Cómo el liderazgo sistémico, la seguridad psicológica y la gestión del conocimiento son esenciales para el éxito sostenible
Juan Francisco Gómez Psicólogo especializado en desarrollo de potencial
Juan Francisco Gómez Psicólogo especializado en desarrollo de potencial
Imaginemos una organización como un gran bosque. El rol del liderazgo se asemejará al del guardaparque hábil que entiende las interacciones complejas de las plantas, los suelos y el clima, interviniendo solo y cuando es necesario. Una organización es un sistema interconectado en el que cada parte influye en el todo y, al igual que en los bosques, en los ecosistemas empresariales la diversidad y la interconexión también juegan un papel crucial en su éxito. ¿Pero por qué esto no siempre ocurre de manera positiva y enriquecedora?
En su libro “La organización sin miedo”, Amy Edmondson, experta en el campo de la psicología organizacional, plantea que la base fundamental para que este potencial se ponga en juego es la creación de ambientes con seguridad psicológica. Esto implica crear organizaciones en las que las personas se sientan libres de expresar sus ideas, preocupaciones y opiniones sin miedo a ser penalizados de alguna forma.
Fomentar la diversidad de pensamiento y valorar las contribuciones individuales es esencial para construir una cultura de confianza y respeto mutuo. Al fomentar el respeto por esa diversidad, las empresas pueden aprovechar una amplia gama de perspectivas e ideas basadas en la combinación de las habilidades creativas diversas. Dentro de una economía de la creatividad, se considera que la diversidad es un rasgo fundamental para crear equipos con capacidad de adaptación a diferentes desafíos y oportunidades.
Edmondson argumenta que la seguridad psicológica no solo será importante para el bienestar emocional de los empleados, sino que también es crucial para el rendimiento y el éxito organizacional a largo plazo. Basándose en investigaciones en distintos ámbitos, como por ejemplo la vida cotidiana de los hospitales, demuestra que en aquellas organizaciones donde el miedo es parte de la cultura de liderazgo la personas dentro de ella prefieren guardarse su conocimiento en vez de compartirlo por miedo al error y a la desvalorización. En cambio, al crear un entorno en donde los errores se ven como oportunidades de aprendizaje y se fomenta la colaboración abierta, las organizaciones pueden impulsar la creatividad, la innovación y la adaptabilidad en un mundo empresarial cada vez más complejo.
Valorar la diversidad como potencial organizacional no significa solamente tener políticas de inclusión. Para que la verdadera sinergia de los equipos se nutra de esta diversidad, debemos tener líderes que motiven no solo desde el ejemplo, sino también desde su forma de pensar, y que puedan elaborar estrategias sistémicas que respondan a las problemáticas desde una mirada estratégica de la complejidad.
Los líderes con pensamiento sistémico son conscientes de que el conocimiento se encuentra distribuido en toda la organización y fomentan la participación activa de los empleados en la gestión del conocimiento organizacional. La “polinización cruzada” de saberes y la transferencia de habilidades se convierten en prácticas comunes, enriqueciendo el ecosistema empresarial.
Por eso, los líderes estimulan el intercambio, facilitan el aprendizaje colaborativo y crean estructuras y procesos que permiten la captura, el almacenamiento y la transferencia efectiva de conocimientos dentro de la organización. Pero, para todo esto, los líderes de cada organización deberán crear un ambiente inclusivo donde se valore y se dé voz a todas las personas, lo que contribuye a la seguridad psicológica y, como resultado, al intercambio y creación de conocimientos diversos.
"La vida secreta de los árboles" es un libro escrito por Peter Wohlleben que revela los sorprendentes descubrimientos sobre la vida y la comunicación de los árboles en los bosques. A través de una narrativa cautivadora y accesible, el autor nos sumerge en un fascinante mundo forestal en el que los árboles interactúan y se comunican de formas sorprendentes.
Wohlleben explora cómo los árboles forman redes subterráneas de hongos y raíces que les permiten intercambiar nutrientes y comunicarse entre sí. A través de esta "red de internet del bosque", los árboles pueden compartir información sobre las condiciones ambientales, advertirse mutuamente de peligros y transferir recursos a aquellos que los necesitan. Del mismo modo, las organizaciones pueden construir una red empresarial que fomente la comunicación abierta y la colaboración entre los equipos, departamentos y socios comerciales. Esto permitirá un intercambio de ideas, conocimientos y recursos que fortalecerá el ecosistema empresarial.
Al promover la seguridad psicológica, los líderes alientan a los empleados a asumir riesgos y aportar nuevas ideas sin temor al fracaso. Esto fomentará la generación de conocimiento nuevo y la capacidad de adaptarse a los cambios y desafíos de un entorno empresarial competitivo y en constante movimiento.
En este ecosistema empresarial, el liderazgo sistémico, la seguridad psicológica y la gestión del conocimiento se integran de tal manera que la organización se vuelve más resiliente y competitiva. La innovación se convierte en una práctica cotidiana, fruto del intercambio constante entre sus miembros, y a su vez, es esta misma diversidad la que aporta los recursos de adaptabilidad para enfrentar cualquier desafío.
En última instancia, al abrazar la metáfora de un ecosistema floreciente, las organizaciones pueden construir una cultura que fomente la confianza, la colaboración y el aprendizaje resiliente y, al hacerlo, sientan las bases para una innovación continua.