de Entrenuts

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