Por qué para Silvana Kurkdjian, de Bristol Myers Squibb, "Argentina está a la vanguardia en Investigación Clínica"
Florencia Radici Forbes Staff
Florencia Radici Forbes Staff
Silvana Kurkdjian es, desde agosto del año pasado, gerente general de Bristol Myers Squibb Argentina (BMS), compañía a la que ingresó, como pasante, hace 21 años. Licenciada en Comercialización y Administración de Empresas por la UADE, y con un posgrado en Marketing Farmacéutico, creció dentro de la organización en diferentes posiciones desde las que, por ejemplo, lideró el lanzamiento de la primera inmunoterapia para cáncer, un hito para la compañía. Además, se desempeñó como directora de Estrategia y Operaciones para Latinoamérica. "Cuando uno se va formando desde las bases de la organización, aprendés a hacer el trabajo que sustenta la dinámica de la organización. Y, a medida que va creciendo, uno es mucho más valorativo de esos roles y de cómo son parte del ADN y del entramado neuronal de la organización", cuenta la ejecutiva.
Kurkdjian y BMS fueron evolucionando a la par: "La empresa fue transformándose y lo mismo sucedió con mis roles. Las mejores experiencias de mi carrera fueron las que se dieron como parte del camino del desarrollo. Son las que generan un cambio más profundo en uno. Es un desafío increíble".
Argentina es un hub de innovación. Está a la vanguardia y tiene una gran calidad de profesionales, de centros médicos, de investigadores, experiencia a la hora de desarrollar moléculas incluso desde fases muy tempranas. Investigación y desarrollo es parte de nuestro ADN, impactamos a nuestros pacientes y transformamos esas vidas a través de la ciencia y la investigación. Tenemos un hub regional en Argentina que presta servicios a Latinoamérica y gracias a que tenemos profesionales de la salud altamente capacitados, centros específicos y una regulación que nos impulsa, Argentina es parte de los grandes estudios a nivel mundial no solo de BMS, sino de todas las compañías farmacéuticas. Es un honor representar a Argentina en los estudios globales. De hecho, en una de las últimas encuestas que hizo el MinCyT de I+D de Argentina, la investigación clínica representa casi la mitad y nosotros estamos dentro de las 10 compañías que más invertimos. Aspiramos a que siga potenciando a Argentina y a poner al país en el mapa del mundo del desarrollo científico.
Nos especializamos en oncología y hematología y este año desembarcamos en dermatología, en particular en psoriasis, que es una enfermedad de la piel. Tenemos una trayectoria de muchísimos años en diferentes áreas terapéuticas: trabajamos en virología con HIV, trajimos la cura de la hepatitis C a Argentina, trabajamos en enfermedades autoinmunes y ahora muy fuerte en oncología en más de 15 tipos tumorales diferentes, generando un impacto en la sobrevida y la calidad de vida de los pacientes. Por ejemplo, en 2011 trabajé en uno de los lanzamientos de oncología, una de las primeras moléculas que cambió la historia natural del melanoma (un tipo de cáncer de piel grave, con una mortalidad muy alta). Antes de lanzar, 1 de cada 10 pacientes estaba vivo a los 5 años; cuando lanzamos, era 1 de cada 4 pacientes; y hoy, combinando diferentes moléculas, estás hablando de que a más de 7 años la mitad de los pacientes está vivo. Esto es llevar a algo tangible el impacto en desarrollo, en innovación, en ciencia, en investigación.
Lanzamos cuatro productos y más de cinco indicaciones nuevas. De los cuatro productos, tres pertenecen a una franquicia nueva de hematología -son tres tipos de patologías relacionadas con la sangre, algunas oncológicas y otras no, como la anemia. Y hace poco lanzamos nuestro cuarto producto, una terapia oral para la psoriasis. Desembarcar en un área diferente es un enorme desafío, fue un proceso de aprendizaje de la búsqueda del talento para que pueda liderar ese lanzamiento y traer algo diferente, innovador. Me genera mucho orgullo como líder poder hablar de esas cosas y de la proyección que tiene esa molécula para otras tantas patologías que se están investigando en el país.
