En la era digital actual, las apuestas deportivas online experimentaron un auge exponencial, particularmente en Argentina. Eventos deportivos como la Copa América o los Juegos Olímpicos de París generan incrementos significativos en las apuestas online y, si bien esta actividad puede resultar entretenida para algunos, su creciente popularidad genera un impacto preocupante: el aumento de la ludopatía infantil.

En Argentina, este crecimiento se ha visto impulsado por diversos factores. La crisis económica, la normalización del juego como una forma fácil de obtener dinero y la accesibilidad a través de billeteras virtuales han creado el escenario perfecto para que las apuestas online se conviertan en un problema, especialmente entre los menores de edad. No resultó difícil para estas empresas captar el público juvenil en Argentina, siendo un país donde el fútbol representa más que un deporte, y donde jugar al "prode" es una actividad normal y divertida para realizar entre amigos.

Según una encuesta realizada por la consultora Opina Argentina, el 16% de los jóvenes realizan apuestas online, un número que continúa en aumento. Esta realidad es alarmante, ya que la ludopatía tiene consecuencias devastadoras en la vida personal, familiar y social, especialmente en los menores de edad, siendo estos los más vulnerables y menos conscientes de los riesgos que esta actividad conlleva.

Las empresas de apuestas online han intensificado sus estrategias de marketing utilizando influencers, publicidades en medios masivos y patrocinios deportivos para llegar a los jóvenes. La presencia constante de estos comerciales, especialmente en las camisetas de fútbol de los clubes más importantes del país, lo convierte en algo cotidiano y hasta lo naturaliza, dificultando la labor de los padres y educadores para advertir sobre sus peligros.

Ante este panorama, surge la pregunta: ¿qué se está haciendo desde el ámbito legal para proteger a los menores? Si bien existen leyes como la Ley 26.522 sobre Servicios de Comunicación Audiovisual y el Código de Autorregulación Publicitaria de la CONARP, que establece claramente que "los contenidos de la programación, sus avances y las publicidades deberán ser aptos para todo público en el horario desde las 6.00 hasta las 22.00 horas", la realidad es que la regulación actual resulta insuficiente para frenar el avance de la ludopatía infantil. 

Los equipos que son auspiciados por estas plataformas juegan en horario apto para todo público, haciendo que el mensaje, que no debería alcanzar a niños y adolescentes, los impacte a través de figuras que, además, en muchos casos admiran.

La necesidad de control sobre la publicidad online, la facilidad para acceder a plataformas de apuestas sin una verificación de edad adecuada y la concientización sobre la problemática son solo algunas de las cuestiones que deben ser abordadas con urgencia.

Afortunadamente, ya se están dando los primeros pasos hacia una regulación más estricta. El gobierno de CABA ha bloqueado el acceso a sitios de apuestas dentro de las escuelas públicas, y se han presentado proyectos de ley en la Cámara de Diputados de la Nación y en la Legislatura bonaerense para regular la publicidad y el acceso a plataformas de apuestas online. Además, se han posicionado sobre el tema instituciones como la Iglesia y el Congreso nacional, mediante un comunicado oficial felicitando a un prestigioso club deportivo bonaerense, luego de haber rescindido el contrato con un casino online que funcionaba como su sponsor principal.

Sin embargo, aún queda mucho por hacer. Es necesario implementar medidas que restrinjan este tipo de contenido de la publicidad dirigida a menores, así como el uso de figuras públicas atractivas para este público y la implementación de controles de edad estrictos en las plataformas de apuestas online. Tomando como ejemplo la normativa aplicada a la publicidad de alcohol y tabaco, se podría implementar una regulación similar para las apuestas online a los fines de evitar los perjuicios que podrían generarse en aquellas personas más vulnerables.

La ludopatía, especialmente en los menores, es un problema complejo que requiere un abordaje integral. La implementación de una regulación jurídica adecuada, junto con medidas de prevención, educación y concientización, son esenciales para protegerlos y garantizar su sano desarrollo. Ello demandará un gran esfuerzo conjunto de las autoridades, las empresas y la sociedad en general.