Cómo detectar climas laborales tóxicos y convertirlos en agradables
Damián Goldvarg Master Certified Coach por International Coach Federation
Damián Goldvarg Master Certified Coach por International Coach Federation
El clima laboral puede cambiar la percepción sobre un empleo. Entre los beneficios que ofrecen las empresas, el bienestar psicológico es uno de los puntos más evaluados durante los tres primeros meses de desarrollo en una compañía. Entonces, ¿cómo puede cambiar esta percepción mediante las herramientas de coaching?
Primero sería interesante entender qué es un ambiente tóxico de trabajo. Para los coaches es aquel ambiente en el que los trabajadores se sienten poco valorados y no se consideran parte de la organización. Además un ambiente laboral malo, que lleva a una baja en la productividad de la empresa, genera ausencias de los trabajadores y desmotivación como principal estado de ánimo y la rotación de personal es muy alta. También un lugar de trabajo tóxico se da cuando el apoyo organizacional es mínimo o nulo, y además se generan malas relaciones interpersonales, alta carga de trabajo, falta de autonomía, malas recompensas y falta de seguridad laboral.
Al entrar entrar en un ámbito profesional nuevo se puede detectar este tipo de características observando algunos comportamientos: si hay constantes cambios de colaboradores en la plantilla, o si los jefes son líderes presentes o ausentes durante el proceso de adaptación. Muchas veces la ausencia también se considera como algo tóxico. También hay que tener en cuenta si la compañía premia y reconoce de manera positiva a sus colaboradores, lo que demuestra competencia y responsabilidad en los altos mandos.
Pero qué pasa cuando un colaborador se siente incómodo con su entorno laboral, o mejor dicho, ¿cómo puede cambiar esta percepción mediante las herramientas de coaching? Nuestros estudios en ICF han demostrado que estar inmerso en ambientes laborales tóxicos impacta en la salud física, provoca enfermedades cardíacas y burnout.
Los coaches por lo general sugerimos para hacer frente a un ambiente laboral tóxico, un conjunto de herramientas que nos permitan tomar distancia de esa situación para no caer en ese estado dañino. Por ejemplo, buscar actividades que despejen la mente, dedicarse a alguna actividad que no tenga nada que ver con el trabajo, aprovechar el tiempo libre, descubrir actividades recreativas, sobre todo para hacer frente en lo que a salud física, respecta.
Siguiendo estos consejos, será más fácil sentir mayor bienestar mientras buscamos opciones para poner fin a esta situación. Sin olvidar que con esfuerzo, lucha y persistencia conseguiremos escapar de esa toxicidad que afecta tanto.
*La columna fue escrita por Damián Goldvarg, Master Certified Coach por International Coach Federation