Es respirar la innovación todos los días. Cuando uno escucha que estás trayendo una forma diferente de tratar una enfermedad, que estás trayendo una solución y estás hablando de potencialmente una cura, un paciente que está libre de una enfermedad durante muchísimos años, eso es innovación, es quebrar un paradigma, es romper con la historia natural de algo que no cambiaría sin esa intervención. Es un desafío, porque tenés que sentir esa innovación en la organización, tenés que cambiar como profesional, como persona, para poder llevar ese mensaje. La innovación es uno de nuestros pilares a nivel global. Innovar no es solo traer ciencia de vanguardia, es hacer algo diferente más rápido, un cambio en un proceso, eliminar burocracias, simplificar, en algún punto es hacer las cosas más sencillas, pero con el mismo objetivo de llegar al paciente. Es traer esa solución distinta para alguien que la necesita.
Tiene un rol fundamental tanto en Latinoamérica como en el mundo. Somos un país en donde la innovación es bienvenida, tenemos profesionales de altísimo nivel académico, una industria del conocimiento enorme. Somos valorados y reconocidos como hub de investigación e innovación y como talento científico. Nuestro mercado farmacéutico está siempre a la vanguardia. Con todos los desafíos que tiene el mercado argentino trabajamos muchísimo y de manera articulada dentro de CAEME, la cámara que nuclea laboratorios de capitales multinacionales. Como organización hacemos una apuesta enorme al mercado farmacéutico argentino y a posicionar a BMS. En los últimos cuatro años llevamos invertidos US$ 60 millones en I+D en Argentina y en los próximos cuatro planeamos duplicar ese nivel de inversión. Me llena de orgullo hablar de la ciencia en Argentina, son pocos los países en el mundo que pueden hablar de estándares de calidad como nosotros. Llevamos adelante un montón de técnicas que no se hacen en ningún país. Es un mercado que tiene el potencial de seguir posicionándose a nivel global.
Planeamos en principio seguir con este nivel de inversión en investigación, seguir trayendo los estudios más relevantes a nivel global para que Argentina sea parte. Seguimos apostando a los lanzamientos de nuevos productos y moléculas, a traer soluciones para pacientes que tienen una necesidad médica insatisfecha. En los próximos dos años planeamos lanzar cuatro nuevos productos en diversas patologías, seguir diversificando el portafolio en áreas terapéuticas claves y seguir invirtiendo tanto en la región como en el país. Nuestro compromiso sigue intacto.
Es otro de nuestros pilares. Se viene trabajando desde hace mucho en la inclusión y la diversidad, de género, etaria, con colectivos LGBT+. Cuando uno tiene un estándar tan alto y ha alcanzado una etapa de madurez como la nuestra en su estrategia de DEI, el desafío es "profesionalizar" este trabajo. De cara a ese nuevo objetivo, nombramos a una líder en Latinoamérica que trabajan solo en este tema e hicimos una alianza con Bridge the Gap, consultora líder en estos temas, para realizar un assessment interno que nos permita proyectar acciones a mediano y largo plazo y medir esa evolución.
Primero, profesionalizar, visibilizar y analizar cómo se incorpora esto a soluciones tangibles en políticas, beneficios, ambiente de trabajo. Cómo hacemos sentir a la persona en un ambiente confortable, donde no se sienta diferente y traiga su mejor versión porque al final del día eso es lo que nos potencia como equipo. Después, cómo integrar cultura con negocio: sin negocio no hay cultura y sin cultura no hay negocio. Nuestra campaña insignia es Vivir con Cáncer y este año trabajamos la historia de Viviana González, una paciente trans porque no podemos ser ajenos a las problemáticas que aquejan a los colectivos minoritarios; si transitar por el sistema de salud de por sí cuesta, en este caso es mucho más difícil. Somos responsables de visibilizar las dificultades que atraviesan, ayudar a las personas a transitar la enfermedad. La ciencia tiene mucho para aportar en la diversidad. Más allá de que como equipo nos hacemos mejores cuanto más diverso es el talento, si además podemos transformar la vida de un montón de pacientes, el objetivo está diez veces cumplido.
Casi el 80% de mi equipo de liderazgo son mujeres y más del 60% de las posiciones de liderazgo en nuestra compañía están cubiertas por ellas. Ser mujer o ser hombre no tiene que ser una barrera para el desarrollo profesional. Tenemos que trabajar juntos para derribar los obstáculos. Nuestros empleados están prácticamente iguales en cantidad y no tenemos brecha salarial. Si estamos en una organización donde esto no es ya un tema, tenemos la doble responsabilidad de llevarlo, escalarlo y multiplicarlo en otros lugares en donde sí es un tema y mostrar que se puede hacer. Cuanto más diversos y mejores versiones seamos nosotros, mejor es la empresa.