Revolucionarias, versátiles e impulsoras de cambios. Así son las tecnologías digitales hoy en día. Apostar por la innovación en las empresas ya no es simplemente una inversión a largo plazo, ni un gasto innecesario o sólo para unos pocos, sino que la adaptación es una obligación que se ha vuelto imprescindible en un mundo en constante cambio.

Desde el inicio de la pandemia, y debido a los ajustes que los negocios y sus colaboradores han tenido que asimilar para continuar con sus actividades, tanto la automatización como la Inteligencia Artificial (IA) fueron acelerando su relevancia. De hecho, los reiterados avances de la IA la están situando como protagonista en funciones que van desde procesos comerciales hasta la optimización en procesos y procedimientos de todo tipo.

Según el estudio de Ernst & Young "Transformación con sentido digital”, el 80% de las empresas latinoamericanas reconocen que las estrategias de automatización y conectividad son fundamentales en el desarrollo del futuro. A su vez, el 44% de esas organizaciones aseguran que sus directorios ya tienen a la automatización como un tema central en sus agendas.

Automatización inteligente e IA: caminos unidos por la modernización digital

Según un informe de la consultora McKinsey, en 2022 un 52% de las empresas encuestadas aumentaron sus inversiones en IA respecto a años anteriores, mientras que el 63% espera un crecimiento en estas inversiones en los próximos 3 años. La evolución de la tecnología no se detiene, el universo digital se duplica cada dos años y tenemos la posibilidad de usar la automatización inteligente.

Pero, ¿de qué trata este concepto? Es la combinación de tecnologías de automatización robótica de procesos (RPA) e Inteligencia Artificial que, en conjunto, impulsan mejoras en los procesos empresariales y agilizan la modernización digital. En simples palabras, es facilitar las operaciones diarias a través de la tecnología.

Son múltiples los procesos de negocios que pueden ser potenciados con la automatización, incluyendo las mismas operaciones de TI. Sin embargo, por diferentes factores, aún sigue siendo un tema resistido en varias organizaciones. Y es entendible, ya que los cambios no son fáciles: el business case, el desafío de la adopción y aceptación por parte de los colaboradores, las transformaciones organizacionales asociadas y otros tantos temas más. En este contexto, aún queda un importante camino por recorrer, repleto de desafíos y oportunidades. Igualmente, las señales son claras: los datos de negocio, las tendencias de industria, las mejores prácticas y los escenarios de competencia apuntan a una necesidad inevitable de flujos de operación automatizados.

Desde hace tiempo, la automatización viene mejorando la productividad en el trabajo, ahorrando tiempo y aumentando la agilidad productiva. Asimismo, el valor que aporta este recurso permite avances como, por ejemplo, la predicción de problemas en las líneas de producción, la integración del mantenimiento preventivo en los dispositivos tecnológicos que componen una red, la gestión de operaciones de TI de manera más ágil, resiliente y segura, entre otros.

Y un factor importante a considerar es la seguridad. La automatización inteligente fortalece la confiabilidad de las operaciones y reduce el riesgo de errores, lo cual contribuye a mejorar la prestación de servicios a los clientes y, como consecuencia directa, impulsa el crecimiento -entre otros beneficios-.

Una mirada más allá de las operaciones comerciales

¿Modernización digital? ¿La visión de un mundo cada vez más tecnológico? ¿Personas y “robots” trabajando juntos en pos de la eficacia de los negocios? Sí, todo esto ya está sucediendo desde hace algunos años, por eso mismo las organizaciones deben estar preparadas para que sus operaciones no se estanquen, sino que se adapten y se desarrollen en el marco de una IA y automatización seguras y efectivas (que, a su vez, están acelerando su evolución a una velocidad sin precedentes).

Pero, tanto la automatización como la IA, son herramientas necesarias no sólo para las operaciones comerciales y la optimización de la experiencia del cliente, sino que están impactando en múltiples dimensiones, al mejorar la eficiencia, la calidad y la precisión en una variedad de procesos y actividades entre las que encontramos, principalmente, la investigación científica, la industria manufacturera, el cuidado de la salud y la agricultura.

La demanda por negocios cada vez más digitales y la velocidad de evolución de la tecnología está superando la preparación empresarial para poder responder. La pregunta aquí es, tu negocio, ¿está preparado para el presente y el futuro? Si te sumás al cambio, tu empresa lo agradecerá.

*La columna fue escrita por Sebastián Barbich, director de Kyndryl Consult en Argentina