Es bien sabido que emprender siempre requiere de esfuerzo, iniciativa y creatividad. Si a eso le sumamos emprender en la Argentina, el desafío claramente es mayor. 

Un claro ejemplo de esta situación es que entre mayo de 2023 y de 2024, se perdieron más de 5.000 empresas en la Argentina. El dato se desprende de las últimas estadísticas publicadas por la Superintendencia de Riesgos de Trabajo (SRT), correspondientes a mayo de este año. La caída se da dentro del marco de la fuerte recesión que atraviesa el país. Según datos publicados por el Indec, la actividad económica nacional cayó en siete de los últimos ocho meses y acumula una baja del 3,2% en el primer semestre del año.

Sin embargo, hay una fuerza interior en el empresariado argentino que les permite fortalecerse aún en las situaciones más desfavorables. Las recesiones pueden representar enormes oportunidades para luego, durante la recuperación, ganar participación de mercado y desarrollarse.

La situación de las fintech no difiere mucho. Si bien están atravesando un contexto incierto en Argentina y a nivel global, se está produciendo una corrección y una eficiencia en todas las empresas. No solo en el sector fintech, también en todas las de tecnología, gaming, etc.

Muchas empresas que antes crecían por crecer, sin mirar el bottom line o la eficiencia, sin analizar si un negocio era rentable o no rentable, hoy en día están cambiando su mirada y enfocando su tesis a la rentabilidad, un modelo de negocio validado que tenga y genere una propuesta de valor para el usuario y para las empresas y que ese valor sea rentable.

El mercado argentino es una gran incubadora de ideas, un buen lugar para implementar y desarrollar un mínimo producto viable (MVP, por sus siglas en inglés), sobre un negocio. Da un buen contexto para probar y validar la tesis de negocios, a pesar de las adversidades, ya que el argentino es muy abierto a las nuevas tecnologías y a los nuevos productos.

Dentro del mundo fintech, la Argentina es el tercer país que más creció y viene siendo un hub con mucho empleo y talento en el país. Están los casos como los de Ualá o Lemon, que son líderes en el país y en la región, con mucho renombre y que cambiaron paradigmas.   

Es por eso, que es clave definir la estrategia de trabajo y animarse a emprender. 

Consejos

 

1. Perseverancia. Hay que seguir intentando. Varias ideas pueden fallar, pero también pueden funcionar bien, por lo que no hay que rendirse. Si uno confía en su visión y que es el momento para llevarlo a cabo, no hay que darse por vencido. Un contexto adverso no nos define y si tenés ese ADN emprendedor o creador, no te rindas porque una batalla no te define.
    
2. Liderazgo: Es importante el liderazgo y el autoliderazgo en el acompañamiento de cada proceso que se dé. Siempre hay que motivar al equipo de trabajo.
    
3. Buscar aliados estratégicos: Definitivamente los grandes negocios no se pueden realizar solos. Las alianzas permiten abarcar más clientes potenciales y brindar más y mejores servicios.
    
4. Elaborar un plan de negocios: Es precioso definir los objetivos a corto, mediano y largo plazo, y cuál es el proceso para poder cumplirlos y con qué estrategias.
    
5. La digitalización financiera. Las empresas deben transformarse tecnológicamente y darse cuenta de que, sin duda, la digitalización es toda una oportunidad de desarrollo en todos los ámbitos.
    
6. Identificar las fluctuaciones del mercado: Más allá de conocer la situación interna, también es imprescindible tener conocimiento sobre la situación global del mercado financiero, permitiendo identificar nuevas oportunidades así como posibles amenazas. Analizar los resultados.
    
7. Análisis de los datos: Para poder avanzar es preciso saber dónde se está parado. Es primordial analizar la información obtenida producto del trabajo para poder tomar decisiones basadas en el conocimiento.

En octubre celebramos con Alprestamo 7 años de presencia en el mercado colaborando y trabajando en equipo con diversos actores del ecosistema financiero. Es preciso construir pensando en acciones a largo plazo y que se puedan sostener en el tiempo. La inclusión financiera es un problema que aqueja a muchos, por lo que nos llena de orgullo brindar soluciones que faciliten la vida de los usuarios.