Cinco consejos de coaching ejecutivo para tener éxito cuando se comparten la vida y el trabajo
Daniel Colombo Facilitador y Máster Coach Ejecutivo
Hace poco fue el Día de San Valentín, el patrono de los enamorados, y, además de las demostraciones de afecto de manera especial, fye un buen momento para detenerse a pensar las relaciones. Porque, ¿qué pasa si esa persona especial es también tu socio o socia de negocios, o colega? ¿Cómo mantener el amor fresco y la chispa viva mientras se combinan los negocios con la vida personal?
Es conocido que la sabiduría popular suele aconsejar “no hagas negocios ni trabajes con familiares, parejas o amigos”. La realidad indica que hay millones de emprendimientos de parejas que llevan adelante sus negocios con todo éxito, y saben combinar con maestría la vida personal y profesional.
También, hay muchas relaciones que se dan entre colegas que trabajan juntos. Hasta hace una década no era bien visto tener una pareja en el empleo; incluso existen códigos de ética laboral que lo prohíben. La buena noticia es que, actualmente, estas normas se están flexibilizando en ciertas compañías.
Otro ejemplo frecuente que todos conocemos es el de las pequeñas y medianas empresas, que, por lo general, son de origen familiar. Allí suelen trabajar ambos miembros de la relación, con roles distintos y complementarios. Algo que observé en el desempeño como coach ejecutivo es que muchas veces, alguno de los dos ejerce un “efecto compensador” de la otra persona, para ayudarla, contenerla y acompañarla en todo lo posible. ¡Eso sí que es trabajo en equipo!
Como vemos, no existe un formato único en este tema, ya que cada situación es diferente, al igual que cada pareja es un mundo.
Como seres humanos no es posible evitar enamorarse; y el coaching ejecutivo, ejercido en forma profesional, es ideal para acompañar a los socios o colegas en lidiar mejor con el doble rol de pareja y negocios, incluso si eres líder de quién es el amor de tu vida. También el “life coaching” (coaching de vida) puede ayudar a balancear y abrir posibilidades si se presentan dificultades en relaciones. Dentro de este ámbito existe la especialidad de coaching de parejas y de relaciones afectivas.
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1- Establece límites claros entre el trabajo y la relación personal. Es fundamental separar estas dos áreas de tu vida para que puedas disfrutar plenamente de ambas. Asegúrate de tener tiempo para compatibilizar los dos espacios, y no mezclarlos, ya que esto puede causar estrés y tensiones innecesarias.
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Algunos pilares para que puedan crecer juntos son: el buen manejo de agenda, armar un protocolo sencillo de acuerdos en el trabajo y en lo personal, evitar llevar los temas laborales a casa, acordar nuevos términos cada vez que sea necesario, y expresar la disponibilidad y aliento para el crecimiento mutuo.
2- Mantén una comunicación abierta, honesta y constructiva. Una de las claves de las parejas que tienen éxito trabajando juntas es que no dudan en hablar de sus sentimientos y necesidades, y es esta franqueza la que las hace perdurar.
La sugerencia es hacerlo en tiempo real, no postergar las conversaciones importantes y, a la vez, relevar qué es relevante para uno y para la otra persona. Esto permitirá conciliar lo mejor posible ambas perspectivas.
3- Reconocer y apreciar las diferencias. El día de San Valentín puede ser una buena ocasión para que, además de reforzar el vínculo, puedan conversar en profundidad sobre las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas.
Una forma de implementarlo es que lo hagan en términos personales, y luego, si corresponde, desde el vínculo laboral que comparten. El objetivo es aprender a respetar y valorar las fortalezas individuales de tu pareja en lugar de centrarte en sus debilidades.
Cuando conocemos a la persona que elegimos en su total dimensión, incluso aquellas zonas que están mejorando, el vínculo se hace más sólido y consistente. Allí aparece la resiliencia afectiva, que es la capacidad de superar desafíos en pareja, de los que se suele salir más fuerte y con mucho aprendizaje mutuo.
4- Acordar sobre temas centrales: hijos, dinero, roles, y expectativas personales y profesionales. Un punto que suele generar dudas es cómo abordar temas basales en forma asertiva cuando se mezclan el trabajo, los negocios y el amor.
En este caso, aquí va un ejercicio práctico que pueden hacer: en un espacio tranquilo y sereno, elijan los 5 ámbitos centrales sobre los que desean trabajar. Una vez definidos, priorícenlos de 1 a 5, donde 1 es el más relevante. Sobre cada punto realicen acuerdos específicos en cada uno de ellos, que contengan no más de 3 puntos cada uno.
Pongamos un ejemplo acerca del dinero que producen en la pareja. El ámbito puede ser: “Manejo del dinero en la relación de pareja”. Y los tres puntos podrían ser: a) Cada uno mantendrá un salario acorde a su responsabilidad en el negocio; b) Habrá un pozo común igualitario al que aportarán cada mes, como ahorro familiar para imprevistos; cada uno, a su vez, conservará los ahorros personales previos a la constitución del vínculo de pareja; c) Todas las decisiones sobre finanzas serán consensuadas, y harán una revisión económico—financiera completa cada tres meses.
5- La pregunta fundamental: ¿Para qué seguimos juntos? Muchas parejas a las que he acompañado se preguntan siempre por qué siguen juntas; podemos reformular con un “para qué” más profundo y trascendente.
Celebrar los logros, estar orgullosos mutuamente de su desarrollo personal y profesional, reconocer los errores, mostrarse vulnerables (que no es lo mismo que ser débiles), pedir a la otra persona apoyo especial, dedicarse tiempo mutuo de calidad, y respetar los espacios personales con libertad, son parte de las manifestaciones del amor de pareja que pueden aplicar en la vida, y llevar la misma dinámica al trabajo.
Daniel Colombo
Facilitador y Máster Coach Ejecutivo especializado en alta gerencia, profesionales y equipos; mentor y comunicador profesional; conferencista internacional; autor de 32 libros. LinkedIn Top Voice América Latina. Coach profesional certificado por ICF en su máximo nivel, Coach certificado, Miembro y Mentor en Maxwell Leadership, el equipo de John Maxwell.
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