Ambientación selvática, música cubana, un aire descontracturado y una carta de cócteles diseñada por quien configura algunas de las mejores barras del mundo. A ese combo soñado se agregan a su vez ingredientes como una oferta gastronómica con platos cosmopolitas. La suma de todo ello es lo que hace que desde mayo del 2019 en Costanera Norte exista la posibilidad de vivir como en enero, pero todo el año. Enero Restaurante & Aguaviva Bar tiene el foco puesto en brindar un espacio que permita relajarse sin resignar la oportunidad de vivir una experiencia de alto nivel.
Enero se construyó en el mismo lugar donde antes había una sucursal de El Palacio de la Papa Frita. Detrás de tamaña reconversión estuvieron los empresarios gastronómicos Alberto Mancini y Diego Rosignuolo (CEO de la empresa) y los expertos en gastronomía y entretenimiento Roco Sueiro y Toto Lafiandra. Para la apuesta estética, los socios fueron asesorados por reconocidos arquitectos nacionales y la también reconocida agencia de comunicación Proyecto Alegría, la cual armó la marca y el storytelling. Este power team se concentró en no darle la espalda al agua y convertir al Río de la Plata en un horizonte que encandile. Su emulación de una vegetación exótica y la fluida circulación que proponen los espacios de la iniciativa son solo algunos de los frutos de su trabajo.
Para Lafiandra, Chief Marketing Officer (CMO) de la apuesta, no fue únicamente su ambientación la que convirtió a Enero y Aguaviva en un punto de encuentro destacado dentro del lifestyle porteño. “La genialidad del nombre y el concepto detrás es lo que compró la gente; además, nuestros sponsorships, acciones de comunicación y el esfuerzo gastronómico hicieron que el negocio crezca”, dice el empresario.
La iniciativa tiene como sello único, según agrega, su calidad ya no de restaurante o bar sino de status mantis, “un estado mental que consigue despertar la curiosidad ante lo inexplorado con una actitud positiva”. Lo inexplorado
se convierte en este caso en la presentación del estuario bonaerense desde otra perspectiva, un espectáculo acompañado por una experiencia premium de coctelería y gastronomía de autor. “Queremos que no te preguntes si es tarde o temprano para un trago, si mañana es miércoles o es sábado”, ejemplifican desde el restó.
El emprendimiento queda exactamente a tan solo diez minutos del centro, y romper con la rutina para disfrutar como si se estuviera de vacaciones es factible no solo por su presentación de los atardeceres o los manjares disponibles. A dicho fin aportan lo suyo un salón interior de 210 metros cuadrados con espacios ideados según el tamaño del grupo de comensales o la ocasión que se celebre ?hay hasta boxes para aislarse del resto de los visitantes? y una terraza de 350 m2 climatizada y compuesta por livings y camastros rodeados de plantas y eucaliptus. Además, aseguran, hasta el más mínimo detalle está pensado para que tanto parejas como familia o amigos vivan un momento de relax, y la calidez del servicio transporta a los agasajados a un lugar donde el recreo y el descanso son lo fundamental.
Sumado a la expertise de los socios y el asesoramiento de los mejores bartenders del país en el diseño de la carta de tragos, más el expertise de Lucho García, su barmanager, Enero y Aguaviva se construyeron también a partir de los conocimientos del chef Quique Yafuso ?quien puso su sello en los comienzos a la cocina del restaurante? y los de su par colombiano, Diego Hernández Olave. A su vez, lo propio hace Sebastián Serrano en la barra de sushi. Por su parte, la lista de figuras que protagonizan los shows de música en vivo varía semana a semana, e incluye desde bandas de flamenco hasta DJ de la escena local e internacional. “A futuro, planeamos desembarcar con la marca en destinos como Miami y Ciudad de México”, concluye el CMO de la empresa.