A pesar de los notables avances logrados en las últimas décadas para impulsar el estudio de disciplinas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés), aún es muy reducido el número de investigadoras mujeres que se desempeñan en este tipo de campos.
En la Argentina, seis de cada 10 estudiantes universitarios son mujeres. Pero de ellas, solo el 25% estudian Ingeniería y Ciencias Aplicadas y apenas un 15% se inscriben en las carreras de programación, según datos de la CIPPEC (Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento).
Por otra parte, un informe sobre el futuro del trabajo realizado por el Foro Económico Mundial señaló que, para 2025 se crearán -en 26 países- 97 millones de nuevos puestos, los cuales requerirán de nuevas habilidades vinculadas con STEM entre otras disciplinas.
Asimismo, y de acuerdo con datos del Departamento del Trabajo de Estados Unidos, los mejores empleos pagados en un futuro serán los relacionados con la salud y nuevas tecnologías.
Este panorama nos muestra los retos que existen para impulsar este tipo de carreras en mujeres, así como las grandes oportunidades que existen en materia de mercado laboral. De igual forma, nos da un vistazo de la relevancia que tiene el tomar acciones desde la inclusión, ya que las mujeres han sido históricamente subrepresentadas, y los principales factores han sido tan complejos y variados, que incluso algunos llegan a comenzar desde la primera infancia.
En este contexto 3M creó un programa llamado 3Mgives el cual busca crear tantas experiencias de aprendizaje STEM como sea posible para que los estudiantes puedan encontrar su camino y un espacio donde estén realmente interesados ??en STEM. Este incluye becas, pasantías y servicios sólidos para estudiantes, varias oportunidades de aprendizaje experiencial para que cada vez más jóvenes puedan sumarse y así lograr una mayor participación en estas disciplinas.
Además, también colaboramos con Científicos del Futuro, un proyecto que busca guiar a los docentes para que desarrollen una actividad sobre aprendizaje basado en retos que promuevan el pensamiento científico. Esto se logra a través del desarrollo de competencias pedagógicas y tecnológicas desde los principios de la educación STEAM que resulte en un incentivo a la transformación de la enseñanza de las ciencias, despertando el interés y motivación por estas disciplinas como potenciales agentes transformadores de la sociedad.
Por tal motivo, debe de haber un compromiso por parte de las empresas para impulsar una mayor participación femenina en estas diciplinas. Bajo esta premisa, desde 3M hemos realizado diferentes acciones como 25 Mujeres en la Ciencia de Latinoamérica, el cual es un programa que reconoce la labor científica de las mujeres en Latinoamérica, así como el documental Not The Science Type, mismo que busca inspirar a niñas y mujeres a perseguir sus sueños en STEM, gracias a la historia de cuatro científicas que han roto estereotipos para desempeñarse en estos campos que han sido considerados solo para hombres por muchos años.
Bajo este escenario, me gustaría resaltar la importancia de la colaboración entre autoridades de gobierno, academia, iniciativa privada, así como sociedad en general, ya que, solo haciendo esfuerzos en conjunto, podremos derribar la brecha de género que existe en relación al estudio de estas disciplinas.
*La columna fue escrita por Daniel Gonorasky, Country Leader de 3M en Argentina